Seducidos por Don Carnal

Los ritmos de percusión de una batucada, propios del carnaval de Brasil, abrieron este sábado el desfile de carnaval de Palencia, en el que solo la música recordaba al país de la samba y el fútbol, porque ni la lluvia ni el frío animaban a lucir cuerpo como hacen los brasileños en el sambódromo. Sin embargo, los numerosos grupos que este año participaron en la gran fiesta trasladada del martes al sábado no se amedrentaron y desafiaron a la intermitente lluvia, que aunque en varias ocasiones intentó deslucir el desfile, no lo consiguió, pues se tuvo que batir con un duro rival: el intenso trabajo que en los días previos realizaron los participantes para lucir originales disfraces con los que sorprender a los palentinos.

Hubo paraguas entre el público y también los portaron algunos participantes en el desfile, pero no para guarecerse de la lluvia, sino como parte de un disfraz de medusas que hizo que la Calle Mayor a su paso se convirtiera en un animado fondo del mar.

Multitud de diferentes animales, de tierra, mar y aire, dieron vida y color al desfile, que se caracterizó por la alta participación de familias que se lanzaron a la calle para hacer, de alguna manera, que el carnaval vaya arraigando entre los más pequeños. Uno de los grupos más numerosos, integrado por pequeños y mayores, lo formaron los miembros de la Asociación de Madres y Padres del colegio Padre Claret, que vestidos de ratoncitos sacaron las primeras sonrisas al público que a su paso los asombraba atónitos por su multitud. Nutrido fue también un grupo de loros de diferentes colores que desfilaron dentro de sus jaulas, así como los lápices de colores de la ludoteca El Gusanito, que se alzaron con el primer premio del concurso de grupos disfrazados. Un certamen que este año alcanzó el récord de participación, con 28 grupos inscritos, una señal de que el carnaval sigue ganando adeptos en Palencia.

Crítica ácida

El carnaval también tiene su parte reivindicativa y esa nota la ponen siempre las asociaciones de vecinos, que aprovecharon el desfile para criticar, desde la sátira y el buen humor, el estado en el que se encuentra el Cristo del Otero, o el cambio en las líneas de autobuses, que tantos quebraderos de cabeza está trayendo a los vecinos de Allende el Río. Tampoco faltó Mariano Rajoy, encarnado por uno de los socios de la Avenida de Madrid, que vestido de pastor guiaba a un rebaño de ovejas.

Además del desparpajo de los palentinos luciendo originales disfraces, el desfile estuvo animado por cuatro carrozas de diferentes temáticas, desde las clásicas máscaras del carnaval veneciano a la simpática cerdita de dibujos animados Peppa Pig, pasando por los personajes del conocido videojuego Angry birds o el incombustible Tintín y su audaz perrito Milou.

Astronautas, piratas, damas que vestían trajes realizados con papel de periódico y caníbales tampoco faltaron en el recorrido, así como una quitanieves de cartón llegada desde Piedrasluengas y un grupo de simpáticos excursionistas del Imserso llegados para conocer la provincia de Palencia

San Valentín, que se celebraba también, también dejó su esencia en el carnaval palentino, ya que un impresionante corazón realizado con globos cerró el desfile. Afortunadamente cupido no andaba cerca, ya que sus flechas hubieran sido letales para este voluminoso pero frágil símbolo del amor.