Castilla y León tiene el doble de beneficios fiscales que antes de la pandemia

Esta pérdida de ingresos se incrementa todos los años con las novedades que van introduciéndose. Si se observa la evolución del presupuesto de beneficios fiscales derivados de la normativa de Castilla y León en los últimos ejercicios se constata que las medidas para 2023 suponen un incremento del 18% con respecto a 2022 y harán que la cantidad se duplique con creces frente a las aprobadas entre los años 2016 y 2018, cuando no llegaban a 300 millones.

En concreto, en 2016 el Presupuesto cifraba la pérdida de ingresos en 263 millones y un año más tarde, en 283,57 millones. En 2018 se quedaron a las puertas de los 300 millones, mientras que en 2021 (entre medias hubo prórrogas presupuestarias), en 377,13 millones.

En el caso del Impuesto sobre la Renta, existen deducciones por familia numerosa, por nacimiento o adopción, por cuidado de hijos menores de 4 años, por discapacidad, por la adquisición y rehabilitación de vivienda por jóvenes en núcleos rurales, así como para fomentar la movilidad sostenible, entre otras. Todas ellas permitirán a los contribuyentes dejar de tributar por 40 millones de euros este año.

A esta cantidad hay que sumar la nueva reducción del tipo impositivo aplicable al primer tramo de la tarifa del IRPF desde el 9,5% al 9%. Las simulaciones de la Dirección General de Tributos apuntan a que supondrá un ahorro fiscal de más de 22 millones de euros anuales, a partir de este mismo ejercicio.

Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, Patrimonio y la Tasa del Juego son tributos que gestiona y recauda la Junta y en los que existen beneficios fiscales que producen pérdida de ingresos por dos vías: las medidas que fija el Gobierno y las que añade la Junta. En Sucesiones y Donaciones, la deducción más relevante está en vigor desde mayo de 2021, cuando se aprobaron las bonificaciones del 99% en la cuota en ambos hechos imponibles para familiares directos.

Existen otras, que tampoco son nuevas, para quien hereda una empresa o explotación agrarias, dona dinero para crear un negocio o una vivienda habitual, etc. Los beneficios derivados de la normativa estatal merman las recaudación en 113,30 millones; mientras que los articulados por la comunidad suponen un ahorro fiscal para por contribuyentes de 515 millones.

El tributo que más fondos aporta al erario autonómico es Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos. La principal novedad de este año es la introducción de un tipo reducido del 2% para las adquisiciones de inmuebles destinados a sede social de empresas o negocios en un núcleo rural. Se ha rebajado también el tipo al 4% para la transmisión de una explotación agraria familiar o asociativa, mientras que otros beneficios afectan, por ejemplo, a la compra de la vivienda habitual, que es del 4% para las familias numerosas.

Las medidas que han sido tomadas por la Consejería de Economía y Hacienda tendrán en 2023 un impacto recaudatorio de 28,37 millones de euros, según la estimación de la Junta; mientras que los beneficios aprobados por el Ministerio de Hacienda supondrán 191,90 millones.

Por otra parte, derivados de la aplicación de la normativa estatal en los impuestos de Patrimonio, IRPF, IVA, Medios de Transporte, Bebidas Alcohólicas e Hidrocarburos, llegan a Castilla y León beneficios fiscales por valor de 1.983,79 millones de euros.

A diferencia de lo que ocurre en el IRPF, en el que según advierten desde el Consejo General de Economistas, «las comunidades regulan muchas deducciones, en general con poco coste recaudatorio porque se suelen establecer para contribuyentes con circunstancias muy concretas y, normalmente, con rentas bajas», los ciudadanos sí exprimen las deducciones de otros impuestos como Sucesiones y Transmisiones.

Así, en el último ejercicio del que se pueden extraer conclusiones, el de 2021, el Presupuesto cifraba la pérdida de ingresos por las medidas fiscales en 505,33 millones de euros, 335,51 de ellos por la normativa autonómica y 169,82 por la estatal. Al finalizar el ejercicio, el resultado fue que los ciudadanos dejaron de tributar por mor de los beneficios fiscales en una cantidad que ascendió a 582,13 millones.

De acuerdo con el Presupuesto de la Comunidad para 2023, Castilla y León ingresará 3.384,93 millones de euros por sus impuestos y la parte que le toca (50%) del IRPF. A la vez, dejará de ingresar por los beneficios fiscales 600,43 millones, lo que supone el 17,7%.

La mayor pérdida recaudatoria (73%) se producirá en Sucesiones y Donaciones, del que estima que llegarán 189 millones, frente a los 515,20 que se deducirán quienes tengan que abonar este tributo. Por el contrario, vía IRPF prevé ingresar 2.619,18 millones y ceder 40 a los contribuyentes, es decir el 1,5%.