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«Si tanto quieren a su pueblo que ahora no vengan, que se queden en sus casas para que puedan volver en mejores momentos», dice Borja Lavandera, alcalde de Trescasas, municipio segoviano con 1.400 habitantes «en un marzo o abril normal» y que ... ahora, en pleno estado de alarma, «alcanza tranquilamente los 1.700». «Este repunte sienta mal. Tenemos unos recursos limitados. Los operarios municipales se están dejando la piel (llevando alimentos a los que lo necesitan, haciendo compras, desinfectando los puntos de más afluencia...). Si hay gente que se salta el confinamiento y viene, que por lo menos tengan actitud responsable y que no ponga en peligro al resto de ciudadanos», añade.
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Y este sentir es compartido por numerosos regidores de Castilla y León, como aseguró este jueves la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien se manifestó «segura de que esta situación preocupa sobremanera a los alcades», y consciente del peligro que puede suponer que lleguen «casos de fuera durante esta Semana Santa» en aquellas «zonas donde no hay contagios».
«No podemos seguir viendo imágenes como las de ayer y estos días. No es razonable. Insistimos, alto y claro, en la cuarentena social, la no movilidad, que son necesarios controles más estrictos en la carretera y en los desplazamientos no autorizados», aseguró la consejera, quien echó mano del único dato concreto y disponible: las tarjetas de desplazados tramitadas, que casi se duplicaron durante marzo con pacientes llegados desde Madrid (sobre todo a Ávila y Segovia) y el País Vasco (hacia Burgos). Son, precisamente, dijo la consejera, «los lugares en los que más casos hemos tenido».
«Si llegan a Segovia más personas a sus segundas residencias, vamos a tener un problema», ya que el sistema sanitario no podría ser capaz de atender un incremento de casos importado. «Hay que evitar nuevos contagios», añadió la consejera. «El máximo problema que ha tenido esta comunidad ha sido precisamente ese, la masiva llegada de personas de otras comunidades que venían con infección y el contagio se ha instalado aquí», concluyó.
Y realista, además, ante la seguridad de que esta cifra es tan solo «la punta del icerberg, puesto que hay más gente que se desplaza y no solicita tarjeta». Son personas que han decidido saltarse la cuarentena para alojarse en sus segundas residencias. Ofamiliares de otras regiones (estudiantes, personas mayores, trabajadores) que han regresado a su hogar en Castilla y León para atravesar el confinamiento. Los datos ofrecidos por la Junta concluyen que en marzo, Sanidad tramitó 3.956 tarjetas sanitarias a personas que habitualmente residen en Madrid y que han solicitado documento de desplazados para ser atendidos en Castilla y León. Es el 76% más que durante el mes de febrero. Y ese incremento se ha percibido, sobre todo, en las provincias limítrofes, como Ávila (crece el 59%, al pasar de 892 a 1.421 tarjetas) y Segovia (donde ha saltado de 353 a 775, el 119%), con lo que se produce una presión mayor sobre los centros de salud y los hospitales de estas provincias.
También se ha detectado un incremento de pacientes, procedentes del País Vasco, en las provincias de Burgos (por su cercanía) y Zamora (con un fuerte arraigo de emigración hacia Vizcaya y Guipuzcoa). Además hay un ligero incremento entre Aragón y Soria. Esta solicitud de tarjetas de desplazados sanitarios ha descendido en otros flujos, como los que se producen desde Galicia y Asturias a León o desde Extremadura y Castilla La Mancha a Salamanca. En estos casos, el volumen en marzo fue menor que en febrero (y aquí, puede influir el desplazamiento de estudiantes universitarios, con las clases suspendidas).
Solo el miércoles, el día en el que tendría que haberse desplegado el dispositivo de la operación salida por Semana Santa, la Guardia Civil de Tráfico impuso (gracias a 150 controles fijos)multas (a partir de 600 euros) a 3.090 conductores que incumplieron las restricciones impuestas por el estado de alarma. La mayor presión se registró en las salidas de Madrid hacia Levante (por la A-3) y Castilla y León(A-6), aunque desde la DGTaseguraron que los controles no detectaron grandes fugas hacia esas segundas residencias».
«Aquí durante los últimos días no hemos notado nada más de lo que teníamos», asegura Javier Figueredo, alcalde de El Espinar (Segovia), municipio que, durante los primeros días, sí que vio crecer su población de 9.000 a cerca de 13.000 vecinos. «Ahora hay controles casi a todas horas en las entradas del municipio. El miércoles nos asustaron mucho las fotos en redes sociales de las salidas de Madrid. La realidad luego fue otra, porque en los controles del alto del León y de la autopista no había tráfico. Hemos estado haciendo un seguimiento durante todas las horas a través de las cámaras de la DGT y no ha habido tráfico por las carreteras. Es cierto que a nosotros nos ha pasado durante un tiempo, pero cuando pones medios, con la Guardia Civil y la Policía Local haciendo controles todo el día, al final tienes tus frutos. Si no tomas medidas, al final no para de llegar gente».
Los expertos
Doménico Chiappe
«Nosotros notamos el repunte sobre todo con el cierre de centros educativos en Madrid. También de gente de Guadalajara, porque muchos vecinos de aquí se fueron a vivir a Azuqueca de Henares hace años a trabajar en la industria. Muchos tienen viviendas que son ocupadas solo en vacaciones o fiestas. Y veíamos la luz dada y varios coches a la puerta. Esta semana vi colas inmensas en las tiendas, en la farmacia. También hemos notado que los contenedores tienen residuos que no deberían estar, típicos de gente que ha hecho limpieza integral de sus casas, que ha tirado de todo en los contenedores, dejando sin espacio para la basura cotidiana del resto de hogares», añade Lavandera, alcalde de Trescasas.
Otros municipios han constatado también esa ocupación de pisos, chales y adosados que permanecen vacíos durante la mayor parte del año y que ahora están habitados por personas, bien llegadas desde otras provincias o comunidades, bien desde la capital más cercana.
Se ha notado, por ejemplo, en las localidades vallisoletanas de Traspinedo, Montemayor, Villabáñez o Viana de Cega. Los alcaldes de varios de los municipios afectados han publicado esta semana bandos en los que piden a los propietarios de estas viviendas que, «por solidaridad»,eviten los desplazamientos hasta que haya pasado la crisis sanitaria. Reclamaron además mayor control policial en las carreteras secundarias para evitar estos trasvases de población.
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