Secciones
Servicios
Destacamos
Los lunes son días de reuniones de los órganos de dirección en los partidos políticos. El día 22, en el Comité Permanente de Ciudadanos, en Madrid, el tema estrella del día fue la posibilidad de que el PSOE de Castilla y León presentara una moción de censura al Gobierno tándem PP-Cs ... . Un Gobierno en el que el vicepresidente es Francisco Igea, rival de Inés Arrimadas en las primarias y cara del sector crítico. Melisa Rodríguez, portavoz, salió públicamente a descartar cualquier apoyo a una eventual maniobra socialista. Ese mismo lunes, Ana Sánchez, tras la reunión de los socialistas castellanos y leoneses, soltó el ya famoso «no descartamos» que convertía la posibilidad lejana de una moción en una amenaza mucho más cercana.
Noticia Relacionada
A partir de entonces, ruido socialista, amagos, el «ha llegado el momento» que no se ha traducido en la presentación de la moción, por ahora. Y el silencio naranja a nivel autonómico, con la coordinadora Gemma Villarroel callada. Hasta ayer. Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, salió públicamente a decir dos cosas: que vendrá a Castilla y León a visitar a Alfonso Fernández Mañueco y que la moción no está entre sus prioridades.
Noticia Relacionada
«En Castilla y León gobierna Ciudadanos, no se trata de que nuestro partido apoya a otro para gobernar. Gobernamos en Castilla y León como gobernamos en otras tres comunidades autónomas y en cuatrocientos ayuntamientos de España y estamos gobernando en un momento complicado y no nos vamos a distraer con rumores», sentenció Arrimadas en una rueda de prensa.
Y luego anunció una próxima visita a Castilla y León para ver a Alfonso Fernández Mañueco. Y a los suyos, claro. Un anuncio que provocó algunos gestos de asombro en su propio partido. Algunas fuentes, sin embargo, lo enmarcan en una forma de actuar que ya llevó a Arrimadas a visitar Andalucía y a sus segundos, José María Espejo yCarlos Cuadrado, Murcia, y con protocolos similares y sorprendentes. Comenzaron por rendir honores a los presidentes de esas comunidades y después, en segundo lugar, se reunieron con los suyos. Arrimadas se vio con JuanMarín, aliado dentro del partido y vicepresidente de la Junta de Andalucía, y Espejo y Cuadrado lo hicieron con la portavoz, la oficialista Ana Martínez, y la vicepresidenta, Isabel Franco, del sector crítico.
Parece descartado que en esa visita a Castilla y León se pueda dictaminar el futuro a corto plazo de Francisco Igea. Máxime cuando tras la debacle en Cataluña han comenzado a escucharse voces en Ciudadanos que piden integrar a Igea o a Luis Garicano en una Ejecutiva que quedó constreñida a los más fieles a Inés Arrimadas, sin lugar para las voces discrepantes. Igual, por otro lado, que en Castilla yLeón.
El vicepresidente de la Junta, mientras, mantiene un perfil bajo en cuestiones de partido. Ni el resultado electoral en Cataluña le ha llevado a alzar la voz. Tampoco forma parte de ese núcleo de críticos que exige públicamente una nueva asamblea ordinaria del partido naranja.
En ese contexto revuelto de Ciudadanos y con el apoyo explícito de Arrimadas al Gobierno de coalición, en la formación ven poco probable un 'tamayazo' que permita que la moción prospere. «No va a haber tamayazo», insisten distintas fuentes. (Un término que hace referencia a la votación de 2003 en la Asamblea de Madrid, en la que dos diputados socialistas, Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, se ausentaron deliberadamente y dejaron a la mayoría de PSOE e IU sin poder acceder al Gobierno).
Y es que el PSOE, con 35 procuradores, necesita 6 más para que la moción salga adelante. Contaría con apoyo de Podemos (2) y se ven cerca de UPL (1). Tres procuradores, de los 12 de Ciudadanos, bastarían.
Luis Tudanca y el resto del PSOE, mientras, siguen con su agenda y disfrutan con ese halo misterioso de la posible moción, aunque no se acaba de concretar. «Seguimos optimistas, confiados, pero sobre todo convencidos de que ahí fuera los castellanos y leoneses están deseando y necesitando un cambio en el Gobierno de Castilla y Léon. Lo necesitan. Están degradándolo todo, las instituciones, enfrentándose a todos y cada uno de los colectivos, haciendo un enorme daño a la gente de esta tierra. Es nuestra responsabilidad, la que nos otorgaron los castellanos y leoneses cuando nos convirtieron en la fuerza política más votada», insistía ayer el secretario autonómico de los socialistas.
Y después, de nuevo, vuelta al 'sin plazos'. «Con tranquilidad y serenidad, no haremos nunca nada, ni siquiera presentar una moción de censura, para hacer daño a esta tierra. Lo haremos en el momento en el que sea positivo para los castellanos y los leoneses». Y aliñado este anuncio indeterminado con la otra palada, la de cal. «Pero lo haremos, porque esta tierra nos necesita, no podemos seguir más tiempo con este Gobierno, no puede seguir Castilla y León sufriendo tanto a los señores Mañueco e Igea».
Y en el PP, mientras tanto, nervios. Francisco Vázquez, secretario regional del partido, considera el amago socialista «un brindis al sol» porque «las mociones de censura no se anuncian, se presentan».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.