Un 10% de los adolescentes de Castilla y León reconoce haber jugado con dinero o apostado en webs y aplicaciones de apuestas o de forma presencial en locales especializados y terminales de establecimientos hosteleros. Son datos que llevan a la reflexión ante la amenaza del juego patológico y que recoge la última encuesta de 'Hábitos y estilos de vida en la población joven de Castilla y León 2020-2021' a los que ha tenido acceso Ical, y que por primera vez pone acento en esta problemática creciente entre los más jóvenes.
Publicidad
El estudio lo lidera la Consejería de Sanidad, a través del Servicio de Información de Salud Pública de la Dirección General de Salud Pública, en colaboración con el Servicio de Calidad, Evaluación y Programas Educativos de la Dirección General de Innovación y Formación del Profesorado de la Consejería de Educación.
El estudio, que comenzó en 2019 con carácter bienal y se vio interrumpido por la pandemia, es fruto de más de 1.000 encuestas en jóvenes escolarizados en 4º de la ESO. Pese a que el 90,7% del total de participantes afirmó no haber jugado nunca con dinero en internet, y el 88,4% nunca de forma presencial, el 3,5 % jugó con dinero en internet en los últimos 30 días, y el 5% de forma presencial. Es más, un 1,5% lo había hecho en ambas modalidades el último mes.
En cuanto a la edad en que comenzaron a jugar, casi la mitad de los estudiantes que alguna vez había jugado dinero en internet declaró haber comenzado antes de los 13 años, el 46,8%, lo que supone el 4,3% del total de encuestados, y de forma presencial, el 35,6% (4,2% del total).
Noticias Relacionadas
Respecto a la valoración de juego patológico, un 1,2% de los participantes, el 7,1% de los jugadores, contestó afirmativamente a las dos preguntas del cuestionario. Así, un 15,3% había necesitado apostar más y más dinero, y un 19,3% mintió a gente importante para él respecto a cuánto juega.
Publicidad
Por lo que respecta al consumo de sustancias tóxicas, otro de los problemas que muchas veces arrancan en la adolescencia, la encuesta arroja que la edad media de inicio del consumo de tabaco es de 14 años, con diferencias entre ellos, 14,25, y ellas, que empezaron antes, a los 13,91 años. El 5,5% afirmó que fumaba a diario y el 5,7%, solamente fines de semana. En este caso, fueron más los chicos que no habían fumado nunca (84,2%) en comparación con las chicas (73,9%), y con más jóvenes del medio urbano que no lo habían probado, un 81,7%, frente al 69,5% del medio rural. Respecto al consumo, casi la mitad (47,6%) de los participantes que fumaban consumía entre dos y cinco cigarrillos al día, y el 35,7%, un cigarrillo o caladas sueltas.
Las cifras del consumo de alcohol son peores. La media de edad a la que comenzaron a consumir bebidas con alcohol al menos una vez a la semana fue de 14,28 años, siendo la edad mínima a los diez años. Solamente un 40% dijo que no consumía (42,1% de los chicos, 36,5% chicas) y el 30,4% rara vez (32,2% chicos, 28,5% chicas); un 26% lo hacía sólo los fines de semana y el 3,7%, alguna vez entre semana. Un 0,5% declaró consumir alcohol a diario, pero en los últimos 30 días lo había bebido la mitad de los jóvenes (50,1%).
Publicidad
A ello se une, que de los que bebieron, una cuarta parte, el 25,6%, se había emborrachado al menos una vez en el último mes, y un 0,9% de los adolescentes que consumieron alcohol necesitó asistencia sanitaria en el último mes.
En este caso, también hay diferencias en cuanto al consumo de alcohol por ámbito, con más jóvenes que no consumieron alcohol o lo habían hecho rara vez del medio urbano (41,2 y 31%) que del medio rural (31,3 y 27,8 %).
Publicidad
Entre otros aspectos, la encuesta se centra en el consumo de otro tipo de sustancias tóxicas. Arrojó que el 7,2% de los jóvenes habían probado en los últimos 30 días algún tipo de drogas distintas del alcohol y tabaco. El tipo de droga más consumido fue el hachís (96,3%), seguido de los tranquilizantes (7,7%) y el speed o anfetaminas (3,5%). Respecto a este último, el consumo fue exclusivo del medio rural y mayor entre los chicos que en las chicas (18,2% y 12,5%), al contrario de lo que ocurrió con los tranquilizantes/somníferos sin receta, cuyo consumo fue muy superior entre las chicas (15,6%) que entre los chicos (2,4%) y también algo superior en medio rural que en urbano.
El trabajo de campo de esta edición 2020-2021 se llevó a cabo durante 5 semanas en los meses de mayo y junio de 2021, y en ella participaron 67 aulas correspondientes a 60 centros escolares, obteniéndose finalmente 1020 cuestionarios válidos, de los cuáles el 52,3% corresponden a alumnos de zonas básicas de salud urbanas o semiurbanas y el 47,7% a zonas rurales. El 55,6% de los participantes fueron chicas y el 44,4% chicos, ambos grupos con una media de edad de 16 años.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.