Un informe recomienda a las universidades de la región volcarse en los estudiantes extranjeros

El denominado Informe CYD 2014 de la Fundación Conocimiento y Desarrollo anima a las universidades a atraer más estudiantes extranjeros y favorecer la movilidad de los españoles. Una advertencia que llega después de constatar que solo el dos por ciento de los alumnos en España es foráneo frente al 8 por ciento de la Unión Europea. Por contra, los grupos de investigación de las universidades españolas logran atraer a más estudiantes. El estudio 'La contribución de las universidades españolas al desarrollo', que cuenta con la colaboración y el patrocinio del Banco Santander, propone seguir avanzando en los marcos de organización, gobierno y financiación de las universidades para que cuenten con mayor agilidad, responsabilidad y transparencia en la toma de decisiones.

El vicepresidente de la Fundación CYD, Francesc Solé, apuntó hoy en la sede de la Consejería de Educación que su organización aboga desde hace tiempo por que la universidad tenga mayor grado de libertad y así poder definir su su modelo de aportación de valor. «Si esto fuera posible las universidades de Castilla y León están preparadas para dar un salto muy sustantivo aunque teniendo en cuenta que la libertad siempre tiene su riesgo y da miedo», reconoció en presencia del secretario general de Educación, Juan Casado.

El Informe CYD se ha convertido en el documento de referencia más completo sobre la universidad española y sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo del país así como ampliar los vínculos entre la universidad y la empresa. Precisamente, las transferencias -relación entre empresas y universidades- han caído en estos años de crisis.

En esta undécima entrega, el Informe CYD destaca que la universidad es la principal institución en España para hacer frente a los dos retos más destacados del país como son aumentar la competitividad de la economía y competencia internacional de cara a reducir «drásticamente» la tasa de desempleo. Campo en el que ya se han dado pasos por la mejora de la inserción laboral de los titulados universitarios en 2014 ya que la tasa de paro de los titulados universitarios descendió casi un punto y medio y la tasa de empleo aumentó más de un punto.

Eso sí, la tasa de empleo entre los graduados superiores españoles en 2013 era siete puntos inferior a la del conjunto de la Unión Europea. Solé advirtió, en declaraciones recogidas por la Agencia Ical, que han aumentado las personas que desempeñan trabajos inferiores a su titulación aunque «no es un problema del sistema educativo sino productivo del país».

Las mayores tasas de afiliación se producen entre los egresados en los ámbitos de informática, matemáticas y estadística, salud e ingeniería. En el extremo opuesto está la rama de artes y humanidades. No en vano, menos de la mitad de los titulados en 2009-2010 estaba dado de alta cuatro años después. El informe constata que hay algunos grados con bajas tasas de afiliación, buen salario y estabilidad en el empleo pero que son muy poco demandados.

La Fundación CYD apuesta, además, por la integración de las tecnologías digitales, como una gran oportunidad para innovar en la educación presencial y virtual, y en la investigación. El porcentaje de la producción científica española con respecto a la mundial ha pasado del 3% en 2003 al 3,5% en 2013, con un crecimiento del 16% . Sin embargo, el informe reconoce la situación «preocupante» al analizar la evolución del liderazgo y de la excelencia científica española en la producción total.

Mejorar la financiación regional

El trabajo se hace eco de la reducción del número de alumnos, profesores y personal administrativo. Francesc Solé manifestó que alguna universidad de Castilla y León cuenta con un personal «sobredimensionado» aunque no ofreció ningún nombre. Mencionó la financiación como «un debe» en la universidad de la región. En cuanto a las instituciones «referentes» en España, tampoco mencionó ninguna y se limitó a comentar que son «relativamente jóvenes» que, precisó, aún viven del primer equipo rectoral que era «muy potente».

En estudios de grado universitario, en el curso 2013-2014, se produjo por segundo año consecutivo un descenso del número de matriculados, que es más patente entre las instituciones académicas públicas. En cambio, el alumnado en máster oficial creció. Además, el gasto anual en educación superior por alumno en 2011 en España ascendía a 13.173 euros, el valor más reducido desde 2008. Unas cifras que obligan, según e informe, a la «imprescindible» recuperación de los niveles de recursos públicos para que las universidades lleven a cabo sus «objetivos estratégicos».

Juan Casado, que también es vicepresidente del patronato de la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León, reconoció que la «crisis surgió en un momento en que la Comunidad hacía un esfuerzo sin precedentes en la conexión universidad-empresa». Destacó el apoyo al sistema universitario de la Comunidad recogido en el Proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad para 2016.