Castilla y León encabeza un año más el consumo de carne, con 52 kilos por persona

De manera más detallada, el consumo per cápita en España se situó en 639,12 kilos mientras que enCastilla y León la cifra se eleva hasta 651,04 kilos. En cuanto al gasto, mientras que la media nacional por persona es de 1.610,30 euros, en la región es de 1.662,94 euros.

Como datos más significativos del informe que se acaba de presentar, las compras de alimentos frescos se rebajan un 9,1 % a lo largo del año en el conjunto del país. En el caso de la carne, cae el 10,1 %, pero también bajan pescado o huevos; azúcar (-13,4 %), aceite (-13,1 %), legumbres (-9,9 %) o las frutas y hortalizas transformadas (-10,3 % )

Por el contrario, sube la alimentación ecológica (0,6 %), el jamón ibérico (9,3 %), bacalao (20,3 %), mariscos y moluscos cocidos (5,7 %), pan fresco integral (40,6 %), aceite de orujo (33,6%), así como productos sin lactosa, como yogures y queso, otros de menor peso como edulcorantes, y determinados tipos de café y sucedáneos.

A la vista de estos datos, el catedrático de Endocrinología y Nutrición de la Universidad de Valladolid y Jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario, Daniel A. de Luis Román, explica que «podemos observar ciertas modificaciones en el consumo, algunas de ellas pueden ser beneficiosas para la salud como una disminución en global del consumo de alimentos que aportan proteínas en nuestra dieta, como pueden ser los huevos, pescado y carne». En este sentido, añade que las dietas en los países occidentales «se caracterizan por un exceso de consumo de proteínas, que debe situarse alrededor de 0,8 y 1 gramos de proteínas por kilo de peso de la persona y por día. Para que podamos entender estas cifras, 100 gramos de cualquier carne pueden tener 20 gramos de proteínas y 100 gramos de pescado entre 15 y 18 gramos».

En cuanto al aumento del consumo del pan integral, «también es interesante al incrementar el aporte de fibra en la dieta. No obstante, existe una disminución del consumo de legumbres, frutas y hortalizas. Estos tres grupos de alimentos son buenas fuentes de fibra, y además de vitaminas y minerales. Por tanto debemos potenciar su consumo diario».

Un año más, el informe revela que los habitantes de Castilla y León son los mayores consumidores de carne del país, con una ingesta de 52,22 kilogramos por persona, superando en 7,48 kilos la cantidad media por persona del total España, el equivalente a consumir un 16,7 % más de carne que el promedio nacional. Aún así, la cifra regional ha descendido con respecto al ejercicio anterior cuando se situaba en 57,49 kilos por persona.

El catedrático recuerda que el consumo excesivo de carne, sobre todo de carne roja, «puede ser perjudicial para la salud» pero sobre todo, «comer carne procesada como salchichas, hamburguesas o embutidos aumenta el riesgo de sufrir cáncer, según ha concluido un panel de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)». En concreto, punta a un trabajo publicado en el 'Lancet Oncology' en el que «demuestra que este tipo de carnes se asocian con una mayor incidencia del cáncer colorrectal. Además, señala, «hay una asociación positiva» entre el consumo de estos alimentos y el cáncer de estómago. En concreto, calcula que el consumo diario de 50 gramos de carne procesada aumenta el riesgo de cáncer colorrectal el 18%. Pero ese consumo ha de ser continuo, durante años, para tener ese efecto».

Por tanto, la recomendación a la población es «moderar el consumo de proteínas de origen en carnes, primando el consumo de proteínas de pescado, leguminosas y lácteos. Por otra parte, dentro del consumo de carnes debemos fomentar el de aves, conejo y si son carnes rojas, que sean no procesadas».

En el caso de los castellanos y leoneses, de los 52,2 kilos de carne que se consumieron por persona en 2021, 39,7 kilos eran de carne fresca. La carne de pollo es la favorita, con 13 kilos por persona, seguida de cerdo, 12,9 kilos; vacuno, 6,8 kilos; ovino, 1,8 kilos y conejo, un kilo.

El profesor de Luis Román reconoce que en la actualidad «están de moda los alimentos ecológicos, aunque el incremento en su consumo es mínimo (0,6%)».

Los alimentos ecológicos agrupan a aquellos productos vegetales que se cultivan y procesan sin utilizar abonos sintéticos (nitrogenados o fosforados) ni pesticidas sintéticos, ni conservantes sintéticos, ni tampoco irradiación. En el caso de las carnes, se obtienen sin piensos sintéticos y se crían sin medicamentos (vacunas, hormonas, antibióticos).

«Este tipo de producción hace que los alimentos ecológicos contengan menos sustancias contaminantes y nutrientes con acciones prooxidantes y proinflamatorias. Uno de estos datos más llamativos es la disminución de nitratos, de este modo las espinacas y lechugas ecológicas contienen casi un 30% menos de estos productos. También disminuye la presencia de pesticidas», declara el experto de la UVA.

«Nos podríamos preguntar si el modo de cultivo influye sobre el aumento de micronutrientes, y la respuesta es afirmativa. Existen trabajos que han demostrado un aumento en las cantidades de vitaminas, minerales, fitoquímicos (carotinoides, bioflavonoides...), grasas omega 3, y proteínas, y una menor cantidad de grasas saturadas «malas»; que los alimentos convencionales».

Por último, concluye que una dieta equilibrada es aquella que incluye «la presencia de todos los grupos de alimentos de una manera razonable, permite tener una dieta saludable que nos protegerá de determinadas patologías y mejorará nuestro bienestar».

«Tenemos que huir de dietas que plantean modificaciones inadecuadas de nuestra alimentación y que pueden presentar graves perjuicios, como por ejemplo las denominadas genéricamente dietas milagro», destaca.

Recomienda recurrir a información contrastada como la que aparece en el manual '101 alimentos para tener en tu casa', firmado por el propio doctor y publicado por la Universidad de Valladolid.