Castilla y León decide ahora aplicar el pasaporte covid tras el aval judicial en el País Vasco

El pasaporte covid servirá para vetar el acceso a las personas que no hayan querido vacunarse frente a la covid-19. Francisco Igea, vicepresidente y portavoz de la Junta, confirmó ayer que el Gobierno autonómico tendrá sobre la mesa en su próxima reunión semana, la del jueves día 9, la aplicación de esta medida.

El espaldarazo definitivo para que la Junta de Castilla y León haya reactivado la opción del pasaporte covid lo ha dado el Tribunal Supremo, avalando su aplicación en el País Vasco.

Los Servicios Jurídicos de la Junta habían analizado la legalidad de la «herramienta», circunscrita inicialmente para aplicar en el acceso a hospitales y albergues. En este último caso por ser instalaciones con dormitorios de uso común, no individuales.

El respaldo de los magistrados del Alto Tribunal a su aplicación en locales de hostelería y restauración y de ocio ha variado ese planteamiento del Gobierno de PP y Cs, que la próxima semana, tras el macropuente festivo de la Constitución y la Inmaculada, analizará una aplicación en Castilla y León 'a la vasca'.

Será entonces cuando se confirme o no si la Junta impondrá esta restricción a los no vacunados, pero el mero hecho del anuncio oficial del portavoz de que va a Consejo de Gobierno es significativo.

«El Tribunal Supremo crea jurisprudencia y eso nos da más facilidad», valoró el vicepresidente de la Junta. Igea avanzó que el alcance del pasaporte covid que baraja el Gobierno que preside Alfonso Fernández Mañueco abarcará «todas las posibilidades que la sentencia del Supremo contempla en el País Vasco».

El Alto Tribunal ha dado la vuelta a la sentencia de Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del País Vasco, que falló contra la obligatoriedad de tener que presentar el certificado de vacunación para entrar en restaurantes con capacidad para más de 50 comensales en discotecas, salas de baile, salas de fiesta con espectáculo, bares musicales o karaokes, como planteaba el Gobierno de la comunidad vecina.

Los jueces del tribunal vasco sostenían que la medida limitaba derechos fundamentales a mayores de 12 años y permitía la entrada de niños en establecimientos cuando en este momento son más contagiadores. También que en el caso de los karaokes restringía la creación artística.

La Junta de Castilla y León reactiva la «herramienta» del pasaporte covid para frenar la transmisión del virus en esta sexta ola, una semana después de que frenará esa iniciativa y decidiera dar un impulso a la vacunación de personas no inmunizadas y del pinchazo de la tercera dosis, priorizando a los mayores de 60 años y al personal sanitario y sociosanitario, reabriendo los vacunódromos.

Los expertos coinciden en que la implantación del pasaporte covid tendrá un efecto de movilización de las personas que hasta el momento han optado por no vacunarse y que pueden cambiar de opinión ante las restricciones de entrada en locales e instalaciones.

A falta de conocer los detalles que esgrimen los integrantes de la Sección Cuarta de la Sala Tercera del Tribunal Supremo para tumbar la sentencia del TSJ vasco, sí ha trascendido que la decisión no es unánime. Incluye el voto particular del magistrado castellano y leonés Antonio Fonseca Herrero.

Coincide en el calendario con la autorización por parte del Tribunal Superior de Baleares a su aplicación en las islas y la denegación de la medida al Gobierno andaluz desde el TSJ de esa comunidad, al no haber acotado el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno el tiempo de aplicación de la restricción.Castilla y León superó el miércoles el umbral de los 900 casos positivos diagnosticados en un día y este jueves templó esa cifra de contagios declarados, pero aún así supera los 800 casos (840).

Francisco Igea aseguró que no hay datos que hagan pensar en un aumento de la letalidad y la transmisibilidad del virus de la variante ómicron, pero los responsables sanitarios de la comunidad están vigilantes ante la evolución de esta sexta oleada de la covid-19. Enfocando la alerta, principalmente, hacia dos indicadores: las tasas de ingresos en planta y en UCI por 100.000 habitantes en 7 días.

Igea concretó que en el primer caso Castilla y León se encuentra en nivel de riesgo bajo y, en el segundo, de nueva normalidad. Los hospitales de la comunidad atienden en este momento a 228 pacientes con complicaciones ingresados en sus plantas, a los que hay que sumar otros 47 en situación crítica que están en camas de Cuidados Intensivos.

Esas dos cifras eran, hace una semana, de 178 contagiados en planta y 22 en UCI.La incidencia acumulada media en Castilla y León a 14 días es de 295,8 casos por 100.000 habitantes, con tendencia a empeorar, puesto que solo en los últimos 7 días es de 172,7. La buena noticia del balance de ayer es que en las 24 hora previas no se registraron víctimas mortales.