La red de carreteras de Castilla y León (la más amplia del país, con 33.049 kilómetros, el 19,9% del total) está salpicada por 107 puntos negros y tramos conflictivos, según el informe presentado este martes por Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
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El trabajo ... analiza la siniestralidad registrada entre los años 2015 y 2019, y se fija en aquellos puntos kilómetros en los que el índice de peligrosidad es diez veces superior al de la media nacional. Con estos criterios se han fijado estos 107 tramos peligrosos en la región (el 21,4%, sobre un total de 500), donde en ese lustro se registraron 231 accidentes con 362 víctimas, entre heridos y fallecidos. Todos estos puntos se sitúan en carreteras convencionales (de doble dirección), salvo uno que es autovía (en Almarza, Soria).
El informe establece un ránking, encabezado el punto kilómetrico 242, en la N-2, en la provincia de Zaragoza. El primero de Castilla y León ocupa el puesto número 6 y está en el kilómetro 530 de la N-122, en Trabazos, en Zamora. Esta carretera acumula siete puntos negros entre Zamora y Soria.
Pero no es la calzada con más. Encabeza el listado la N-630, antigua ruta de la plata, donde se localizan doce tramos en los que el conductor tiene que tener especial cuidado, por la elevada siniestralidad que allí se registra. En la provincia vallisoletana, el principal riesgo está en el kilómetro 163 de la N-620, en Pollos (ocupa el puesto 26 entre los más peligrosos de España). La asociación AEA insiste en que el estado de las carreteras juega un «papel fundamental» en la seguridad vial.
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Aquí puedes consultar cuáles son los puntos más conflictivos de las carreteras de Castilla y León. En el buscador se puede introducir la provincia de referencia.
En el conjunto de España, los tramos que suponen una amenaza para los conductores son 500, según este informe de Automovistas Europeos Asociados, a partir de los datos del Ministerio de Transportes y la DGT. La asociación subraya, eso sí, que se ha registrado en los últimos años una tendencia positiva, ya que ha bajado el índice de accidentes con víctimas por kilómetro. Así, el índice de peligrosidad medio (IPM) ha bajado de 9,8 a 9,5. Para elaborar este indicador se parte del número de accidentes con víctimas en función de la cantidad de vehículos que circulan por ese punto kilométrico en un periodo determinado.
Sin embargo, a pesar de esta tendencia, se han detectado más tramos que superan en más de diez veces ese índice (han pasado de 180 a 500) en los se han contabilizado 1.685 accidentes y 2.523 víctimas, la mayoría de ellos heridos leves.
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El informe de AEA sigue señalando al Km. 12 de la A-55, situado a la altura de Mos, en Pontevedra, como el tramo que contabiliza más accidentes (108) y víctimas (194) de la Red de Carreteras del Estado, si bien en el informe de este año no aparece entre los 500 más peligrosos porque ha mejorado su índice de peligrosidad respecto a periodos anteriores.
En Castilla y león, el punto con más accidentes es el kilómetro 137 de la N-630, cerca de Carbajal de la Legua, en León, donde durante esos cinco años se segistraron 15 accidentes con 30 heridos. Es una carretera convencional con un importante volumen de tráfico (6.656 de intensidad media diaria), lo que hace que la media de peligrosidad baje. Se sitúa este punto como el 442 más peligrosos de España. Le siguen en número de accidentes (con diez) el kilómetro 208 de la N-110, en Fuentemilanos, Segovia) y el 111 de la N-630, en La Pola de Gordón (León).
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