Luis Fuentes (Cs) y Ana Sánchez (PSOE), protagonistas de la expulsión del último Pleno, durante la sesión de este martes. ALBERTO MINGUEZA

PP y Ciudadanos marcan distancia con Vox en Castilla y León en un Pleno con el ánimo aplacado

El PSOE ataca con las políticas de igualdad mientras se prepara la ofensiva en la investigación de la primera ola en las residencias

Antonio G. Encinas

Valladolid

Martes, 27 de abril 2021, 19:23

Francisco Igea se acercó al pie de la Presidencia de las Cortes y le lanzó a Luis Fuentes: «¿Qué tal el presidente más tarjetero?». Cara de póker, mascarilla mediante, de Fuentes, que en menos de dos años de legislatura tiene el récord de expulsiones ( ... 3) en la historia de las Cortes de Castilla y León y suma 85 amonestaciones, a una de la plusmarca de Silvia Clemente, que tardó el doble de sesiones plenarias en alcanzar esa cifra. Las consecuencias del bronco Pleno pasado, el primero tras la moción de censura, parecieron actuar como árnica para los ánimos, que se aplacaron y se limitaron a los cruces dialécticos habituales. Mientras el PSOE prepara otra gran ofensiva con la comisión de investigación por lo ocurrido en la primera ola con las residencias, esta vez se lanzó a por el tema de la igualdad. Especialmente con respecto a la situación de las mujeres. El gancho fueron los 22 premios de 233 que han recibido personajes femeninos en la historia de unos Premios de Castilla y León que este año tampoco encontraron candidatas de relumbrón suficiente. «Lo que ha sucedido no es nuevo. Es un ejemplo de que vivimos en una sociedad machista, que ignora e invisibiliza a las mujeres, y no podemos tolerarlo. Ni una mujer premiada en 2020, ni una, ni una con los méritos suficientes para ser reconocida. Pero es que no ha encontrado ninguna desde 2017. Y desde 1984 solo han sido premiadas 21 mujeres de 233 premiados. ¿No le sonroja, no les preocupa?», estoqueó Tudanca. Virginia Barcones (PSOE) aportó algunas cifras demográficas que añaden al problema de la despoblación el agravante del género, a su juicio. «40.227 jóvenes se han ido a otras comunidades autónomas en diez años. De ellos, 21.741 eran mujeres».

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Mañueco e Igea, que a ambos les tocó defender el asunto de la igualdad, recurrieron a enumerar planes de formación, subvenciones a los proyectos empresariales de mujeres en el medio rural, titularidades compartidas en explotaciones agrícolas… «Trabaje en los grupos ya establecidos por la Consejería de Familia», le instó Mañueco al líder de los socialistas. «Estoy de acuerdo en buena parte, la igualdad es necesaria, pero ustedes siempre llegan tarde, porque han llegado a proponer un gobierno paritario en Madrid, comunidad que ha tenido 3 presidentas mujeres. Van a la igualdad por la vicepresidencia», contragolpeó Igea.

Los contendientes, esta vez, parecieron guardar fuerzas. Muchos de ellos -como diputados y senadores de los diferentes partidos- están pendientes ahora mismo de las elecciones de Madrid y de lo que puedan traer consigo. Se la juega el PP, con Casado y Ayuso a un tris de pasar de compañeros a rivales; se la juega Ciudadanos, que puede verse empujado a la enésima reconstrucción en tiempo récord; se la juega el PSOE, al que le salió bien la apuesta de Illa pero cayó en la Batalla de las Mociones; se la juega Podemos con un líder que se puede ver rebasado por su escisión; y se la juega Vox, que de momento crece sin castigo, porque no gobierna y, por tanto, tiene mano libre para la crítica.

Hacia ese punto, quizá con la mente en Madrid, derivó el debate.

