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RICARDO RÁBADE-WORD COMUNICACIÓN
Lunes, 24 de agosto 2015, 18:06
El periodo estival, con su paréntesis vacacional, no ha impedido que salgan a la luz nuevos datos que permiten definir de forma precisa el mapa de la educación superior en España. El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes ha hecho públicos los contenidos de uno de sus nuevos y casi kilométricos estudios estadísticos, que resume con una detallada relación de cifras el impacto real de las becas en el tejido de la enseñanza, concretamente en los niveles de la educación universitaria.
El informe ministerial, que enumera las cifras correspondientes al curso académico 2013-2014, pone de relieve que un total de 547.158 estudiantes universitarios españoles cursaron su carrera con el apoyo económico de alguna beca. Pese a los nocivos efectos de la cacareada crisis económica en la estabilidad presupuestaria de las universidades, lo cierto es que la potencialidad española en materia de becas y ayudas al estudio logró mantenerse.
De estos 547.158 universitarios becados, 523.148 se encuentran matriculados en instituciones académicas de titularidad pública, y los 23.984 lo hacen en universidades de rango privado.
En el caso específico de la provincia salmantina, el número de universitarios becados asciende exactamente a 12.057, con lo que sitúa a Salamanca a la cabeza de Castilla y León en estas ayudas. De ellos, 11.270 están matriculados en la Universidad de Salamanca (Usal) y 787 en la Pontificia (Upsa). En ambos casos se confirma una tendencia dominante y cada vez con mayor presencia en las universidades españolas, el predominio numérico de las mujeres. No en vano, en la Usal sobresalen las 5.894 alumnas con beca, mientras en la Upsa dominan las 475 alumnas con beca sobre los chicos que desarrollan sus estudios con ayudas específicas.
El estudio ministerial señala que en la Universidad de Valladolid hay 10.341 alumnos becados, mientras en las aulas de la Universidad de León figuran 4.979 y en las facultades de la Universidad de Burgos, 3.195. Si el buceo estadístico ahonda en las universidades privadas, en la disección ministerial se indica que hay 180 alumnos becados en la Universidad Europea Miguel de Cervantes, 172 más en la Universidad Católica de Ávila (Ucav) y 37 más en la IE segoviana.
Una realidad tangible que las frías estadísticas alumbran es el número de estudiantes que disfrutan de alguna beca en cada universidad y otra bien distinta, que prácticamente nunca coincide, es el número real de becas y ayudas otorgadas en las diferentes facultades y escuelas de dicha institución académica. En el caso de la Universidad de Salamanca, el informe del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes referido al curso 2013-2014 plantea la existencia de 11.270 becarios. Sin embargo, el volumen de becas concedidas fue notablemente superior en la Usal, en concreto, 24.474. En la Pontificia sucedió otro tanto, con 787 becarios y un aluvión de becas que lo duplica con creces, exactamente 1.706.
Además de las ayudas ministeriales y de la Junta de Castilla y León para pagar el coste de los créditos académicos de cada grado y las ayudas compensatorias aportadas a cada universidad, el listado de becas engloba apartados significativos, como las ayudas para residencia, que en el caso de la Universidad de Salamanca supusieron la distribución de más de 4,4 millones de euros, o los 8,3 millones en concepto de exención de precios y tasas, así como los 1,5 millones en relación a las bonificaciones a las familias numerosas con más de tres hijos.
La publicación de este nuevo informe estadístico por el Ministerio de Educación ha coincidido cronológicamente con la apertura de la nueva convocatoria de becas de régimen general, diseñada por el MECD tanto para los estudiantes de las universidades como para los alumnos de Enseñanzas Medias. En esta nueva convocatoria, la primera que se efectúa bajo el paraguas institucional del nuevo ministro Íñigo Méndez de Vigo tras la sonada salida del controvertido José Ignacio Wert, se aprecia un leve aumento presupuestario, pasando de los 1.018 millones del presente curso a los 1.031 previstos para el próximo ejercicio académico.
