Todos los indicadores de riesgo mejoran pero las UCI siguen al límite

La incidencia a 14 y a 7 días era este sábado de 1.038,87 y 383,14 positivos, respectivamente, por cien mil habitantes, similar a la de la segunda semana de enero justo antes de que empezara el repunte que disparó los datos hasta el mayor pico, hasta ahora, de esta tercera ola que hace diez días encendió todas las alertas.

También registra una buena evolución el dato de tasas acumuladas en mayores de 65 años, una población especialmente vulnerable, que ahora se sitúan en 801,04 positivos y 281,57 por cien mil habitantes a 14 y 7 días vista. Además, el número de personas que cada positivo contagia ha bajado progresivamente en todas las provincias hasta el 0,69 autonómico. También las muertes bajan hasta 28 decesos.

En riesgo 'medio' está la positividad de las pruebas. Este es un indicador fundamental para los expertos para conocer la expansión del virus. Este sábado era del 7,79% de los test realizados los que confirmaban diagnóstico de infección, más de dos puntos menos que hace solo una semana y cinco que hace dos. En cuanto a la trazabilidad, la posibilidad de perseguir los contactos estrechos, tiene una mejoría muy lenta pero ha subido al 54,27%, que se considera un nivel de riesgo medio.

De forma paralela a los contagios, los brotes registrados volvieron a bajar hasta los 1.098 con 7.632 casos vinculados, frente a los 1.123 de este sábado.

La ocupación de camas habituales por enfermos de covid es del 27,82% en planta y del 57,12% en servicios de atención a críticos. Son, efectivamente, las UCI el punto más débil del sistema y de la evolución de la situación pandémica, porque además, aun decayendo los casos, todavía pueden tener que sufrir mayor presión hospitalaria. Los hospitales atendían a 1.778 personas en planta infectadas por coronavirus y a otras 321 en UCI. Una cifra elevada, aunque es ya la tercera jornada que constata un descenso en personas ingresadas tras las 325 del viernes y los 328 del pasado jueves. Unas cifras que no han llegado a alcanzar los peores datos de la primera ola, aunque sí superan los de la segunda. Los servicios de Críticos extendidos siguen al 78% y son los hospitales de Salamanca y el RíoHortega de Valladolid los que más presión asistencial sufren.

Esta nueva etapa, lastrada por los contactos sociales y familiares de Navidad, parece empezar a remitir y una comparativa con las oleadas anteriores así lo avalaría. El miedo de los expertos es la irrupción de las nuevas variantes, especialmente la británica, que según los estudios del Reino Unido es mucho más transmisible y previsiblemente más letal. Madrid confirmaba este sábado el primer caso de la brasileña. La otra variable con respecto a anteriores olas, en este caso positiva, es el frente que suponen las vacunas.