La Doctrina Vox ya pisa el hemiciclo de las Cortes de Castilla y León. Una doctrina que responde fielmente a los parámetros que fija su Dirección nacional. El martes pasado, día 20, Jorge Buxadé, diputado de la formación derechista, se reunió con Fátima Pinacho, su única procuradora. Dejó claras las directrices: estado de alarma ilegal, fin inmediato de las restricciones, petición de elecciones autonómicas. Al día siguiente, 21, Pinacho registró en las Cortes su pregunta para el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Quería saber qué medidas adoptará el Ejecutivo cuando finalice el estado de alarma. Y esa pregunta comenzó este martes con esta definición de ese estado de alarma por parte de la representante de Vox: «ilegal, aprobado por el Gobierno del señor Sánchez, del señor Iglesias y sus socios separatistas y filoterroristas». Todo el argumentario en una sola frase. Hasta tal punto que identificó a Mañueco como entregado a Igea y a Igea, como el adalid más restrictivo de la estrategia del Gobierno contra el Sars-Cov-2 . «Que me acuse de estar entregado al Gobierno de Sánchez… Tome nota, señor Tudanca», bromeó Mañueco, que de momento, y a expensas de lo que suceda en las elecciones en Madrid y de sus derivadas, marca distancia con Vox. «A ver si ponemos un poquito de luz, elijo vida y salud para las personas de Castilla y León. Eso es lo que elijo yo», le replicó a Pinacho. Y tras poner sobre la mesa los esfuerzos en la campaña de vacunación, le recordó que han sido tres los estados de alarma decretados, y no dos, y arguyó que el toque de queda «es lo que más protege la vida y la salud de las personas de Castilla y León». Para concluir de edificar su barrera ante Vox, atacó directamente al antieuropeísmo del que hace gala la formación de Santiago Abascal, que imita en su ideario el proteccionismo duro de Donald Trump. «La esperanza nos llega de Europa, con vacunas y fondos, incluida la Política Agraria Común, esa Europa que ustedes detestan y repudian. Lamento que ustedes no crean en Europa, en Castilla y León creemos y necesitamos a Europa».

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El toque de contención del PP a Vox en el hemiciclo se consolidó acto seguido con una intervención de Francisco Igea (Cs) ante la pregunta amiga de Marta Sanz (Cs) sobre el hecho de que se hayan sacado documentos del Centro Documental de Memoria Histórica de Salamanca. «La señora Pinacho ha oído memoria histórica y ha huido como gato escaldado», comenzó Igea. Tras hacer ver la necesidad de «conservar la unidad de los archivos» recordó que en Medina del Campo se están «sacando de una fosa decenas de cadáveres de represaliados, fruto de la locura de quienes querían salvar a este país del comunismo. Esa locura tiene un antídoto y es la historia».

El vicepresidente de la Junta hizo una referencia clara a lo ocurrido en las últimas fechas en la campaña madrileña y los mensajes recibidos por Pablo Iglesias, el ministro Fernando Grande-Marlaska o la ministra Reyes Maroto. «Hay una escalera que empieza en la deslegitimación del adversario, luego sigue por la exclusión y se pasa al odio y la descalificación personal. De ahí a la amenaza, a la agresión y a la catástrofe», zanjó.

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Francisco Igea bromea con Luis Fuentes antes de comenzar el Pleno. ALBERTO MINGUEZA

«Señor Fernández Santos...»

Luis Fuentes tuvo un Pleno más sencillo esta vez. Un par de peticiones de silencio y una advertencia a Pablo Fernández, de Podemos, fue todo lo que tuvo que intervenir esta vez. Acababa de recordar a Juan Carlos Suárez-Quiñones (PP) y a Luis Mariano Santos (UPL) que ya no estaban en el uso de la palabra, y la réplica de Igea a Pablo Fernández provocó las quejas del de Podemos desde la bancada. «Señor Fernández Santos, por favor», terció Fuentes, esta vez sin llamada al orden. «Usted ha batido todos los récords de amonestaciones, luego le dicen al árbitro que es tarjetero», le espetó Francisco Igea a Pablo Fernández.

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