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'Con cabeza sí, de cabeza no'. En este eslogan resumen la Federación Nacional Aspaym y el Hospital Nacional de Parapléjicos junto con la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física la campaña impulsada ante la frecuencia con que cada verano se producen los casos ... de lesión medular como consecuencia de una mala zambullida: 28 personas han ingresado en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo en los últimos cinco años, de ellos 25 hombres y tres mujeres, con edades que oscilan de los 15 a los 51 años.
En lo que va de verano un gaditano de 15 años es el primer ingreso del año en el Hospital Nacional de Parapléjicos por una mala zambullida en un pantano con resultado de lesión cervical. De todos esos casos de lesionados medulares en el último lustro, 14 tuvieron como escenario una piscina, nueve se produjeron en el mar y los cinco restantes en pantanos y otros entornos acuáticos. «Salvo dos casos todos los ingresados tuvieron el resultado de tetraplejia, una lesión medular muy discapacitante que condiciona la calidad de vida de quienes la sufren y que pudieron haberse evitado sencillamente con una actitud de prudencia y evitando ese salto», señala el director médico del Hospital Nacional de Parapléjicos, Juan Carlos Adau.
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Una media de siete bañistas sufren cada verano lesiones medulares a consecuencia de las malas zambullidas. A través de un comunicado difundido por la Federación Nacional Aspaym, su presidenta Mayte Gallego advierte que «volver a las playas, a las piscinas y a los pantanos conlleva también conductas de riesgo que puede que se vuelvan en tragedia». Para Gallego, las malas zambullidas que conllevan ingresos en las unidades de lesión medular de los hospitales son «muy graves, ya que suelen afectar a las vértebras cervicales». En este sentido, insta a la difusión de mensajes de prevención como pensar antes de tirarse de cabeza, o lanzarse siempre con los brazos y las manos por delante: «Disfrutemos de esos chapuzones pero sin dejar de lado la prudencia».
Desde el ámbito sanitario se aconseja a los bañistas dos sencillas pautas para prevenir: conocer la profundidad de la superficie acuática y evitar tirarse de cabeza. «Las lesiones medulares por zambullidas imprudentes cambian la vida de las personas de forma repentina y dramática, y son muy evitables», apunta el jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Nacional de Parapléjicos, Ángel Gil Agudo. «Hay que evitar tirarse de cabeza al agua. Y si se hace, siempre con las manos por delante y la cabeza entre los brazos extendidos en prolongación del cuerpo, de manera que si se produce un impacto contra el suelo o una roca no sea contra la cabeza y/o el cuello».
Ante una posible lesión tras una zambullida, el doctor Gil aconseja «sacar a la persona a tierra y ponerla en una superficie rígida. Es importante mover el cuerpo en bloque para que no se produzcan lesiones a nivel del cuello y no mover la columna. Comprobar que puede respirar y, si no puede, liberar su vía aérea. «No hay que trasladarle a un centro sanitario en un vehículo particular. Es mejor llamar a los servicios de emergencia».
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