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Silvia G. Rojo
Viernes, 17 de mayo 2024, 12:29
La calificación de la añada 2023 de la Denominación de Origen Cigales ha dado como resultado «excelente». Un equipo formado por 13 profesionales del sector del vino fue el encargado de realizar la cata a ciegas y de puntuar las diez muestras representativas de la cosecha para alcanzar este gran resultado, todo ello bajo la dirección de la directora técnica del Consejo Regulador de la DO Cigales, Águeda del Val.
En esta ocasión se cataron cinco rosados y cinco tintos, una decisión que viene determinada por el volumen de contraetiquetas que se expiden. Según apuntó el gerente de esta denominación, Raúl Escudero, cada año se emiten una media de 4 millones de contraetiquetas y alrededor de la mitad son de vino tinto, a pesar de que a la denominación se la identifique con los rosados. «Hacemos tintos», reivindicó Escudero, «hoy es una buena ocasión para que los catéis, son magníficos y podemos alardear de ellos en Valladolid y en Palencia», dijo al público presente que participó en una posterior cata dirigida.
En lo que al acto de calificación en sí se refiere, tiene una estructura muy concreta y una vez que el panel de expertos emite su veredicto a través de las puntuaciones de cada vino, es el turno del pleno de la Denominación, que se reunió de manera extraordinaria.
En esta reunión, además del presidente del CRDO Cigales, Pablo Sáez, estuvieron presentes varios vocales que ratificaron la ponderación de las valoraciones recogidas en las fichas de cata, considerando la representatividad de cada vino en relación con el total de litros de vino elaborado.
A ese pleno también se sumó el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, que fue el encargado de confirmar el resultado y darlo a conocer al público asistente. Dueñas reconoció, en primer lugar, el trabajo de esta denominación a lo largo de 33 años «para ir haciendo cada vez más y mejores vinos de calidad», sin olvidar «el papel fundamental tanto de los viticultores como de las bodegas y los enólogos». En el caso de los viticultores, apuntó que «han sido capaces de mantener un viñedo de calidad, tradicional y antiguo» y en la parte de las bodegas, su capacidad para «ir evolucionando poco a poco a lo que es el vino que están haciendo». De igual modo, valoró el esfuerzo que se hace desde la Denominación para llegar a los consumidores, «algo en lo que se ha ido creciendo».
El panel de cata que realizó la Calificación de Cosecha, que tuvo lugar en el Palacio de la Diputación Provincial de Palencia, estuvo formado por Carlos Capilla, técnico de CRDO Arribes; Rafael Blanco, Presidente CRDO León; Ana Sierra, técnico de Urcacyl; Javier San Segundo, sumiller de Palencia; Ramiro García, Presidente CRDO Arlanza; Luis Garrido, sumiller Vinoteca Calle Mayor; Justo Barbero, sumiller Bar La Cripta, José Antonio León, presidente Sumilleres Palencia; Luis Metodio, sumiller La Traserilla, los enólogos, Carlos González Huerta y José Antonio Fernández Escudero; Begoña Jovellar, presidenta Asociación Enólogos Castilla y León; y la catadora internacional, Carmen Rodríguez.
La mayor parte de estos expertos participaron en la posterior cata dirigida y algunos de ellos, como Begoña Jovellar, dieron su impresión sobre los vinos catados. Jovellar subrayó que es «un tesoro» que este territorio «siga manteniendo la mezcla de variedades en el viñedo, es un lujazo». Al tiempo que reconoció que con las cualidades que atesoran estos viñedos «pueden hacer lo que quieran» para de este modo poner en valor no solo los rosados, sino también los tintos. «Las condiciones de los viñedos son lo suficientemente buenas para hacer una excelente calidad: suelos, altura, clima, ¿por qué no?», se preguntó.
Por su parte, Carlos González recordó que el primer tinto de esta DO se presentó en el año 1999 y para referirse a los catados en este acto habló de «honestidad».
«Grandes conocedores»
El presidente de la DO Cigales, Pablo Sáez, también tomó la palabra en este acto tan especial para señalar a los palentinos y vallisoletanos como «grandes conocedores y valedores de los vinos de la DO Cigales».
Además, entendió que actos como el de la cata dirigida son «una muestra de apoyo a los vinos de la DO Cigales, pero también al sector del vino, al sector agrícola, a la creación de riqueza en el mundo rural y a la fijación de población en nuestros pueblos».
