Agotados en horas los viajes del Imserso: «No es un problema nuevo»

El enfado entre los jubilados de Castilla y León, como los del resto del país, ha sido más que palpable al encontrarse con todas las plazas llenas a las pocas horas de poder solicitarlas. Algo que, según Parrilla, ocurre todos los años, si bien en esta ocasión se ha acentuando ante el «nerviosismo» y la incertidumbre generada por las demoras en el inicio del programa. «No es nada nuevo. Quizás este año, por la incertidumbre que se ha generado en el concurso, las demoras y demás ha provocado que la gente estuviese más nerviosa de lo normal por este retraso que llevamos de mes y medio, pero la realidad es que se ha hecho tal cual se lleva haciendo los últimos diez años», continúa.

A todo ello, además, cabe añadir que la página web de hacer las reservas colapsó y estuvo caída un tiempo, por lo que aquellos que optaron por intentar reservarlo 'online' no pudieron, en muchos de los casos, coger un destino. «Se ha generado polémica por ello. Al principio la web no funcionó para usuarios y sí para agencias porque tenemos acceso al inventario prioritario porque somos comercializadores del producto, en ningún caso encarecedores del mismo; a nosotros nos pagan los proveedores, no los usuarios, por lo que no cobramos comisión y lo lo único que podemos hacer es recomendar a la gente que acuda a un profesional que le va a dar la plaza en ese momento, para que no se genere esa sensación de que hay prioridad de unos sobre otros», argumenta el vicepresidente económico de la Confederación Española de Agencias de Viajes.

Lo primero que se agotó fueron los destinos costeros. Canarias y Benidorm son «siempre» las opciones preferidas por los castellanos y leoneses. «El primer día se llenan las salidas que todo el mundo quiere, los destinos que tienen más atracción; desde las nueve en punto se empiezan a hacer reservas y prácticamente, a partir de ahí, lo que va quedando son listas de espera», incide Parrilla, al tiempo que destaca que aunque esté «todo agotado, no quiere decir que la gente no vaya a poder viajar».

Las agencias de viajes revisan «todos los días» si se han lanzado nuevas salidas o posibles cancelaciones. «Hay gente que se va el mes que viene, pero estamos hablando de que son personas mayores y algunos lo han cogido para dentro de siete meses; puede surgir cualquier imprevisto y esas listas de espera se van reduciendo», apostilla.

La cuestión, el hecho de que este año se haya generado más incertidumbre que otros -dice Parrilla- es que existe una brecha cada vez más importante entre las plazas ofertadas y las peticiones. «El número de plazas disponibles para estos viajes son eltre 800.000 y 900.000 a nivel nacional, una cifra que no se corresponde con el número de usuarios acreditados para viajar con el Imserso; está descompensado, porque si hay cuatro millones de usuarios y 900.000 plazas disponibles, siempre nos vamos a encontrar con este problema», insiste.

Por ello, opta por «revisar» el programa y reajustar tanto el número de plazas como los precios de los paquetes. «Lo llevamos diciendo años, que hay que mirarlo. Se intenta dar unos servicios a un precio que no son los del mercado y al final genera toda esa sensación de incertidumbre, rechazos y dudas», concluye Pablo Parrilla.