Trabajo

Castilla y León es la comunidad con el mercado laboral más envejecido de España

Los mayores de 55 años que trabajan o quieren hacerlo han aumentado el 50,8% en una década en la región, un porcentaje que se dispara hasta el 130,2% si se echa la vista veinte años más atrás. Ascienden a 289.800, la cantidad más elevada desde que hay registros, lo que hace que uno de cada cuatro activos autonómicos ya pertenezca a ese grupo de edad. Se trata de una tendencia que también se observa en el conjunto del país, donde superaron la barrera de los cinco millones por primera vez en la historia en el periodo enero-marzo de este año, para situarse en 5.089.500 personas en el segundo trimestre. Cuantía que supone que el colectivo se ha incrementado el 63% respecto a 2014 y el 146% en relación a 2004, en términos nacionales.

Lo revela la última Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, que concreta que el 25,8% de los activos castellanos y leoneses son sénior, muy por encima del 16,5% que se contabilizaba hace diez años y a una distancia sideral del 11,8% que reflejaba el Instituto Nacional de Estadística hace dos décadas. La media española es del 20,8%, que además de nuestra comunidad superan otras nueve autonomías: Asturias (24,3%), Cantabria (23,4%), País Vasco (23,1%), La Rioja (23%), Extremadura (22,8%), Galicia (22,6%), Aragón y Navarra (ambas con el 21,7%) y Valencia (20,9%).

Si el análisis se hace por provincias, llama la atención que ocho de las nueve de la región están en el 'top ten' en lo que al envejecimiento del mercado laboral se refiere. De hecho, Ávila encabeza el ranking de activos 'talluditos' (son el 28,9% del total), seguida de Teruel (28,2%) y de Zamora (27,8%). La lista autonómica del envejecimiento laboral se completa, por este orden, con Burgos (27%), Soria (26,6%), Valladolid (25,8%), Palencia (25,5%), León (25,2%) y en décimo lugar Segovia (también con el 25,2%), mientras que para encontrar a Salamanca (23%) hay que bajar hasta el puesto 18, según la explotación de la EPA realizada por la Fundación Adecco.

El director general de este organismo, Francisco Mesonero, confirma a la vista de esas cifras que «el proceso de envejecimiento ha cogido velocidad de crucero en España y tiene un gran impacto en el mercado de trabajo». De ahí la importancia de desterrar los «tics históricos y culturales» que asocian a los mayores con «obsolescencia profesional o menor energía o dinamismo», como defiende la responsable del Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la entidad, Irene Gil, quien advierte de que «en Castilla y León, la región con la fuerza laboral más envejecida, urge realizar una labor extra de sensibilización para poner en valor el talento sénior».

La comunidad tiene «un 9% de paro entre los mayores de 55 años y se contabilizan más de 100.000 entre los 55 y 65 años que se han retirado del mercado laboral, muchos de ellos por falta de oportunidades», recuerda. Irene Gil añade que cuando alguien de este colectivo pierde su trabajo «tarda mucho tiempo en reengancharse» y «tiene grandes posibilidades de caer en el desempleo de larga duración», situación en la que según la Encuesta de Población Activa se encuentran 39.500 parados castellanos y leoneses, 28.300 de ellos desde hace dos años o más.

En las personas de edad esta circunstancia se agrava porque «en muchos casos no están familiarizados con las nuevas técnicas de búsqueda de empleo y necesitan un reciclaje profesional». «Si logramos recualificarles y aprovechar todo su bagaje y conocimientos estaremos optimizando a la fuerza laboral sénior, tan necesaria para la competitividad de las empresas en Castilla y León. Paralelamente, es necesario seguir impulsando la natalidad y destinar un mayor porcentaje del PIB a las familias» con el fin de «mitigar los efectos del envejecimiento de la población», sentencia, «tan acusado en la región».