Con el mundo rural y el huerto ecológico

La Asociación Huerteco se constituyó en el mes de junio de 2014 aunque sus fundadores, un grupo de jóvenes de Burgos, empezaron a trabajar un año antes en su puesta en marcha. Su intención era mostrar de primera mano que otra forma de alimentarse y relacionarse con el medio es posible y obtener alimentos sanos, sabrosos y sostenibles. Y es que comer un tomate de tu huerta ni sabe igual que uno de supermercado ni alimenta igual, aseguran desde la asociación.

Trabaja Huerteco en la sensibilización de la población y lo hace mediante el Aula Rural de Santibáñez Zarzaguda, en Burgos, un espacio alternativo de educación ambiental que acerca el medio natural y rural a colegios de la provincia y a otros grupos y asociaciones. Además, entre los meses de primavera y otoño, la huerta abre sus puertas una tarde a la semana para que personas interesadas en conocer el mundo de la agroecología puedan hacerlo de primera mano y adquieran conocimientos.

La entidad trabaja también en la formación en agroecología y consumo responsable y en la obtención de frutas, verduras, hortalizas y huevos de máxima calidad y respetando tanto la fertilidad del suelo como los ritmos de los animales, según aseguran desde la entidad.

La misión es sensibilizar a la población general de que no solo estamos en contacto con la naturaleza cuando vamos al campo, sino cada vez que nos llevamos un alimento a la boca, explican desde Huerteco y apuntan a que cada vez la naturaleza está más disociada de la vida diaria.

Por este motivo, uno de los mensajes que pretenden transmitir es que cada acto de consumo tiene una repercusión y que si la sociedad quiere un medio ambiente más sostenible y alimentos naturales y sabrosos libres de pesticidas y químicos de síntesis, tiene que demandarlos. También tratan de desmitificar la idea de que lo ecológico es caro.

En el año 2016, más de 40 personas han colaborado con la entidad, que junto a Voluntared Escuela Diocesana, ha puesto en marcha el Aula Rural de la localidad burgalesa de Santibáñez Zarzaguda, a 22 kilómetros de la capital. Fue la necesidad de acercar el conocimiento del medio rural a los más jóvenes uno de los motivos que impulsó esta iniciativa, que se enmarca en el proyecto Semilla del cambio fruto del trabajo. Se trata de un espacio alternativo de educación ambiental en el que se pretende acercar el medio natural y rural a los participantes, de manera que aprendan por medio de la propia experimentación.

Así, en el huerto ecológico se realizan actividades de educación y sensibilización ambiental, principalmente dirigidas a escolares de Educación Infantil y Primaria. Cuentan las instalaciones con un espacio de aprendizaje activo, de convivencia y contacto directo con el medio rural compuesto por un huerto ecológico con un invernadero de 200 metros cuadrados, frutales, plantas medicinales y aromáticas, una zona de compostaje, un corral con gallinas, gallos, ocas y otros animales, y el antiguo molino del pueblo, que fue restaurado y donde los escolares aprenden a elaborar pan de forma artesanal.

En esta actividad han participado este año más de 500 alumnos de colegios de la provincia de Burgos, así como miembros de asociaciones y de colectivos de personas con discapacidad.

También se organizan cursos de formación en materias como la poda de árboles frutales y tratamientos naturales y se venden los productos que se obtienen en mercados locales en los que además se instala un punto de información y sensibilización sobre alimentación y consumo responsable.

Huerteco desarrolla también un programa de conservación de variedades autóctonas mediante el que se reproducen semillas de variedades locales como la cebolla horcal.

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