Castilla y León

Los ataques al ganado suben el 14% desde la protección del lobo

Estas informaciones pueden resultar decisivas pues en función de las mismas, la Comisión decidirá sobre una propuesta para modificar el estatuto de protección del lobo en la UE y actualizar el marco jurídico, a fin de introducir una mayor flexibilidad, a la luz de la evolución de esta especie.

Esos datos, por ejemplo, pueden ser los de la Junta de Castilla y León, que confirma un incremento de los ataques de lobo del 14% en 2022 con respecto a septiembre de 2021, momento en el que entró en vigor su estricta protección al incluir el lobo en el Listado de Especies de Especial Conservación (LESPRE). Hasta ese momento, al norte del río Duero, el régimen europeo de protección del lobo permitía la gestión de la especie a la Administración, entre ellas, a la Junta, que insiste en que los planes de gestión y conservación con sistemas de control público de la especie «garantizaban un equilibrio entre la evolución favorable de la especie y unos daños a la ganadería limitados». Al sur del río Duero el régimen era y es de estricta protección, no cabiendo medidas de gestión. Estas mismas fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Fomento y Ordenación el Territorio apuntan las diferencias que se apreciaban entre un régimen y otro: «Al sur del Duero, el 20 % de la población del lobo venía causando el 80 % de los daños a la ganadería; al norte del Duero, el 80 % de la población de lobo causaba el 20 % de los daños a la ganadería».

Pero los datos son mucho más detallados. Los ataques acumulados hasta 2022, tomando como referencia el año 2019 y así ver una mayor evolución de los mismos, han sido del 20%. El pasado año en la región se produjeron 3.034 ataques, 1.369 de ellos en la provincia de Ávila. El ganado vacuno concentró la mayoría de ellos, 2.398, seguido del ovino con 498.

En cuanto al número de animales muertos, fueron 5.104 cabezas, lo que supone un 35% más que en el año 2019 y un 20% más, con respecto a 2021, y la vigencia de su máxima protección.

Datos actuales

¿Qué se puede esperar de este 2023? Durante el primer semestre del año se han contabilizado 1.717 ataques, lo que se traduce en un incremento acumulado sobre el primer semestre de 2019 del 36%, un 29% sobre el mismo periodo de 2021 y un 13% con respecto a esos mismos meses de 2022.

Los ataques contabilizados por Medio Ambiente en estos seis primeros meses del año han sido 2.705, de los que 1.256 afectaron al ganado vacuno y 256 al ovino. Porcentualmente supone una subida del 43% con respecto a 2019, un 27%, al 2021 y un 6%, al 2023.

Ávila sigue siendo la provincia más castigada y solo en vacuno ha contabilizado en estos seis meses 671 ataques.

Por otra parte, la administración compensa estos daños con diferentes cuantías y que el importe abonado al cierre del ejercicio 2022 fue de 1.977.492,19 euros en concepto de indemnización por daños de lobo a las explotaciones ganaderas de Castilla y León.

Con todos estos datos a la vista, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez- Quiñones, ha declarado que el paso que ahora ha dado Europa es «un hito relevante no sólo para la ganadería, sino también en la conservación del lobo, ya que está demostrado que las estrictas medidas de protección no solo generan conflictos sociales y amenazan la ganadería y son causa de despoblación, sino que tampoco contribuyen al aumento estable de la población de lobos». La petición que hace a la ministra en funciones Teresa Ribera, es que derogue la Orden Ministerial de inclusión del lobo en el LESPRE y a que tome decisioens acordes a «la imparable corriente europea para recuperar y reforzar el papel de las administraciones, especialmente de las regionales, como competentes en España en la materia, para recuperar el equilibrio entre conservación favorable de la especie y la actividad económico-social en el medio rural».

La población de lobos

Habrá que esperar a que finalice este ejercicio para tener los datos actualizados sobre población de lobo en la región. La Junta de Castilla y León se encuentra inmersa en la ejecución del tercer censo regional del lobo y aclaran que «tanto por la propia biología de la especie como por la extensión de la Comunidad Autónoma, los trabajos se están abordando, como es habitual, en dos años reproductores, 2022 y 2023 (cada año reproductor comprende desde la primavera hasta el invierno del año siguiente)». Los anteriores censos regionales se realizaron en 2000-2001 y 2012-2013.

Para llevar a cabo el estudio, en el año reproductor 2022 se han instalado cámaras en 739 ubicaciones diferentes de la Comunidad, se rastrearon 2.468 itinerarios en la Comunidad con un esfuerzo acumulado de 18.728 km a pie. «Esfuerzo ingente de agentes medioambientales y celadores de medioambiente que fue especialmente esforzado en 2022, como consecuencia de las olas de calor e incendios forestales especialmente graves del año pasado», insisten desde la Consejería. Precisamente por esas condiciones extremas han quedado una serie de cuadrículas por cubrir que están siendo completadas ahora, en julio de 2023, por lo que la labor de rastreo aún no ha finalizado en todas las provincias.

Añaden que hay situaciones concretas que hacen que el 2023 vaya a ser el principal año de censo en algunas zonas como la provincia de Zamora. Tras los fuegos del pasado año, «se estudiarán posibles desplazamientos de manadas como consecuencia de los incendios y posibles cambios en su éxito reproductor, por ejemplo, implementando un sistema de monitorización tanto en el área quemada como en zonas periféricas de la Sierra de La Culebra y estribaciones y que continuará los próximos años, más allá del periodo de censo».

En relación con la evolución de la población de lobos entre los años 2007 y 2012, correspondientes con la evaluación sexenal del estado de conservación del lobo, se constató un incremento de 250 a 297 manadas en España (+18,8%); incremento acorde al detectado en Castilla y León, al pasar de 149 manadas censadas en 2000-2001 y 179 en 2012-2013 (+20,1%).

En relación con la información actual sobre manadas de lobo en Castilla y León, a falta de la finalización de los trabajos del censo actualmente en ejecución, del seguimiento post-censo realizado en Castilla y León desde 2014 hasta el año reproductor 2018 ha permitido determinar, al menos, 35 nuevas manadas (+19%), 25 al norte y 10 al sur del río Duero, «que no fueron tenidas en cuenta por el Gobierno de España a la hora de evaluar el estado de conservación de la especie en el sexenio 2013-18», aseguran desde la Junta. No obstante, es necesario finalizar los trabajos de campo del nuevo censo para conocer con precisión la información del número actual de manadas de lobo en Castilla y León.

Las organizaciones profesionales agrarias han valorado de manera positiva la disposición europea a cambiar la gestión del lobo. La Alianza UPA-COAG ha exigido a Teresa Rivera que rectifique el enorme error que supuso «superproteger» al lobo, tras ser desautorizada también por la presidenta de la Comisión Europea.