Los agricultores amplían variedad de patata pero siembran un 8% menos

«Se ha sembrado muy bien, más sano que el año pasado», comenta Arroyo, «las lluvias de primeros de abril obligaron a hacer un alto, pero en general, se ha sembrado un poco antes que otros años».

El presidente de este colectivo calcula que «este año puede darse una reducción de la siembra de un 8% y superar ligeramente las 17.000 hectáreas cultivadas, lo tendremos totalmente claro cuando terminen las solicitudes de la PAC».

Esta merma puede responder, en parte, a la situación derivada de la covid «El año pasado, las patatas de final de campaña no se pudieron gestionar bien por el exceso de producto y hay gente que se ha refugiado en la remolacha, aunque puede ser algo puntual». El cierre del canal horeca dificultó la salida de ese producto, algo que también ha favorecido que los profesionales opten este año por más patata de lavado, dado que el mayor consumo está en los supermercados. «Lo que hemos visto es que en los supermercados ha crecido y como de momento seguimos en pandemia, la gente opta por la patata que se venda por los canales mayores de comercialización».

Otro aspecto en el que pone énfasis Eduardo Arroyo es el hecho de que los cultivadores se decidan, cada vez más, por trabajar con una mayor gama de variedades. «Es verdad que no hemos escalonado mucho las siembras, pero hay un manojo de variedades cada vez mayor con el que se da gusto al consumidor y al operador».

Hasta 30 variedades

Monalisa, colombas, ágata o soprano son algunas de esas variedades y Arroyo aclara: «Cada vez más gente planta un manojo de variedades para vender mejor, es de la manera que pueden mandar un camión de roja a Portugal, la de carne firme a Galicia o aquella de monalisa o soprano a Mercamadrid o a Valencia. Esto nos permite meter más patata en el mercado, vamos avanzando, antes no se cultivaban más de cinco o diez variedades y ahora podemos estar hablando de 25 o 30 variedades».

En cuanto a la evolución del cultivo, el hielo ha afectado a las primeras patatas que se sembraron en zonas como Medina del Campo o Carpio en la provincia de Valladolid. «Algo de hielo ha pillado a estas patatas más tempranas que estaban naciendo, aunque no son grandes partidas; el grueso del producto está naciendo ahora».

Por otra parte, los representantes de la Interprofesional de la Patata se han reunido con la distribución en un encuentro propiciado por la directora de la Cadena Alimentaria, Gema Marcos.

Yolanda Medina, presidenta de la Interprofesional, trasladó los aspectos técnicos que hacen a la patata de Castilla y León un producto de altísima calidad y con unas peculiaridades físicas diferenciadoras. Recordó que «nuestra patata es reconocida por la Comisión Europea como producto de calidad», al tiempo que hizo hincapié en que es un sector libre de plagas de cuarentena hasta ahora y comprometido con los productores de la Comunidad.

Medina tendió la mano a la distribución para colaborar y trabajar conjuntamente en la promoción de iniciativas de consumo en los hogares y en la existencia de una comunicación fluida entre toda la cadena de valor.

La distribución, por su parte, se mostró predispuesta a los requerimientos de la Interprofesional y a que esta colaboración tenga continuidad.