Xaviel Aldekoa: «La clave es mancharse las botas para ver y escuchar»

El maestro Ryszrad Kapuscinsky despertó en Xavier Aldekoa (Barcelona, 41 años) el amor por África, continente que lleva 20 años recorriendo de punta a punta. El periodista polaco aportó «otra manera de mirar al continente africano», asegura Aldekoa mientras hace un alto en una aldea remota de Sudán del Sur donde estos días sigue a unos pastores de vacas «porque es una de las claves de la guerra».

Para hacer esta apuesta informativa hay que pisar sobre el terreno. Para atar cabos y entender que «durante siglos las diferentes comunidades se han robados vacas (y mujeres y niños) porque son símbolo de estatus y riqueza. Antes con lanzas y ahora con 'kalashnikov'».

El África que contó el citado pope del periodismo ha cambiado mucho. Pero sigue valiendo «esa mirada curiosa, respetuosa y de igual a igual. Es más necesaria que nunca», insiste Aldekoa, que solo concibe el reporterismo de una forma: «Mancharse las botas, observar y escuchar, como siempre».

No tiene claro si eligió África o el continente le atrapó a él. ese 'mal de África' que obligó a volver de forma recurrente a otros grandes viajeros españoles como Javier Reverte. A Xavi le mantiene allí desmontar mirada incompleta que siempre tenemos sobre sus habitantes. «Es cierto que hay migración y revoluciones, pero también desarrollo y una sociedad vibrante y combativa. Queda todo por explicar porque apenas sabemos nada de una tierra que hemos mirado con miedo, desconfianza y paternalismo».

Ignorancia que combate con sus reportajes en 'La Vanguardia' o libros como 'Océano África', Indestructibles' o 'Hijos del Nilo'. Y siempre con la misma receta profesional. «Soy periodista en África porque me dejan escuchar. La única forma de no fracasar estrepitosamente es aprovechar el privilegio de que la gente loca te dé su tiempo para entender las cosas. Poner piel a los reportajes pero también darles profundidad».

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