Por qué las palas de los molinos de aire no pueden reciclarse

¿Cómo aprovechar mejor los recursos energéticos y cómo hacerlo respetando el medio ambiente? Se buscan proyectos innovadores, soluciones no solo brillantes sobre el papel sino económicamente viables. La Fundación Repsol ha seleccionado diez proyectos y cinco ideas como finalistas de la cuarta convocatoria del Fondo de Emprendedores, dirigido a apoyar las mejores iniciativas empresariales que aporten soluciones innovadoras en materia de eficiencia y ahorro energético.

Y entre esos está un proyecto desarrollado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Enreco 2000 una empresa dedicada a la investigación de procesos para el tratamiento de residuos, bautizado R3FIBER para el reciclado de palas de aerogeneradores.

Estas estructuras pueden llegar a alcanzar en algunos casos hasta 40 y 60 metros de longitud y seis toneladas de peso y suelen estar fabricadas de materiales compuestos, generalmente fibras unidas mediante una matriz. Las fibras utilizadas son las de vidrio y las de carbono, estas mucho más caras. La matriz suele ser de resinas epoxy o poliésteres. Gracias a estos materiales, las palas son estructuras muy rígidas y muy resistentes en relación a su peso y muy asequibles de fabricar.

La tecnología R3FIBER, según sus desarrolladores, permite recuperar todo el contenido de fibras y transformar las resinas en combustibles. Para ello las palas, previamente segmentadas, se someten a un proceso de pirólisis a baja temperatura. El resultado son fibras limpias, de vidrio o de carbono, listas para su reutilización en diversos sectores industriales, principalmente, el transporte (las de carbono) y la construcción (las de vidrio).

Otro de los productos que se obtienen durante el proceso son aceites asimilables a combustibles, tipo fuel, que pueden refinarse para obtener gasolina y/o gasoil.

Más de 60.000 palas

Con 241 parques eólicos que suman 5.560 Mw de potencia instalada, Castilla y León es la primera comunidad eólica de España, con el 24% del total, según los datos de la Asociación Empresarial Eólica de diciembre de 2014. España, a su vez, es el cuarto país del mundo en este campo, solo por detrás de China, EEUU y Alemania, y la energía eólica ya es la segunda fuente de generación eléctrica en España. Si tenemos en cuenta que el 60% de los 1.077 parques eólicos instalados en España, que suman más de 60.000 palas, tienen ya más de 15 años y que el ciclo de vida útil de un aerogenerador se sitúa de media en unos 20 años, la tecnología R3FIBER tiene un gran potencial, ya que en breve habrá que tratar y reciclar adecuadamente una considerable cantidad de residuos. De hecho, los primeros parques instalados en España ya han cumplido o están a punto de cumplir los 20 años y habrían completado, por tanto, su ciclo de vida útil.

«En la actualidad no hay una tecnología disponible para el reciclado de estas palas explica Félix Antonio López, doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Valladolid e investigador del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM, un organismo dependiente del CSIC), y coordinador del proyecto R3FIBER. Las que se averían o se rompen se almacenan en centros de recogida de residuos, pero ahora mismo sus materiales ni se reciclan ni se reutilizan».

Y añade que un reciente estudio sobre el ciclo de vida útil de los aerogeneradores señala que resolver el problema del reciclado de las palas disminuiría en un 6% el impacto global que tiene la energía eólica sobre el medio ambiente.

En su fase final

Desde el año 2008, el CSIC y la empresa Enreco 2000 vienen trabajando conjuntamente en el desarrollo de esta tecnología, que ya ha superado la fase de concepto, el estudio de laboratorio y los ensayos en planta piloto. Pronto será una realidad. «En 2017 está previsto constituir una empresa de base tecnológica CSIC-Enreco para vender, llave en mano, plantas industriales a empresas dedicadas al reciclado o a gestores de parques eólicos», añade el coordinador del proyecto.

Mientras, el próximo 10 de septiembre la Fundación Repsol dará a conocer qué proyectos son los ganadores del Fondo de Emprendedores 2015, que serán financiados con hasta 288.000 euros durante un máximo de dos años. Las cinco ideas finalistas, por su parte, recibirán 24.000 euros durante un año para su maduración. Y todos contarán además con un equipo de tutores, asesoramiento técnico y legal y una formación adecuada a sus necesidades.