Arranca el mandato del nuevo presidente del Colegio de Psicólogos con el reto de erradicar el intrusismo

El psicólogo David Cortejoso tomó hoy posesión como nuevo decano-presidente del Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León (CopCyL), cargo que desempeñará por cuatro años y en el que sustituye a Jaime Gutiérrez. Entre los principales retos de la nueva junta de gobierno, se incluyen algunas reivindicaciones históricas como la demanda de mayor presencia de profesionales de la Psicología en Atención Primaria y en centros educativos o la lucha contra el intrusismo, así como potenciar un sentimiento de unidad de los profesionales en torno a la organización colegial.

La candidatura encabezada por Cortejoso resultó declarada electa al no concurrir ninguna propuesta alternativa en el proceso electoral iniciado a finales de 2024. Le acompañan en su equipo Vicente Martín y Nieves Andrés como vicedecanos, María Dolores Jiménez como tesorera, Begoña Díez como secretaria y Consuelo Cuenca, María Isabel Gallardo, Ana Belén Sánchez, Silvia Muñoz, Ana Belén Silguero, Alicia Sanzo, Joanna Rodríguez, Luisa Velasco y Luis Ángel Romero como vocales.

Cortejoso recoge el testigo de Jaime Gutiérrez con la vista puesta en los principales retos a los que se enfrenta la profesión en la Comunidad. Demandas como la inclusión de la Psicología en Atención Primaria o en los centros educativos públicos son dos de las metas que persigue alcanzar bajo su mandato. «Necesitamos que la sociedad sea la que nos apoye y entienda que debemos presionar y exigir juntos a las administraciones públicas que incluyan psicólogos para que los ciudadanos puedan acceder a este servicio sin tener que costearlo, porque no todo el mundo puede permitírselo», señaló. No en vano, apuntó que la sociedad demanda actualmente prevención y atención psicológica, pero «prácticamente» sólo les dejan trabajar en el ámbito privado.

En cuanto a la presencia de profesionales en la educación, Cortejoso apuntó de que los centros públicos de Castilla y León carecen de departamentos de Psicología, algo que ya está instaurado en otras comunidades y también en los centros privados y concertados de Castilla y León.

Otro de los objetivos de la nueva junta del CopCyL es mantenerse firme en la demanda de una normativa específica que regule la profesión en todo el territorio nacional, con una delimitación de funciones y competencias. «Una cosa es aprender una técnica concreta a través de un curso y otra muy distinta tener una formación de base que permita conocer todos los entresijos del comportamiento humano», explicó Cortejoso. A su juicio, el intrusismo pone en riesgo la salud de las personas.

En este sentido, consideró necesario que la sociedad se conciencie de que es «indispensable» acudir a un profesional de la psicología que esté colegiado, ya que ofrece unas garantías tanto en formación universitaria como en la obligatoriedad de cumplir las normas de código ético y deontológico que recoge el colegio profesional.

Cortejoso apostó en su nueva etapa por incidir en otros ámbitos como la protocolización de formación, la búsqueda de convenios de colaboración con otros colectivos profesionales, la mejora de las colaboraciones con las universidades de Castilla y León o la ampliación de los servicios ofertados a los colegiados.

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