Chascarrillos carnavaleros

El concurso de chirigotas de Guardo, organizado por la Escuela de Música, Danza y Teatro, fue el acto principal del carnaval de la localidad ayer. La participación no llegó al mínimo exigido en las bases del concurso, por lo que la organización decidió celebrar un certamen en el que los grupos participantes pudieran mostrar su trabajo, pero fuera de concurso.

Los presentadores, Félix El Gato y Ramón Guamá, empezaron con humor, al señalar ambos que estaban en el IES de Guardo «por los pelos, porque la semana que viene ya inauguran el sitio ese para actuar», en referencia al inacabado auditorio de Guardo. Los pavigansos, Los noticieros, Estamos de guasa y Las ratitas marchosas fueron los cuatro grupos que subieron al escenario para deleitar al público con sus chascarrillos carnavaleros. Posteriormente, el Ayuntamiento de Guardo anunció que suspendía los actos de carnaval de mañana debido al fallecimiento del presidente de la Diputación, José María Hernández. Lo mismo hizo el Ayuntamiento de Saldaña unas horas antes respecto a su fiesta de ayer, que quedó cancelada.

Peñas y niños

En Baltanás, las peñas fueron las protagonistas durante el fin de semana, con distintos concursos y desfiles por los bares de la localidad. Los más pequeños del municipio baltanasiego, por su parte, alumnos del centro de educación infantil de primer ciclo La Carolina, han celebrado también con alegría esta fiesta. Los actos se desarrollaron en el aula del centro, con un magnífico decorado preparado para la ocasión. Los más pequeños se vistieron de piratas, disfraces que prepararon junto a sus profesoras durante varios días, al igual que el barco de la tripulación.

Los desfiles del sábado de carnaval en Paredes y en Venta de Baños también mostraron el ingenio de sus vecinos, que lucieron orgullosos las creaciones pensadas y materializadas los días previos para sorprender al público. Y en Astudillo, tras la fiesta y el bullicio infantil de la tarde, llegó el turno de los adultos, que, en grupos de amigos principalmente, llenaron los bares con ocurrentes disfraces que pusieron la nota divertida a una fiesta cada vez más consolidada.