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Hubo una primera reunión para hablar de los presupuestos de la Comunidad a la que acudieron Raúl de la Hoz, portavoz del PP en las ... Cortes, Carlos Fernández Carriedo, consejero de Economía y Hacienda, David Castaño, portavoz de Ciudadanos, y Pedro Pascual, procurador de Por Ávila. Y a partir de ese momento la única interlocución que ha encontrado el partido abulense ha sido la de Ciudadanos. De los 35 millones en enmiendas que han presentado a los presupuestos los de Por Ávila, 12 millones caen en las competencias de consejerías naranjas, Sanidad, Cultura y Empleo. Esa parte está resuelta, aseguran fuentes cercanas a la negociación.
Falta el resto. Lo que atañe a consejerías del PP. Es difícil llegar a un acuerdo si no se sientan a la mesa, y el tiempo apremia porque el debate presupuestario será el día 22 de diciembre. En una semana. «Es una negociación de grupos parlamentarios. Raúl de la Hoz tuvo ayer una conversación con Pedro Pascual y estamos pendientes de que se pueda celebrar lo antes posible una reunión. Somos dos partes. O tres», dijo Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta, por la mañana. Y por la tarde quedó fijado para este miércoles el encuentro tan postergado entre De la Hoz y Pascual.
«Entiendo que debemos llegar a un acuerdo», explicaba el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera (Por Ávila). «Lo fían a la negociación antes del Pleno», añadía. Y eso, temen en Ciudadanos, es mucho fiar. «Los plenos son peligrosos».
Pero es que para el PP la negociación reviste unos condicionantes que no tiene para los naranjas. Por Ávila surgió de una escisión del Partido Popular y conquistó un procurador y la Alcaldía de la capital. Ahora, los amarillos ponen sobre la mesa de negociación asuntos que llevaban tiempo prometidos y no ejecutados y el PP se ve obligado a aceptarlos -y por tanto, a ceder el éxito a su rival- o a votar en contra de iniciativas que en su día lideró. Es el caso del centro de salud de Las Hervencias. En marzo de 2008 se comprometió la cesión de una parcela municipal a la Junta para construir ese centro de salud, aún pendiente. «En Ávila nos conocemos todos», advierte Sánchez Cabrera, «se sabe lo que están haciendo los procuradores del PP. García Nieto, que ha sido alcalde, votando en contra de un centro de salud en Las Hervencias que él peleó, cuando era regidor, para que saliera adelante», desafía.
Y mientras tanto Mañueco juega la baza del temor. El presidente de la Junta es el único que puede decidir adelantar las elecciones. Y no aprobar los presupuestos puede ser un argumento más. «Me consta que genera mucho morbo, pero salgan y pregunten a las personas de esta tierra qué les preocupa», esquivó en rueda de prensa. En su espiral de eventos, con una rueda de prensa y dos entrevistas este martes (Cope y Trece) y otra el lunes (Onda Cero), ha afirmado que no tener presupuestos no sería un argumento definitivo para un adelanto electoral. Pero si le suma el roce con Ciudadanos a cuenta de la reforma sanitaria y la posibilidad de una segunda moción socialista, el asunto cambia. «[Sobre la moción] tienen que preguntarle al señor Tudanca, que cuatro días antes de presentarla dijo que no lo haría y luego la presentó», avisó.
Sánchez Cabrera asegura que los números no asustan a Por Ávila, a quien las encuestas generalmente le dan pocas opciones de mantener su escaño en las Cortes. «No solo mantenemos el procurador, sino que rozamos el segundo», asegura, basándose en sus propios sondeos. Y eso es mucho decir en Ávila, donde el PP llegó a sacar no hace tanto tiempo 5 de los 7 escaños en liza.
La negociación no será sencilla. Los populares, si quieren sacar adelante las cuentas, necesitan el visto bueno de Por Ávila, pero no pueden ceder demasiado para no otorgar a sus rivales territoriales un triunfo negociador. No es algo menor. La amenaza electoral de las plataformas de la España Vaciada y la territorialización del hemiciclo, que ya cuenta con Por Ávila o UPL, lleva a Mañueco y a los suyos a insistir continuamente en el papel del PP como «defensor del medio rural».
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