Baja la incidencia de la covid-19 en Castilla y León, pero empeora el indicador que alerta de repuntes

La luz roja de alarma salta cuando este indicador sobrepasa el valor 1, a partir del cual se acelera la expansión del virus y el efecto dominó de positivos, hospitalizados, críticos y fallecidos en el calendario. En la tercera oleada tocó techo tras la fiesta de los Reyes acercándose a 1,8 y suelo ese 12 de febrero, marcando un 0,64. En este momento se sitúa en 0,78 de media autonómica; pero hay provincias que pasan el 0,80, como Ávila, Burgos y León; y Zamora sobrepasa el nivel de alerta, alcanzando el 1,12.

Esa evolución menos optimista del índice de reproducción del virus convive con una mejora de la incidencia de contagios. Castilla y León enfila un descenso progresivo que se sitúa en los 85 positivos por 100.000 habitantes a siete días (el martes eran 89). La Consejería de Sanidad comunicó ayer 324 diagnósticos de coronavirus en una jornada en la que los hospitales de la comunidad presentaron un balance de doce fallecidos, de los que dos eran mayores que habían sido trasladados desde residencias. En los geriátricos fueron 24 horas sin muertes por covid.

La presión hospitalaria sigue siendo elevada, pero mejoran los datos en planta y en UCI. Más lentamente estos últimos, que son clave para levantar las restricciones sociales y económicas. Los 1.018 pacientes ingresados el martes eran ayer 963. Los 784 en camas de planta bajaron a 732 y los 234 enfermos de covid críticos en áreas de cuidados intensivos del martes han bajado hasta los 231.