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Castilla y León va a mejorar este verano el sistema de avituallamiento de su operativo de extinción de incendios forestales, tras la última campaña de incendios, que junto a un balance de cuatro muertos, una superficie quemada de 97.872 hectáreas (65.537 en Zamora), ... dejó también críticas al suministro de comida y agua que recibía el personal que combatía los fuegos a pie de llama.
La empresa pública Somacyl, que depende de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, acomete en estos momentos la contratación de la adquisición de 6.360 raciones energéticas y otras 9.496 de comida para que los profesionales que acuden al ataque inicial de un fuego forestal tengan cubierta la reposición de fuerzas en las primeras horas de labor, hasta que dé tiempo a organizar el avituallamiento preferentemens con establecimientos hosteleros de la zona. El contrato de suministro salió el pasado día 18 a licitación por 148.492 euros y la fecha de 'cierre' del expediente es el 3 de mayo.
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Las fotografías de bocatas con apenas unas lonchas de embutido o de brigadistas haciendo cola en un supermercado para comprar agua circulando por las redes sociales generaron una honda polémica el verano pasado, con la Junta asegurando que eran excepciones anecdóticas sobre un avituallamiento en el que la norma no era esa, sino la de bocadillos, agua y fruta en cantidad suficiente. «Todas esas fotografía que aparecen de bocadillos con dos rajas de salchichón no son ciertas, eso no responde a la realidad del avituallamiento de Castilla y León ni de ningún operativo», rebatía el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones, a mediados de julio sobre una campaña de críticas con tal repercusión que llevó al conocido cocinero José Andrés a instalar las cocinas que su oenegé World Central Kitchen había montado meses antes en Ucrania tras la invasión rusa, a Castilla y León para atender a familias desalojadas de alguno de los incendios en Ávila y Zamora y a los profesionales del operativo.
Hay que siempre alimentar bien, especialmente a las personas arriesgando sus vidas y trabajando sin paro ni descanso. Especialmente incendios. Ayuda a la moral y es importante que tenga las calorías necesarias para un trabajo intenso! @jcyl por favor cuesta poco hacerlo bien https://t.co/PEkNc6eQhn
— José Andrés🇺🇸🇪🇸🇺🇦🥘🌈👨🍳 (@chefjoseandres) July 18, 2022
«Hay que siempre alimentar bien, especialmente a las personas que están arriesgando sus vidas y trabajando sin paro ni descanso. Especialmente incendios. Ayuda a la moral y es importante que tenga las calorías necesarias para un trabajo intenso! Junta de Castilla y León por favor, cuesta poco hacerlo bien», trasladó el mediático cocinero a través de Twitter compartiendo una foto difundida por la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla y León (Ampacyl) de un brigadista haciendo un descanso, que mostraba un bocadillo que era media barra de pan a la que le 'enseñaban' tres lonchas de embutido.
La evolución de los últimos años, con un aumento de incendios complicados que obligan a desplegar más personal durante más tiempo, con la necesidad añadida de facilitar alimentación y agua, ha llevado a la Junta de Castilla y León a incorporar en el reciente plan anual de prevención, vigilancia y extinción de incendios forestales de 2023 la «elaboración de un protocolo de manutención del personal durante su intervención en incendios».
Es la medida de mejora 5.4 de esa planificación y el documento recoge que «aunque en todos los incendios o emergencias en las que participa el operativo, el personal al que se asigna las tareas de logística se encarga de adquirir y distribuir agua y alimentos a todos los asistentes, se ha visto la necesidad de tener una dotación mínima de raciones energéticas que permitan que el personal tenga un mínimo recursos hasta que se entregue el avituallamiento». Eso permitirá, prosigue la argumentación de la medida que justifica este protocolo de manutención, que «se tengan raciones disponibles de forma más inmediata en los incendios de cierta entidad».
Desde la consejería que dirige Juan Carlos Suárez-Quiñones insisten en que el avituallamiento ha funcionado «relativamente bien a pesar de lo que se ha dicho y escrito», aunque se reconoce que podían darse algunas «carencias muy puntuales» en áreas donde casi no hay establecimientos de hostelería a los que recurrir para aprovisionarse. Enmarcan el nuevo protocolo en los primeros momentos del incendio. Se trata de que los integrantes de las brigadas movilizadas salgan de sus bases con un «pack de alimentación» que cubra sus necesidades durante las primeras horas de brega en el monte, «hasta que se organice el avituallamiento con los establecimiento locales, con comida cuidada. Siempre es mejor un bocadillo de lomo con pimientos que uno de embutido», explica José Ángel Arranz, director general de Patrimonio Natural y Política Forestal.
El avituallamiento del operativo desplegado en el monte es un aspecto de la logística que ha ganado peso a medida que los incendios han crecido en intensidad, requiriendo más personal y más días para su extinción. Los fuegos «catastróficos» a los que con mayor frecuencia se enfrenta ahora el operativo, según recoge la propia Junta en el Decreto-Ley de medidas urgentes que ha llevado a las Cortes, han hecho crecer el peso que tiene la provisión de comida y agua a los profesionales que luchan contra las llamas.
El aprovisionamiento sobre el terreno, básico en incendios medianos y grandes (estos son los que superan las 12 horas de extinción), se encarga a la empresa pública estatal Tragsa, que suele contactar con restaurantes de la zona. Hay provincias en las que se realiza en convenio con asociaciones de hosteleros.
La incorporación de los 'kit' de avituallamiento para cubrir las primeras horas de trabajo en un incendio parte de una experiencia desarrollada durante dos años en Salamanca, en la que han participado expertos en dietética y preparadores físicos de la Universidad de Salamanca. Cuando el personal del operativo atiende un aviso no sabe si el fuego se quedará en un conato, será algo de mayor entidad o desembocará en un gran incendio. Esos paquetes permiten reponer fuerzas en el monte, en zonas muchas veces aisladas y a horas que pueden ser intempestivas. Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio avanzan que está en estudio ver si es viable un avituallamiento con comida en caliente, con platos de guiso en lugar de bocadillos. Es una opción que implica una mayor complicación logística, por lo que conlleva de acercar esa alimentación al monte sin que pierda gusto y con plenas garantías sanitarias.
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