Controles en Navacerrada, en el límite entre Segovia y Madrid, el pasado fin de semana. A. de torre
Coronavirus

Castilla y León permitirá viajar entre provincias, pero no prevé ampliar horario a los bares

Igea atribuye a un momento de «debilidad humana» la petición del alcalde de Burgos de abrir la hostelería en la ciudad

Susana Escribano

Valladolid

Jueves, 10 de diciembre 2020, 21:24

Castilla y León entra en un tiempo de alivio pandémico del que queda excluida Burgos capital. El Gobierno que preside Alfonso Fernández Mañueco ha ratificado la apertura, de la hostelería y los centros comerciales y deportivos de las provincias de Valladolid, Palencia, Soria, Zamora y ... Burgos (salvo en la capital), que se suman así a la flexibilización de medidas con las que ya convivían los ciudadanos de Segovia, Ávila, Salamanca y León.

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La apertura general del interior de bares y restaurantes y la vuelta a la vida de las grandes áreas comerciales desactiva los cierres provinciales que la Junta implantó en Castilla y León para abortar desplazamientos entre las provincias que mantenían estos servicios inoperativos y las que sí contaban con ellos. «Aunque haya distintos aforos (habrá provincias con hostelería al 33% y otras al 50%) no entendemos necesaria la perimetración provincial», argumentó Francisco Igea, vicepresidente y portavoz de la Junta, tras el Consejo de Gobierno en el que se concretaron las nuevas medidas. El dirigente aprovechó para pedir a los ciudadanos «que se muevan lo menos posible. Cuanta más movilidad, más transmisión del virus».

El respiro en las restricciones llega impulsado por un descenso del 37,21% en la incidencia acumulada de contagios en la última semana. «No es la mejor situación de todas, pero la tendencia nos tranquiliza, aunque hay que seguir siendo muy cuidadosos. No se nos puede olvidar por qué hemos conseguido este descenso», remarcó Verónica Casado, consejera de Sanidad. Castilla y León ocupa en este momento el noveno lugar en incidencia dentro de las 17 comunidades autónomas. Este jueves ha sido uno de los primeros días desde octubre, en los que la evolución de la covid-19 en la comunidad permitió a Igea y a Casado presentar cifras a la baja de manera generalizada: en incidencia (209 casos por 100.000 habitantes en 14 días), fallecidos (14), hospitalizados (781) e ingresados en UCI (176).

Castilla y León aplicará al cierre perimetral de la comunidad la estrategia de la prudencia defendida de manera reiterada desde la Junta. Estará en vigor hasta el 10 de enero. Esto implica la prohibición de entrada y salida salvo para las excepciones autorizadas: trabajo, consultas médicas, cuidados de personas vulnerables y trayectos de paso hacia otra región. La Junta habilitará días de acceso a Castilla y León en torno a Nochebuena, Nochevieja y Reyes, para participar en las reuniones familiares. El confinamiento se abre, solo para estos casos, del 23 al 26 de diciembre, del 30 de diciembre al 2 de enero y del 5 al 6 de enero.

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«El toque de queda sigue vigente a las 22 horas salvo en las noches del 24 y el 31», puntualizó Francisco Igea. El vicepresidentes se permitió un guiño navideño y precisó que tampoco regirá la noche del 5 de enero para «sus majestades los Reyes Magos y los pajes reales». Fue un pequeño paréntesis en los argumentos de la covid. Quizá fruto de una «debilidad humana», como la que Igea atribuyó después al alcalde de Burgos, el socialista Daniel de la Rosa, al valorar la petición del regidor de que pueda abrir el interior de la hostelería en una ciudad en la que el clima no es compatible con el servicio en terrazas. El portavoz precisó que hay indicadores y medidas uniformes para todo el territorio estatal y que la Junta va a mantenerlas. «Igual en Burgos, que en Palencia o León», apostilló.

También dio carpetazo a la demanda de los hosteleros de ampliar en una hora el horario de cierre. «Vamos a seguir manteniendo el mismo horario, porque es una medida que funciona. Quiero decir que estamos muy, muy lejos, del nivel que marca la nueva normalidad», subrayó. Ese lo encabeza una incidencia de menos de 25 contagios por 100.000 habitantes en los últimos catorce días y una red hospitalaria en la que los pacientes con covid estén en cifras casi testimoniales.

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Igea y Casado resaltaron que los expertos de la Junta siguen de cerca la evolución de la tendencia de contagios tras el puente festivo de la Constitución y la Inmaculada y no ocultaron su temor a que, si se baja la guardia en Navidades, aumenten los contagios y con ellos las hospitalizaciones y las muertes. «Estas vacaciones no son normales», advirtieron.

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