Castilla y León elimina restricciones de aforos desde el martes, salvo en eventos deportivos

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¿Qué se podrá hacer en Castilla y León en situación de 'riesgo controlado'?

El Norte

Siguen vigentes las restricciones generales: mascarillas obligatorias en interiores y también al aire libre siempre que no se garantice una distancia interpersonal de metro y medio y ventilación de espacios cerrados. El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, ha aclarado que la mascarilla sigue siendo obligatoria en los patios de colegios e institutos. En los primeros porque están los niños sin vacunar, al tener menos de 12 años la inmensa mayoría, y en los centros de Secundaria, pese a que el porcentaje de vacunación es muy elevado, Igea ha justificado la obligatoriedad en ese condicionante del metro y medio de distancia.

La Junta mantiene también las medidas que se aplican en las visitas a las residencias de mayores y en la regulación de entradas y salidas a estos centros, tanto de nuevos ingresos como de las personas que acuden al médico o salen a hacer gestiones o a pasear con familiares. En eso no habrá cambio. Sigue igual

Las restricciones de aforo sí que regirán en los eventos deportivos multitudinarios, como los estadios de fútbol de la liga profesional y la Liga ACB de baloncesto, ya que estas últimas fueron aprobadas por el Sistema nacional de Salud y rigen, de momento, hasta el 30 de septiembre.

El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, destacó la buena evolución de los datos de epidemiológicos en la comunidad, con un repliegue de los contagios que sitúan a Castilla y León a la cola de España en positivos y que el dirigente autonómico vinculó con el elevado porcentaje de ciudadanos que imnunizados. El 90,5 % de los mayores de 12 años han recibido una dosis en la comunidad, y el 86,5% tiene la pauta de vacunación completa.

«Hay 16 comunidades con una incidencia más alta que la nuestra y eso dice mucho de la eficacia de la vacuna», ha argumentado el vicepresidente de la Junta, que ha interpretado el paso hacia la «situación de riesgo controlado» como un avance que sitúa a los ciudadanos de la comunidad «más cerca» de poder afrontar con «normalidad» su vida cotidiana o su actividad económica y laboral.