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El sindicato médico CESM denuncia que la Consejería de Sanidad «no sólo no hace nada frente a la falta de médicos, sino que la oculta y busca parches para disimularlo». Los datos de un informe de este sindicato en las diferentes zonas de salud «demuestran ... que la plantilla de médicos está muy por debajo de los 2.295 médicos de familia que publican en sus documentos», destaca José María Soto.
«Ese es el número total de médicos de la plantilla orgánica de toda la Atención Primaria de la comunidad; pero la realidad es que una parte importante de estas plazas de plantilla están vacantes, no encuentran ningún médico para cubrirlas, ni tampoco se hace ningún esfuerzo por conseguirlo, porque esta consejera (Verónica Casado) y todo su equipo se han rendido frente a este problema». Explican estas fuentes sindicales que 283 es el número de vacantes sin cubrir entre médicos de área, lo que afecta más a la atención continuada y de equipo que tienen sus tarjetas sanitarias asignadas, que «nuestra organización ha conseguido contar en cada área de salud. Es una cifra de mínimos porque muchas gerencias no dan estos datos, por lo que podría ser aún mayor».
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Así, «podemos ver que más de un 12% de los médicos que están en plantilla, que están presupuestados y que deberían estar prestando asistencia no están y la única actuación de esta Consejería y sus gerencias es ocultarlo, no ofertar sus plazas y diseñar planes que las amorticen y las crean de otras categorías usando ese presupuesto, como el Plan de Segovia».
La política que se ha instaurado en muchas gerencias, añaden, es la de «mejor reducir las plazas de médicos en plantilla porque así no hay que cubrirlas».
«Por supuesto –añade– toda la población está atendida porque cuando no se cubre una vacante, los pacientes se asignan a otro médico, pero esto supone un sobreesfuerzo para estos facultativos, que ya se puede valorar, como mínimo, en un 12% más». «Como respuesta al sobreesfuerzo que supone atender a la misma población con esta carencia de plantilla, Sacyl no paga las retribuciones que tiene que costear por ley (productividad variable, acumulaciones…), no ofrece ningún incentivo ni mejora de las condiciones laborales que atraiga a los médicos; solamente nos ofrece parches que deterioran la calidad asistencial y exigen un mayor trabajo por parte de los profesionales médicos».
Destaca la Cesm que «si el diagnóstico está claro, hay falta de médicos, no entendemos que la atención se refuerce con otros profesionales, como muestra el Plan de Sanidad».
En la última Mesa Sectorial, la CESM «ha vuelto a reiterar su voluntad de negociar y su compromiso de diálogo. Coincidimos en el diagnóstico, pero no estamos de acuerdo con el tratamiento que nos está mostrando la Consejería en su quehacer diario y en sus documentos. Además, el oscurantismo y la falta de datos que demuestra nos hacen temer que no se busca el diálogo, el acuerdo, sino únicamente el asentimiento», insiste José María Soto.
La Consejería de Sanidad destaca a este respecto que, «en Castilla y León, hay 1.680 consultorios con menos de 50 tarjetas sanitarias; pero todos ellos tienen un médico asignado. No se ha quitado ninguno de ningún consultorio. Lo que sí puede pasar –añade– es que haya alguno en el que se haya jubilado el médico y esa plaza no se haya cubierto todavía. En ese caso, los pacientes son atendidos por el resto del equipo, pero puede que no les atienda siempre el mismo. El objetivo es hacer las modificaciones necesarias para que a esas personas, se les asigne un médico en concreto dentro del equipo y les atienda siempre el mismo». Por tanto, «no hay consultorios sin médico», concluye Sacyl.
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