Para Sáez, el vino «produce una experiencia sensorial única ya que ofrece una gran variedad de colores, aromas, sabores y de textura» y todo ello, partiendo de «una simple uva en una cepa de cualquier viñedo que se convierte en una de las bebidas más complejas y fascinantes del mundo como es el vino».
Recordó, igualmente, que el papel de los 13 «grandísimos» profesionales que puntuaron los cinco tintos y los cinco rosados es «analizar las cualidades de cada uno de los vinos y valorar su potencial en el futuro».
Sin dejar de reconocer que Cigales es una denominación de origen «pequeña en producción y litros», no dudó en destacar «la calidad de sus vinos rosados, tintos o blancos, que también los hacemos» y que son reconocidos con numerosos premios».
El «gran potencial» de esta DO «nos lo hacen saber todos los expertos que conocen nuestros suelos, nuestras uvas y bodegas y que han catado nuestros vinos».
El presidente de la Denominación de Origen Cigales concluyó su intervención animando a que «entre todos debemos ser capaces de hacerla crecer, tenemos que lograr que cada vez más gente conozca y pruebe los vinos de la denominación porque estoy seguro de que los que lo hacen, nunca faltará una botella de Cigales en su casa, en sus bodegas, en sus restaurantes».
Gerardo Dueñas Consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural
El consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, dio contexto a la importancia del vino en Castilla y León, con el 95% de los mismos amparados por figuras de calidad. «Cigales es una de esas denominaciones de origen que está trabajando cada vez más por la calidad, hay que apostar por la calidad y el territorio». Por otra parte, resaltó las particularidades de la zona amparada por esta DO, «con un porcentaje muy importante de viñedo antiguo, centenario, con tipos de suelo totalmente distintos, con zonas más altas, más bajas, con distintas morfologías y esto es una potencialidad y una riqueza para que sus bodegueros y enólogos sean capaces de hacer vinos de gran calidad con ese valor de nuestros viticultores».
La calificación de la añada por parte de enólogos, sumilleres o presidentes y técnicos de otras denominaciones de origen, dio paso a una cata popular organizada por la Denominación de Origen Cigales y El Norte de Castilla, a la que se sumaron un nutrido grupo de suscriptores del decano de la prensa, además de autoridades locales y provinciales, entre las que se encontraba la propia alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés.
En esta parte del acto se cataron cuatro de los diez vinos que previamente habían probado los expertos, en concreto, dos rosados y dos tintos.
Raúl Escudero, gerente de la denominación, explicó, en un primero momento, que con la calificación de la añada lo que se pretende es «decir y aventurar cómo van a ser ciertos vinos». En el caso de los rosados «son vinos ya terminados» mientras que en los tintos la complejidad es mayor pues «hay que ver esa potencialidad y la capacidad que van a tener en el futuro».
Aclaró, igualmente, aprovechando que primero se cataron los dos rosados, cómo van cambiando las tendencias. En el caso de los rosados «ha cambiado la dinámica, antes tenían más color, ahora son más de tipo francés».
Y es que no hay que olvidar que las bodegas deben adaptarse a las demandas de los mercados y una buena parte de estos vinos van para la exportación.
De manera general, añadió, con los rosados «buscamos mucha frescura en boca, nuestra mezcla de variedades nos hace diferentes», resaltó el gerente.
La labor de las bodegas es compleja para llegar a esa «viveza, intensidad y color», se valoró desde el jurado calificador.
Así, José Antonio Fernández, que guió a los asistentes en la cata del primer rosado, les invitó a que se fijasen en «el color asalmonado, de baja intensidad, que es lo que demandan los mercados». Recomendó disfrutarlo «lo antes posible, después de nacer», sin dejar de apuntar que se trata de un vino «que nos habla de franqueza, hecho de una mezcla de uvas bien logradas».
Así, José Antonio Fernández, que guió a los asistentes en la cata del primer rosado, les invitó a que se fijasen en «el color asalmonado, de baja intensidad, que es lo que demandan los mercados». Recomendó disfrutarlo «lo antes posible, después de nacer», sin dejar de apuntar que se trata de un vino «que nos habla de franqueza, hecho de una mezcla de uvas bien logradas».
Los participantes en la cata popular también formularon preguntas y se avanzó que Cigales contará con un espumoso rosado.
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