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Pasar la inspección técnica del coche se ha convertido en otro ejemplo de la asimetría de la España autonómica. Entre acudir a una estación de una u otra comunidad puede haber diferencias de precio que llegan casi al triple. Las tarifas y su actualización es ... competencia autonómica y mientras en unos sitios se aplican subidas moderadas o, incluso, la congelación; en otros se opta por vincularlas al IPC. Es el caso de Castilla y León, que con el estreno de 2023 ha visto incrementado el coste lo mismo que la inflación anual de septiembre de 2022, es decir, el 8,9%. Esta subida situará las tarifas de la región aún más por encima de una media nacional a la que actualmente ya superan en casi el 10%.
Cerca de cuatro euros más de coste es el resultado de la actualización de las tarifas a percibir por las entidades concesionarias por el servicio de ITV de Castilla y León para el año 2023, según la resolución publicada en el Bocyl el 28 de diciembre pasado. La Dirección General de Industria tiene la competencia para fijar los precios y estima que «considerando que el incremento relativo del Índice de Precios al Consumo para el conjunto del territorio nacional, contado desde el 1 de octubre de 2021 hasta el 30 de septiembre de 2022, se ha establecido en el 8,9%, se deben actualizar las tarifas considerando este incremento».
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Desde el 1 de este mes, el coste de pasar en la comunidad la ITV de un coche diésel es de 56,25 euros, resultado de sumar la inspección (28,61 euros), el control de emisiones (14,42), el 21% de IVA y los 4,20 euros de la tasa de Tráfico. Por un vehículo de gasolina se deben abonar 47,62 euros, ya que el control de emisiones catalizadas es de 7,29 euros. En la región hay 41 estaciones de ITV explotadas por los grupos Itevelesa, Atisae y ATI.
Los precios de la ITV en Castilla y León son los quintos más altos de España en el caso de la gasolina (tras Cantabria, la C. Valenciana, Madrid y el País Vasco) y los sextos (además, Aragón) en el diésel. El precio medio de la ITV en las 17 comunidades en 2022 fue de 35,98 euros para los turismos de gasolina y de 43,51 euros para los de motor diésel (con IVA y sin tasa de la DGT), según un estudio comparativo de la asociación de consumidores Facua, que detecta diferencias de hasta el 185% en las tarifas de ITV en función de la comunidad.
Ya el año pasado, los precios de las estaciones de ITV de Castilla y León fueron un 10,8% (gasolina) y un 9,9% (diésel) más caros que la media nacional. El año pasado, once autonomías subieron sus precios con respecto a 2021 y un tercio de las tarifas fueron congeladas. La subida media fue del 3,6% para un turismo de gasolina y el 4,3% para uno de gasoil.
En 2012, la Junta sí congeló las tarifas durante cuatro años, periodo durante el que el consejero de Economía Tomás Villanueva promovió también una rebaja del 20%, tras publicarse que las tarifas de la ITV de Castilla y León eran las más altas de España. La medida fue recurrida por las empresas concesionarias y estuvo vigente hasta que la Justicia resolvió que tenían derecho a la actualización automática de tarifas, según la normativa y sus contratos de concesión. En apenas cinco años, desde 2017 a 2022, los precios para el público de la comunidad han vuelto a encaramarse a la parte alta de la clasificación autonómica.
La Comunidad de Madrid tiene el servicio de Inspección Técnica de Vehículos liberalizado y las tarifas no están reguladas por la administración autonómica sino que cada empresa cobra los precios que estima oportunos. Allí, según explica Facua, «las empresas aplican diferentes descuentos para tratar de atraer clientes en función de los horarios a los que se solicite la cita previa para la inspección o si se contrata a través de medios telemáticos».
En la mayor parte de comunidades existe el régimen de concesión pública para la explotación de las estaciones de ITV, si bien en algunas es la administración autonómica la que explota directamente el servicio a través de empresas públicas. Es el caso de Andalucía o Asturias.
El sector de la ITV ha planteado combatir el elevado número de vehículos que circula por las carreteras españolas sin tener la inspección técnica al día mediante el uso de la infraestructura de cámaras de las zonas de bajas emisiones (ZBE) para detectar los vehículos con la tarjeta caducada. La Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos recuerda que en Madrid, por ejemplo, en la actualidad hay 155 cámaras dispuestas estratégicamente, mientras que Barcelona está desplegando 110 dispositivos, «unas cámaras que podrían servir para algo más que para detectar los vehículos más contaminantes en función del distintivo ambiental de la DGT». Así, Aeca propone el uso de estas infraestructuras para llevar a cabo la detección de vehículos con la ITV caducada, debido a que existe un gran número de instalaciones con un grado de automatización elevado, que permite cruzar la información de las imágenes detectadas con los datos del Registro General de Vehículos de la DGT. Para las empresas, el cruce de información es «clave para conocer si efectivamente el vehículo es o no potencialmente contaminante, ya que el hecho de que tenga distintivo ambiental no garantiza necesariamente que cumpla con la normativa aplicable en materia de emisiones si no tiene la ITV en vigor».
Con datos de 2022, la C. Valenciana es el territorio con la tarifa de ITV más alta para turismos de gasolina, 48,55 euros. Le siguen el País Vasco (47,44 euros) y la Comunidad de Madrid, donde la media de las estaciones encuestadas, que fijan las tarifas sin regulación autonómica, es de 45,40 euros. Las tarifas más económicas para las inspecciones de turismos de gasolina corresponden a Mallorca (en Baleares la gestión depende de cada Consejo insular), 17,01 euros, Murcia (22,30 euros en la única estación explotada por el Gobierno autonómico, en la localidad de Alcantarilla), Andalucía (26,19 euros para los vehículos de menos de 1.600 centímetros cúbicos y 35,40 euros en el resto) y Extremadura (en las estaciones gestionadas por la administración), con una tarifa de 29,25 euros.
En cuanto a las tarifas de las ITV para turismos diésel, la C. Valenciana es la más cara con 63,22 euros (el Tribunal Supremo anuló las rebajas aprobadas por la Generalitat en 2014 y 2019 y obligó a volver a unos precios que supusieron aumentos de hasta el 43,2%), seguida de Madrid con 59,24 euros de media. Las tarifas más bajas son las de las estaciones públicas de Extremadura (29,25 euros), las de Andalucía para turismos de menos de 1.600 cc. (30,79 euros), la única estación pública de Murcia (30,90) y las de Mallorca (30,92).
Por otro lado, la resolución de la Consejería de Industria, Empleo y Comercio que actualiza las tarifas en Castilla y León establece que, en aplicación de la Estrategia Regional de Vehículos de Energías Alternativas, la subida aplicada a la inspección periódica de los vehículos eléctricos puros de menos de 3.500 kg deja el coste en 2023 será de 14,31 euros.
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