La CHD garantiza el agua en cantidad y calidad suficiente

Conseguir una planificación y gestión adecuada, que garantice el agua en cantidad y calidad suficiente, es una de las bases del trabajo que desarrolla la Confederación Hidrográfica del Duero. Una labor imprescindible para asegurar el uso eficiente del recurso, en un contexto marcado por el cambio climático que nos obliga a actuar con la anticipación necesaria ante los fenómenos extremos que cada vez son más frecuentes.

Esta línea de trabajo viene recogida además en el actual Plan Hidrológico del Duero, que tiene como objetivo prioritario alcanzar el buen estado de las masas de agua y la adecuada protección del Dominio Público Hidráulico en armonía con la satisfacción de las demandas existentes.

En este sentido, la Confederación Hidrográfica del Duero ha apostado de forma decidida en los últimos años por la constitución de las Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS), como el instrumento más adecuado para ordenar, controlar y planificar una explotación racional de los acuíferos de las masas de aguas subterráneas en mal estado cuantitativo.

En España hay una gran experiencia de gestión de las comunidades de regantes de aguas superficiales, que están en el origen de las confederaciones, pero menos en aguas subterráneas. Las existentes se centran en la parte meridional española, algunas formadas debido a declaraciones de sobreexplotación de acuíferos y a las que obliga la normativa. En la cuenca del Duero ha sido llamativo el interés por formarse voluntariamente en las zonas con mayor explotación de las aguas subterráneas, y los trabajos iniciados por la CHD en 2014 para fomentar estas figuras asociativas.

El uso intensivo de las aguas subterráneas ha provocado una importante disminución en los niveles piezométricos de aquellas masas de agua que mayor volumen de extracción soportan. Un descenso de niveles que ha afectado a la descarga en fuentes y manantiales, a la relación río-acuífero –invirtiendo el sentido del flujo en algunos casos–, a la movilización de aguas profundas con inadecuadas condiciones químicas para su uso, o a la desconexión con las aguas superficiales, en general en ríos y zonas húmedas, afectando a ecosistemas dependientes de la aportación de las aguas subterráneas. Para tratar de dar solución a esta situación, el Organismo de cuenca ha apostado por las CUAS como una solución adecuada para posibilitar la rotación de cultivos en explotaciones sin base territorial cuando se sitúan en una misma masa de agua, sin que se produzca un incremento de extracciones.

Fruto de ese trabajo, desarrollado de forma conjunta entre la CHD y las comunidades de regantes, hoy en día en la cuenca del Duero hay constituidas 37 CUAS que ordenan el uso del agua en una superficie potencial de riego de más de 80.000 hectáreas, con una superficie de derechos aportados de 18.000 hectáreas, que corresponden a un volumen anual de 104 hm3. Un trabajo que cumple con el objetivo de garantizar el buen estado de las masas de agua, asegura un uso eficiente del recurso y permite que el agua llegue a todos los usuarios.

• Temas
• ACOR
• Confederación Hidrográfica del Duero
• Agricultura