Una mujer estornuda por la alergia. EL NORTE

Lo mejor para los alérgicos: vivir en el campo, sin césped y a ras de suelo

Varios estudios del Río Hortega desvelan como protegerse ante la hipersensibilidad al polen que comienza ahora a despuntar aunque se esperan unos niveles moderados en la región

Ana Santiago

Valladolid

Sábado, 2 de abril 2022, 19:53

Aunque las alergias están presentes todo el año, no solo a medicamentos o alimentos sino al polen de las plantas, árboles y arbustos, es cuando se acerca la primavera cuando la polinosis se dispara. Lo saben bien los alérgicos. Lo saben bien los 245.000 ... castellanos y leoneses que se preparan, pañuelo en mano, para afrontar una difícil temporada.

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El periodo de primavera y principios de verano incluye los meses de abril a julio, y son los tipos polínicos predominantes en esta época los procedentes de plantas herbáceas, aunque también destacan algunos de especies arbóreas. Es la época de las temidas gramíneas (Poaceae) que son las que más alérgicos suman, Urticaceae, Polygonaceae, Plantaginaceae y Oleaceae.

Las concentraciones de pólenes en la atmósfera están directamente relacionadas con la lluvia, la temperatura, la humedad y el viento. Este año, debido a la falta de lluvias en el otoño y en el invierno, se prevé que la primavera cuente con unos niveles de pólenes de gramíneas más bajos de lo habitual, lo que contribuirá a una disminución de los síntomas alérgicos en los pacientes de Castilla y León. Previsiblemente la temporada será moderada para los alérgicos. Por otro lado, «la emisión de partículas contaminantes procedentes de las calefacciones, los vehículos o la actividad industrial agreden a la naturaleza e inciden en la floración, alteran la estructura del polen y este genera proteínas de estrés como mecanismo de defensa y aumenta su capacidad para provocar una reacción alérgica en las personas con hipersensibilidad», explica la doctora Alicia Armentia, jefa de Alergología del Hospital Río Hortega y catedrática de la especialidad en la Facultad de Medicina. Destaca asimismo que «la calima de pasadas fechas aporta muchos fosfatos y nitrógeno, minerales que no hay en esta tierra y son buen fertilizante. Es bueno para el campo y produce una mejor cosecha y hace que el polen sea menos agresivo; pero hace daño al ser humano salvo que siga lloviendo estos días y la tierra lo absorba».

Las gramíneas y el plátano de sombra son las dos especies que más hipersensibilidad provocan en la región

El Río Hortega ha publicado curiosos trabajos en los últimos años a este respecto. Explica la doctora Armentia que en uno de ellos «comparamos zonas contaminadas urbanas con otras en residencias de ancianos rurales y estudiamos la actividad alérgica. Pues bien, aunque había mucha gramínea salvaje en el campo, la de la ciudad resultaba mucho más agresiva y eso que apenas había 20 kilómetros de distancia. Luego por lo tanto, en contra de lo que suele deducirse, vivir en el campo es bueno para los alérgicos». Otro trabajo, «con 20.000 pacientes nos permitió analizar donde hay más afectados por hipersensibilidad al polen, en los pisos altos o en los bajos. Estuvo muy claro que en los primeros, que lo recomendable es vivir en casas molineras, a ras de suelo o lo más bajo posible y sería aconsejable evitar el césped, eso sí, o plantar poco», aclara.

Las gramíneas son las que con mayor frecuencia provocan problemas, el 33% de los asmáticos se lo deben a ellas porque «tienen unas proteínas de germinación muy activa y es muy habitual en Castilla y León. También el plátano de sombra y el ciprés. En cuanto a los olivos, es sobre todo el aligustre, de la misma familia, lo que más se ha plantado en nuestra zona y los perales silvestres que provienen de los jardines japoneses. Ahora se sustituyen por majuelo (espino albar). Son rosáceas y su polinización es trabajo de las abejas por lo que no provocan problemas en la atmósfera para el ser humano. Cuando se introducen nuevas especies como el olivo aquí o las palmeras egipcias que acabaron con las propias, al no estar habituados a ellas, provocan alergias. Es mucho mejor perpetuar lo autóctono», defiende esta especialista.

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Humedad y calor es lo que favorece la polinización. Por ello, «la mascarilla y las gafas son buenos protectores para los alérgicos. Además de acudir al médico. También es importante informarse en aplicaciones como Asmalert o en el portal de Sanidad», apunta.

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