Pese al cambio de ministro, Educación no ha modificado sus criterios y continuará demandando una nota media de un 6,5 a todos aquellos alumnos que debutarán como universitarios en septiembre, en su condición de estudiantes de nuevo ingreso, en las diferentes facultades y escuelas universitarias.
La cuantía fija vinculada a la renta del solicitante será de 1.500 euros, el mismo montante que para la ayuda económica vinculada a la residencia del solicitante. Los alumnos del segundo curso y posteriores que deseen mantener la ayuda concedida en un primer momento por el Ministerio de Educación, deberán tener aprobados el 100% de los créditos de Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias Sociales y Ciencias de Salud, así como el 85% en el apartado específico de las diferentes Ingenierías.
El plazo para la presentación de las solicitudes universitarias para optar a una beca ministerial permanecerá abierto hasta el próximo 15 de octubre.
Así, la suma de las ocho universidades de la comunidad se traduce en que más de 30.900 estudiantes castellano y leoneses, de un censo universitario total de 93.475, cursaron el periodo lectivo 2013-2014 con algún tipo de ayuda económica para afrontar sus estudios. Esto significa que el 33,05% o, lo que es lo mismo, uno de cada tres estudiantes universitarios de Castilla y León recibieron alguna ayuda para comenzar o seguir sus estudios superiores.
Régimen general
Las becas de régimen general que convoca anualmente el Ministerio de Educación y Cultura conforman la principal aportación económica para los universitarios que solicitan ayudas. De hecho, del informe se desprende que 472.681 de los 547.158 becados españoles obtuvieron su ayuda a partir de la financiación emanada de las arcas ministeriales. En el caso específico de la Usal, la riada de ayudas del Ministerio benefició a 10.383 alumnos de los 11.720 becados. En la Upsa se vislumbró una tendencia de similares características, con 695 becarios ministeriales sobre un total de 787.
En las otras universidades de Castilla y León la senda educativa se encaminó por los mismos derroteros. Así, en la Universidad de Valladolid los estudiantes con beca del Ministerio de Educación se elevaron hasta los 9.611 de los 10.341 becarios. En la ULE fueron 4.682 y en la UBU se situaron en 2.855 de un total de 3.195 universitarios becados.
Además, el Ministerio de Educación también desmenuza el capítulo de becas teniendo en cuenta todos aquellos casos de universitarios becados por sus comunidades autónomas. En la Usal, por ejemplo, los estudiantes con beca de la Junta de Castilla y León fueron 887 y en la Universidad Pontificia, apenas 92. Capítulo aparte es la configuración estadística según el nivel de estudios con derecho a beca, ya sea grado o máster. En la Universidad de Salamanca predominan de forma aplastante entre los estudiantes de grado, con 10.907 becados frente a los 363 universitarios que disfrutan de ayudas para cursar un máster oficial. Si se utiliza la calculadora y se traduce a euros, el desembolso, tanto ministerial como de la Junta de Castilla y León, en concepto de becas ascendió durante el curso 2013-2014 a 25,3 millones de euros para dar sustento económico, en forma de ayudas, a los estudios de grado y más de 1,5 millones para los máster. En la Pontificia, el desembolso total en becas para los alumnos de grado supuso 1,9 millones y para los de máster, apenas 31.100 euros.
Respecto al conjunto de la geografía nacional, las becas representan para las universidades españolas la cifra inversora de 957 millones de euros. De ellos, 885 millones son aportados por el Ministerio de Educación, mientras que los más de 71 millones restantes emanan de las partidas de las diferentes administraciones autonómicas.
El informe de Educación constata también otro de los efectos de los recortes económicos. No en vano, en el curso 2013-2014, y manejando los grandes dígitos de la enseñanza superior, se apreció globalmente una llamativa caída del 12,3% en las ayudas económicas auspiciadas por el ministerio en relación al curso anterior. En cambio, los Ejecutivos autonómicos salieron mejor parados, pues apenas se modificó el importe de las becas, e incluso se computó una tímida subida del 0,9%.
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