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Las cifras de siniestralidad vial no engañan. Preocupan los números de lo que sucede en las carreteras de Castilla y León después de un «año negro». Así lo cataloga la delegada del Gobierno en la región, Virginia Barcones, antes del desarrollo de la comisión ... autonómica de tráfico, seguridad vial y movilidad sostenible. Preocupan esos datos, porque no hay porcentaje, en comparación con los de 2019 (no se tienen en cuentan los de 2020 y 2021 por una pandemia que redujo la movilidad), que no asuste.
Las carreteras interurbanas de Castilla y León contabilizaron el año pasado 121 accidentes mortales, 136 fallecidos y 53 heridos hospitalizados, lo que supone un aumento respecto al 2019 del 46%, del 41 y 130%, respectivamente. «Fue un año negro», insiste Barcones a la par que desglosa las cifras, también negativas, en tramos urbanos. En ciudades y municipios de la región, hubo 24 siniestros mortales con 24 fallecidos (+9%) y tres heridos hospitalizados (-25%).
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Y en este goteo de números preocupantes, sobresale un aspecto más positivo, la bajada en el número de víctimas de usuarios vulnerables, como motoristas, ciclistas y peatones, en vías interurbanas al pasar de 36 a 29 muertos. Un descenso más acuciante en conductores de motos al disminuir un 27%.
Por factor concurrente, es decir los motivos de esos accidentes, la distracción al volante sigue liderando las estadísticas. Aumentan con respecto a 2019 la distracción (72 en 2022 frente a los 44 de 2019); la velocidad inadecuada (de 19 fallecidos a 25), y el alcohol y las drogas (de 12 a 14). «La distracción continúa siendo el principal factor desencadenante de siniestros mortales con 72 fallecidos, seguido del cansancio y sueño con 27 fallecidos.
«Siempre apelo a la responsabilidad ciudadana por la causa de los accidentes. Además, es muy importante el uso del cinturón. Teniendo en cuenta la consideración de que el cinturón de seguridad salva de morir en caso de accidente en torno a la mitad de las víctimas, siete u ocho personas habrían salvado la vida», ha recalcado la delegada del Gobierno.
La realidad de la fauna salvaje también ha dejado el aspecto negativo en las carreteras en una clara tendencia a la alza. El porcentaje de accidentes con animales crece un 28% respecto al 2019, al pasar de 9.697 a 12.362. Unos registros que dejó casi un centenar de víctimas, de las que una, en Ávila al colisionar con una cabra montesa, fue mortal. «La provincia con mayor número de siniestros fue Burgos con 2.913 accidentes con daños materiales y 15 con víctimas. Le sigue León con 2.253 siniestros con daños y 25 con víctimas», ha añadido la delegada.
En el desglose por animales, los corzos provocaron más de la mitad de los accidentes (7.148), seguido por los jabalíes (3.219) y los ciervos (569).
La comisión ha repasado también cómo se ha desarrollado la campaña de vialidad invernal. Entre el día 18 de noviembre de 2022 y el 13 de marzo del presente año, se han contabilizado nueve episodios de nevadas en un total de 23 días con afección en carreteras de Castilla y León. «Ha sido un año en el que la nieve no ha cobrado mucho protagonismo», ha continuado Barcones.
Virginia Barcones
Delegada del Gobierno en Castilla y León
Por todos estos alarmantes datos, la Dirección General de Tráfico reforzará en Castilla y León las actividades de formación y educación vial para distintos colectivos como jóvenes o personas mayores. Para ello la delegada ha pedido la colaboración de otras instituciones, como ayuntamientos y la Junta de Castilla y León. En estas acciones educativas, tendrán implicación directa las nueve subdelegaciones de la comunidad autónoma.
También se realizarán más campañas de tráfico centradas en los principales factores que concurren en los accidentes con víctimas mortales en Castilla y León, además de intensificar las campañas para concienciar del riesgo que lleva aparejado el exceso de velocidad que causó que perdieran la vida 25 personas en las carreteras durante 2022 y que ha sido factor concurrente este año en accidentes en los que han fallecido tres personas.
Porque las cifras en este 2023 continúan por el mismo camino que el año pasado. Hasta el momento se han contabilizado 23 accidentes con víctimas (uno menos que en 2022) y 25 fallecidos, idéntica cifra que hace un año. «Necesitamos la colaboración ciudadana para reducir estas cifras», concluye Virginia Barcones.
Sin concretar cuántos, ni dónde se ubicarán, en un breve periodo de tiempo, las carreteras de Castilla y León contarán con más dispositivos para controlar, principalmente, los puntos negros. Y es que la Delegación del Gobierno ya ha solicitado a la Dirección General de Tráfico más cinemómetros para que estén lo antes posible en las calzadas. «Irán destinados en aquellos puntos donde se hayan registrado más accidentes, sobre todo, en los que el exceso de velocidad haya sido la causa del siniestro», ha señalado la delegada del Gobierno, Virginia Barcones. Y esos puntos, aún desconocidos, podrían ir hasta Soria, al ser una de las provincias con un aumento de la siniestralidad. Precisamente, las comunidades de Aragón y Madrid ayudan actualmente en las labores del control en las provincias de Soria, Ávila y Segovia por su cercanía. «Siempre se piensa que se instalan más para recaudar. Y no es así», ha afirmado Barcones.
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