El auge de las reformas domésticas no cesa y sostiene a la construcción

La construcción registraba el pasado febrero 61.939 afiliados a la Seguridad Social –38.305 asalariados y 23.634 autónomos– y en los meses del confinamiento sufrió los rigores de la destrucción de centenares de puestos de trabajo. Simultáneamente, mientras el país se paraba con la población recluida en sus casas, la situación servía para colocar en primer plano las deficiencias y carencias de las viviendas, tanto pisos como chalés.

En verano, los españoles se mostraban más dispuestos a hacer reformas que los de cualquier otro país europeo –donde en general, los confinamientos fueron menos rígidos–, con hasta el 61% de los hogares, según un sondeo de Andimac (Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Material de Construcción), la organización que representa a los almacenes de cerámica, materiales de construcción y equipamiento de vivienda.

«Al pasar más tiempo enclaustrados, los españoles han podido percatarse de las deficiencias en sus casas y plantearse futuras mejoras, al margen de que posiblemente su uso intensivo haya deteriorado el estado de determinadas estancias», explican desde la asociación. El periodo estival suele ser el más propicio para llevar a cabo las reformas, al coincidir con las vacaciones, pero el volumen de trabajo se mantiene.

En parte es debido a la pretensión de recuperar viviendas de campo o casas de familia poco utilizadas; y en parte al temor a futuros rebrotes. Según Andimac, las reformas domésticas acaparan el 40% de los materiales de construcción y el peso de las obras de rehabilitación dentro de la construcción alcanza el 80%. «Se trata de un mercado mucho más estable que el de la obra nueva, muy expuesto a los ciclos económicos», aclaran.

Llegados a septiembre, la cifra de ocupados en el sector constructor había alcanzado ya en Castilla y León los 63.052, que son 1.113 más que en febrero (un 1,8% de incremento). En el mismo periodo de tiempo, el aumento global de afiliados fue del 0,2%, o 1.647 personas. De modo que dos tercios del empleo creado durante la pandemia es atribuible a la construcción, que mejora sus registros a un ritmo nueve veces mayor que el conjunto del sistema.

Todas las provincias de la comunidad ganan contratados en el sector frente a febrero, salvo Ávila y Segovia y todas menos Zamora ven crecer el número de autónomos dedicados a tareas constructoras. La cifra de desempleados aumenta en Ávila, Burgos Segovia y Valladolid, si bien hay que tener en cuenta que la activación de un sector puede animar a apuntarse al paro a trabajadores antes desanimados.

La Confederación Castellana y Leonesa de la Construcción confirma la reactivación no solo de la edificación en general, sino de promociones de casas unifamiliares en diferentes zonas de la comunidad bajo las premisas de más espacio y entornos más cómodos para pasar mas tiempo en casa e, incluso, para teletrabajar.

Las fuentes consultadas confirman que el auge del teletrabajo como consecuencia de la covid ha azuzado las obras para convertir alguna zona de las viviendas en despacho u oficina apto para desarrollar una jornada laboral. Junto con el deseo de dar mayor protagonismo a balcones, terrazas y patios son las reformas más demandadas. Otras obras recurrentes estos días tienen que ver con la habilitación de zonas como el recibidor, así como la búsqueda de espacios multifuncionales o polivalentes. Baños y cocinas también han entrado en el grupo de estancias con mayor número de reformas.

El año pasado, según Andimac, acometieron obras de rehabilitación en sus hogares 100.127 castellanos y leoneses por un importe medio de 663 euros por reforma. La asociación llama la atención sobre la revalorización que experimenta una vivienda reformada, que puede llegar hasta el 20%.