Castilla y León

Bronca en las Cortes al decir Vox que España es una «dictadura» y avalarlo Pollán

La procuradora de Vox Susana Suárez que defendió la oposición de ese grupo a la iniciativa que se debatía sobre la lucha contra la violencia de género culminó su intervención lamentando lo que había cambiado España y 'dibujó' un país en el que «si te manifiestas pacíficamente, te agreden, te gasean o te llevan al calabozo», para elevar su argumento al punto de asegurar que España es una dictadura. «Es la España de la amnistía, del gobierno golpista, de la corrupción, de la dictadura del señor Sánchez y de la represión», citó desde la tribuna la exalcaldesa de Zaratán con el PP y ahora procuradora ultraconservadora por Segovia.

Desde los escaños socialistas alguien soltó un «¡vale ya!» y Patricia Gómez Urbán, viceportavoz del grupo, reclamó la intervención de Pollán ante la «gravedad» de la afirmación de la parlamentaria de Vox. «En este país hoy hay un presidente del Gobierno por la elección libre de los ciudadanos en las urnas. Debería saber la portavoz de Vox lo que es una dictadura, porque ese régimen que ella defiende sí que era una dictadura, lo sufrió este país durante 40 años y se llamaba Franquismo. Un poco de respeto al presidente del Gobierno, elegido libremente en las urnas, aunque les escueza», manifestó Patricia Gómez.

La respuesta del presidente de las Cortes y procurador de Vox fue respaldar a la procuradora de su grupo. «No se va a retirar del diario de sesiones, nada. Esta presidencia respeta profundamente el ordenamiento jurídico y la Constitución de ese país. No voy a retirar ninguna afirmación que se haga… No voy a retirar ninguna alusión a cualquier ataque que se está produciendo en este país a la Constitución, a la separación de poderes, a la igualdad de los españoles. No voy a retirar ninguna alusión», señaló Pollán, en una intervención que jalonó , entre aplausos de las bancadas de Vox y del PP, con llamadas al orden (dos) a procuradores del PSOE que protestaban su reacción. Le acusaban de aplicar una doble vara al dirigir los debates. Más dura con la oposición, por ejemplo, cuando usa el término «fascista».

«Igual que se expresan ustedes y se respeta sus expresiones, les ruego que respeten también las expresiones de los demás», concluyó Pollán, que tuvo que escuchar después cómo la viceportavoz del PSOE le recriminaba su proceder como árbitro del debate mientras la conminaba a que acabara «rápido» con su réplica. «Está mal que la portavoz de un grupo parlamentario ataque al presidente del Gobierno diciendo que en este país hay una dictadura cuando no es verdad, pero está mucho peor que el presidente de las Cortes, que tiene una labor institucional y que representa a todos... Que debe mantener la imparcialidad y que debe respetar a todos, al primero al presidente del Gobierno elegido en las urnas, haya hecho esas calificaciones. Lo que acaba de hacer usted le retrata, es simplemente lamentable, como lo es usted, señor presidente de las Cortes», manifestó Patricia Gómez Urbán.

Los encontronazos entre Vox y la oposición son tónica esta legislatura, con precedentes en los que Pollán había ordenado retirar expresiones de García-Gallardo, que recientemente afeó al presidente de las Cortes su 'permisibilidad' con la oposición.

Fue el colofón del debate con el que empezaba la sesión matinal del pleno autonómico, en el que la procuradora socialista Nuria Rubio lamentó que nadie hubiera pedido disculpas, quince días después, por los «gestos obscenos» que, reiteró, les había dirigido el vicepresidente Juan García-Gallardo desde su escaño. El político de Vox tomó la palabra para volver a negar «rotundamente» que los hiciera y recalcó que no iba a aceptar «ninguna lección sobre respeto de las mujeres del partido del Tito Berni. del partido de Óscar Puente, del partido de José Luis Ávalos y del partido de Luis Tudanca. Y no me hagan explicar por qué». No lo hizo, pero ahí lo dejó. Aplicando el refrán de 'a buen entendedor, pocas palabras'. Con el escándalo de mordidas, fiestas con drogas y prostitución al que da nombre el exdiputado socialista canario Juan Bernardo Fuentes Curbelo, conocido como Tito Berni, y situando al mismo nivel al secretario del PSOE en Castilla y León y al nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible y exalcalde de Valladolid.

Esos derroteros ásperos tomó el ambiente en un hemiciclo en el que coleaba aún el runrún de la cámara colocada subrepticiamente la tarde de martes en una esquinita de la tribuna de invitados, que enfocaba de continuo hacia la zona del escaño de Juan García-Gallardo y que retiró, tres horas después de que fuese detectada y tras un revuelo considerable en la búsqueda del propietario del cámara y el trípode que lo fijaba, un gráfico vinculado al Grupo Socialista. El aparato fue instalado quince días después de la polémica sobre el supuesto gesto obsceno de Gallardo, del que las Cortes aseguraron que ninguna de las cuatro cámaras que enfocan todo el hemiciclo había recogido imágenes que dirimieran quien decía la verdad, si el vicepresidente de la Junta o las parlamentarias del PSOE.

Nadie estaba este miércoles interesado en hablar sobre la cámara fantasma. Desde el PSOE declinaron explicar quién había dado instrucciones para colocar el sistema de grabación y las razones para hacerlo en una zona desde la que no se permite grabar el hemiciclo ni tomar fotografías de los parlamentarios. Ni por teléfono ni nadie en persona quiso valorarlo, en una mañana huérfana de responsables del Grupo Socialista en el vestíbulo que da acceso al hemiciclo. Está convirtiéndose en costumbre en las Cortes de Castilla y León usar el acceso trasero, por la zona de los despachos para esquivar a los periodistas. Lo utilizan el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y los consejeros y la práctica se extendió este miércoles al primer partido de la oposición. Desde el área de Presidencia de las Cortes ni confirmaron ni desmintieron que fueran a actuar oficialmente sobre el asunto. Tampoco desde el entorno del vicepresidente García-Gallardo aseguraron que fueran a solicitar que se actuara.

De las materias a debate, PP y Vox se opusieron a la iniciativa del PSOE sobre violencia de género y también a otra que planteaba subvencionar gafas y lentillas a familias vulnerables. El PP sacó adelante dos proposiciones contra la amnistía pactada entre el PSOE y Carles Puigdemont y contra el contenido presupuestario y económico de los acuerdos por ERC y Junt. Sumaron 51 votos frente a 29, al lograr los populares el respaldo de Vox, UPL, Soria ¡Ya!, el parlamentario de Por Ávila y Francisco Igea. Se opusieron PSOE y el procurador de Unidas Podemos.