En el País Vasco tenían claro que el lunes, el pasado lunes, ya podían empezar a volver a las aulas. Que dos meses de teledocencia son más que suficientes. Y se encontraron de bruces con las dudas médicas, las recomendaciones restrictivas de los pediatras, las ... reticencias de los profesores y el temor de las familias, que pasadas ya las 'vacaciones' de Semana Santa, el final de la segunda evaluación y casi toda la tercera, ven poca ganancia para tanto riesgo.
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Así que no volvió nadie. Ni lo hará de momento.
En Castilla y León tampoco. El comité de expertos andaba analizando estudios, investigaciones, 'papers' científicos sobre los efectos del coronavirus en los niños y si son o no 'contagiadores' a gran escala. Como todos los médicos, que tratan de encontrar vías de ataque contra este virus que hace seis meses se desconocía. El microbiólogo Ortiz de Lejarazu lleva unos días dándole vueltas al asunto en sus redes sociales, seminarios 'online' incluidos. «Como medida de precaución parece bueno haber cerrado escuelas y guarderías al principio de la epidemia», escribía el 10 de mayo. Pero el día anterior consultaba un artículo, publicado en una revista científica, que señalaba «la posibilidad de que los niños no actúen como supertransmisores«.
Coronavirus en Castilla y León
La publicación en cuestión, en 'BMJ Journals', rubricada por los doctores Alasdair Munro y Saul Faust, del Southampton Biomedical Research Centre, ponía ejemplos en los que casos confirmados de positivos 'infantiles' en entornos cerrados como un colegio o un campamento de esquí no habían derivado en una infección masiva. Y señalaba el artículo: «Ahora mismo, los niños no parecen ser supertransmisores. Los datos de sero-vigilancia no estarán disponibles para confirmar o refutar estas investigaciones antes de tomar las decisiones urgentes que deben tomarse en las próximas semanas. sobre cómo y cuándo reabrir las escuelas».
El pediatra e investigador Federico Martinon, que acaba de publicar un trabajo sobre los 'supercontagiadores' del coronavirus Sars-Cov-2, señalaba en Twitter que «por otros trabajos parece poco probable que los niños tengan ese papel». Y añadía: «A diferencia de otras infecciones, parece que es mucho más habitual el patrón de 'adulto contagia niño' que al revés.
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¿Y entonces qué? Pues como concluyen los investigadores, habrá que basarse en el balance riesgo-beneficio.
En Inglaterra, Boris Johnson anunció una reapertura paulatina del curso académico. Apostaba por regresar, «si la ciencia lo apoya», el 1 de junio. Que los chavales, decía Johnson, tocaran pizarra antes de las vacaciones. La idea era comenzar por los alumnos de 'Reception' (4 años de edad), e incluir a los de 'Year 1'y 'Year 6', estos es, de 5 y 10 años, para ir introduciendo progresivamente al resto de los estudiantes de Primaria. Los de Secundaria, en tanto, se despedían hasta sepiembre, contaba la BBC.
Especiales coronavirus
Diez sindicatos de profesores respondieron con una carta en la que le advirtieron de que abrir demasiado pronto podría provocar un repunte.
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Y aquí habría que añadir un aspecto clave en la comparación con Castilla y León. Los estudiantes británicos tienen clase hasta la tercera semana de julio. En Castilla y León apenas quedarían, si se regresara hoy a las aulas, 23 días lectivos. Y en ningún caso, evidentemente, serían tantos.
«Hay unas consideraciones epidemiológicas y otras formales, que dependen del Ministerio de Educación y de la Consejería. Lo que nos transmite la Consejería es que los niños no podrán volver presencialmente antes de final de curso. En el mejor de los casos no pasaríamos a fase 2 de manera general en Castilla y León hasta el 8 de junio y Bachillerato ya habría acabado y al resto le quedarían diez días de clase», razonaba el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea.
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Así que, por mucho que avancen las fases, no habrá clase presencial. Ni en Bachillerato, de cara a esa Selectividad (EBAU) que se celebrará los días 1, 2 y 3 de julio, explican desde la Consejería de Educación. En todo caso, está previsto que continúen los programas de refuerzo educativo que se celebran en julio para los alumnos de 4º de Secundaria que necesiten obtener el título. Un programa que tiene un número reducido de alumnos, por lo que se puede garantizar la seguridad en el retorno a la actividad presencial.
Más allá de esto, casi circunstancial, aparece septiembre. Y ahí una vuelta al cole que se antoja complicada. De hecho, ni siquiera la ministra de Educación, Isabel Celaá, lo tiene claro. En su comparecencia en el Congreso dejó claro que la responsabilidad última recaerá en Sanidad y, por tanto, en los criterios epidemiológicos.
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«No se puede decir nada con seguridad», admitió sobre la vuelta a los centros educativos.
Lo único que parece tener claro el Gobierno es que, de regresar, habrá que hacerlo con tal prudencia que es posible que haya que duplicar las clases para que los grupos se reduzcan. Ahí entra otra pata, claro: el profesorado. Porque si no hay refuerzo de plantillas, será muy difícil acometer en condiciones un 'desdoble' de grupos o una educación 'por turnos', mitad presencial, mitad a distancia.
El número de partida en Castilla y León es 15 alumnos por clase. En secundaria, la ratio permite 30. En Bachillerato, 35. En Infantil y Primaria, 25. En esas condiciones, el modo de aumentar la distancia, explicó, puede consistir en aprovechar «todos los espacios físicos de los centros», como bibliotecas, gimnasios o salones de actos«, informa Efe. Anexiones excepcionales que forman parte de una situación excepcional. Tanto, que después de 67 días de confinamiento ni siquiera se sabe si los niños contagian o no, si es mejor que vuelvan al colegio o que se queden en casa.
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El regreso a las aulas, considera la Asociación Española de Pediatría, debería producirse al rvés de las etapas educativas. Los más mayores, de 12 a 16 años, antes. «El nivel de riesgo de contagio puede ser más bajo porque el alumnado ya habrá aprendido la responsabilidad de las medidas de distanciamiento, higiene y protección, pero deberán de reforzarse», aclaran. Para eso piden una distribución de alumnos diferente, con grupos reducidos, o con escolarización «intermitente o fraccionada» que deberia practicarse también en Primaria. En esa etapa proponen «priorizar como presenciales las materias más esenciales» y consideran «muy importante incluir la jornada educativa alternativa en domicilio, de mañana o tarde para trabajo 'online'».
En cuanto a Educación Infantil, los pediatras advierten del riesgo de contagio «por la enorme dificultad de cumplir las medidas de aislamiento; por la necesidad de contacto físico estrecho entre el profesor-cuidador y los niños», especialmente en las edades de 0 a 3 años. «La recomendación general es, que no se incorporen a las escuelas infantiles, en la medida de lo posible, hasta el control total de la epidemia». Verónica Casado anunció ayer que no abrirán hasta septiembre. «En cuanto a las guarderías sin carácter educativo, será una cuestión meramente sanitaria y decidirá la Consejería de Sanidad», añadió.
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