Vacunación en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid A. mingueza
Vacunación covid

Castilla y León confía en llegar al verano con la primera dosis puesta a mayores de 50 años

Verónica Casado dice que el problema de AstraZeneca no es el rechazo a esa vacuna, algo que no han notado en la comunidad, sino la escasa cantidad de viales que llegan

Susana Escribano

Valladolid

Lunes, 12 de abril 2021, 21:19

La «prioridad absoluta» es vacunar cuanto antes a los mayores de 60 años, edad a partir de la cual se concentran las hospitalizaciones y los fallecimientos por covid-19, pero la Junta confía en llegar al verano al menos con la primera ... dosis puesta entre los castellanos y leoneses que han entrado en la cincuentena. Ese es el cálculo que han ofrecido este lunes, con todas las prevenciones del mundo, Francisco Igea y Verónica Casado, vicepresidente y portavoz y consejera de Sanidad del Gobierno de Castilla y León

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¿De qué va a depender? «De que lleguen las vacunas. Hemos sido capaces de vacunar a más de 27.000 personas en un día, al 1% de nuestra población. Si tenemos ya al 20% de los ciudadanos vacunados, podríamos alcanzar ese objetivos si se mantuviera el ritmo de suministro», respondió Igea, con la vista en el inicio del verano.

El vicepresidente ha apuntado que las complicaciones de la covid se concentran por encima de los «50 o 55 años» y «muy significativamente» a partir de los 65. Ellos son el objetivo del plan de vacunación de aquí a julio. El compromiso de lograrlo, han reiterado Igea y Casado, es imposible firmarlo «sin el dato fundamental de las vacunas que vamos a recibir. Esta semana AstraZeneca no envía».

Esa incertidumbre en el suministro de viales es el talón de Aquiles de una campaña de vacunación que aborda esta semana y la próxima, en Castilla y León, la inmunización de los nacidos entre 1942 y 1951: los septuagenarios. «Vamos muy bien», ha valorado la consejera de Sanidad sobre una campaña de vacunación autonómica «modélica», para el vicepresidente. «La mejor del país», zanjó el dirigente de Cs.

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Verónica Casado ha afirmado que en Castilla y León no han detectado rechazo significativo de los ciudadanos a pincharse con AstraZeneca tras la polémica de la semana pasada. La consejera ha añadido que el 80% de la población convocada por llamamiento general acude a vacunarse y que el 20% que no lo hace puede atribuirse a recelos ante posibles efectos adversos, pero también pueden ser personas enfermas, que hayan pasado el coronavirus en los seis meses antes, que no se hayan enterado de la convocatoria o que ya estén vacunados por ser personas de grupos prioritarios.

«Todas las vacunas son seguras. Estamos teniendo una respuesta magnífica, no perdamos la oportunidad (de vacunarnos) por decir 'a ver si más tarde me ponen otra vacuna'. Eso es un error», anima Casado. La consejera ha reiterado que el problema de AstraZeneca no son unos efectos adversos «muy raros» y sobre los que se aplica una «hipervigilancia» sanitaria, si no el bajo número de viales que llegan para vacunar, según la última ficha oficial, a ciudadanos de 60 a 70 años. Ella misma está a la espera de que le toque esta marca.

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Los responsables de la Junta saltaron de la controversia de AstraZeneca al lío autonómico con la Sputnik V, compuesto que no está autorizado por la Agencia Europea de Medicamentos y que el Gobierno de Vladimir Putin se está dedicando a exportar más que a inocular a su población. Menos del 50% de los rusos se ha vacunado con la Sputnik. Verónica Casado reconoció que un intermediario que comercializa la vacuna rusa contactó el fin de semana con la Junta y que ella misma alertó de este hecho a la ministra Carolina Darias.

Francisco Igea ha reclamado al Gobierno de España que «haga lo que sea necesario» para evitar que la campaña de vacunación frente a la covid-19 genere «ciudadanos de primera y de segunda». A eso se llegará, advirtió el vicepresidente de Castilla y León, si cristaliza la pugna autonómica en pos de la vacuna rusa Sputnik. «Estamos disolviendo la nación. Si iniciamos una carrera de compras de vacunas por separado será la disolución de la nación», ha argumentado Francisco Igea.

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La alarma saltó la semana pasada cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, defendió su deber de «velar por la salud de los madrileños» cuando reconoció que estaba hablando con intermediarios del suero ruso. El presidente de Valencia también reconoció conversaciones y dirigentes del gobierno andaluz de coalición entre PP y Cs han dejado la puerta abierta a estas gestiones.

–¿Qué debe hacer el Gobierno de España, prohibir esas gestiones a las autonomías?

–El Gobierno no tiene que prohibir nada a nadie porque ya está prohibido. No se pueden introducir medicamentos en España sin la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento o de la Española. Debe cumplir y hacer cumplir la norma y, si se aprueba (la Sputnik) una compra centralizada como el resto de vacunas. No se puede entrar en una carrera autonómica por reste asunto. Estamos hablando del derecho a la vida y a la salud, de garantizar la igualdad entre los españoles. Fue la respuesta de Igea.

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