Verónica Casado, consejera de Sanidad de Castilla y León. JCYL

La Junta reitera que la edad no es criterio «único» para acceder a una UCI en Castilla y León

El doctor Blanco Varela, coordinador de la atención en las unidades de cuidados intensivos, y la consejera Casado destacan el esfuerzo de los profesionales para atender a un aumento del 250% de las camas para críticos

Susana Escribano

Valladolid

Viernes, 3 de abril 2020, 14:52

La edad no es un criterio excluyente para entrar en una UCI de Castilla y León. Así lo han reiterado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el doctor Jesús Blanco Varela, que es quien coordina a nivel autonómico todos los espacios de cuidados intensivos por la crisis del coronavirus. «De ninguna manera se debe utilizar la edad para seleccionar pacientes, al menos en este estadio en el que estamos», ha asegurado el experto.

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El experto ha explicado que cuando un médico intensivista es consultado para un ingreso de Covid-19 en UCI, valora con el profesional que lo solicita la «reversivilidad» de la situación que presenta el paciente. En esto influye su «fragilidad», aspecto en el que es importante la edad, «pero no como criterio único», y si padece otras enfermedades. También se valora la «reversibilidad» ante el proceso de Covid-19, si el virus provoca afección a uno o a más órganos.

A partir de ahí se toma la decisión, «respetado los principios bioéticos de autonomía, beneficienciencia, no maleficiencia y justicia», ha precisado el doctor Blanco Varela, «con el máximo rigor clínico y bioético».

Las UCI de los hospitales de Castilla y León trabajan en espacios extendidos, para aumentar plazas, y como una única unidad. «Trabajan juntos los unos con los otros y los unos por los otros», ha resaltado la consejera. De Soria y Segovia, cuyos hospitales están más tensionados, se ha trasladado pacientes críticos: 12 segovianos a Valladolid y 7 sorianos, de los que cinco han recalado en Valladolid y dos en Burgos.

El doctor Blanco ha resaltado que el Río Hortega ha recogido tres pacientes en Burgos y Soria que no podían conectarse a respirador para aplicar un tratamiento de oxigenación extracorpórea que requiere un importante esfuerzo para los intensivistas.

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Cualquier parecido de dimensión de las UCI antes del Covid-19 a las de ahora es pura coincidencia. Había 166 camas y se pueden hospitalizar ahora 533. «En todos los hospitales hay como mínimo 3 camas libres», ha apuntado el coordinador. A las UCI tradicionales se han incorporado espacios de reanimación, la salas de despertar postquirúrgico, quirófanos que no son necesarios para operar urgencias, con sus respiradores y los respiradores que antes servían para simulación... En el Río Hortega, el último espacio reconvertido en UCI es la Unidad de Quemados.

Los profesionales trabajan «con una enorme presión, un esfuerzo físico y psicológico muy exigente y con rigor clínico y bioético», ha concluido el coordinador. La consejera ha agradecido la labor que desarrolla todo el personal sanitario, y en concreto a los que atienden a los pacientes críticos en cuidados intensivos: «Es muchísimo esfuerzo el que hacen con pacientes con unos niveles de complejidad altísimo y con una carga de sufrimiento terrible».

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