Regina de Castro en el balcón del Ayuntamiento que preside.

Regina de Castro: «Siempre he vivido en el pueblo y no echo nada en falta»

El Norte de Castilla te ofrece este jueves en su edición impresa y en la plataforma la historia de la alcaldesa de Frechilla, que defiende que las zonas rurales tienen todas las comodidades necearias además del calor de los vecinos

SONIA ANDRINO

Miércoles, 14 de octubre 2015, 18:50

Ahora no llegan a 200 habitantes pero en sus tiempos, Frechilla fue un pueblo con juzgado y Guardia Civil. Llegó a alcanzar los 700 vecinos, al menos que recuerde la hoy alcaldesa, Regina de Castro. Lleva una docena de años al frente del Consistorio local y lo hace «para defender mi pueblo. Me siento como una vecina más», explica.

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Esta pequeña localidad vive ahora de la agricultura pero cada vez cuentan más las pensiones. La población envejece y es difícil renovar. Aún así, la alcaldesa dice que sueña con atraer a gente joven que se quiera quedar en el pueblo. «Hemos contratado a un chaval como alguacil», explica, y han sacado a concurso el centro social que ha construido el Ayuntamiento.

Tiene 65 años y ha vivido siempre en Frechilla. Lucha cada día contra el reto de mantener a la población pero sabe que la pelea es complicada. El trabajo es la principal via de escape ante una situación difícil de controlar. Por lo demás, defiende que lo tiene todo: casas acondicionadas, con calefacción e Internet y una relación perfecta con los vecinos del pueblo. «No echo en falta nada», asevera.

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