Varios ejemplares de Boletus Edulis, hongos recolectados en El Maillo (Salamanca).

El cambio climático conduce a una caída de la producción de boletus y níscalos en la región

El aumento de temperatura y el descenso de lluvias de los últimos 20 años alerta de la necesidad de recurrir a la selvicultura

Isabel G. Villarroel

Domingo, 21 de septiembre 2014, 12:42

«El calentamiento global de la atmósfera ha venido produciendo en los últimos años un retraso de aproximadamente una o dos semanas de la campaña micológica de otoño en la Castilla y León, lo que afecta principalmente a las especies boletus edulis y lactarius deliciosus o los níscalos». Así de rotundo fue el responsable del área de investigación Forestal y Micología del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), Fernando Martínez Peña. Es una de las conclusiones que se abstraen de las ponencias que han ofrecido en Soria los 35 expertos e investigadores de 12 países europeos que han participado durante toda la semana en el encuentro internacional sobre Paleoclima y Micología que ha concluido hoy en Soria.

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El cambio climático provoca, además, una pérdida de producción. «Hay menos ejemplares cada temporada y se percibe una tendencia regresiva en cuanto a diversidad no sólo de los hongos sino también de las diferentes variedades de pino que se encuentra en la provincia como el pino albar y pinaster», añadió el investigador soriano.

Son conclusiones que se obtienen tras más de 20 años de trabajo de campo en el Parque Micológico Pinar Grande, propiedad del ayuntamiento de Soria y de la mancomunidad de los 150 pueblos, que cuenta con una red de parcelas micológicas únicas en Europa. Lo importante de conocer estos efectos reside en poder anticiparse a su adaptación de tal forma que Martínez Peña insistió en la necesidad de «adaptar los bosques a la nueva situación, mediante silvicultura y una adecuada gestión forestal y agrícola».

Silvicultura

La silvicultura se encarga de aplicar las técnicas más avanzadas a las masas forestales para obtener de ellas una producción continua y sostenible de bienes y servicios demandados por la sociedad. Estos tratamientos silvícolas tienen por objetivo garantizar dos principios básicos como son la persistencia y mejora de la masa -continuidad en el tiempo y aumento de su calidad- y su uso múltiple. Estas conclusiones no son las dfinitivas ya que el Cesefor continuará con la investigación a la vez que seguirá elaborando conclusiones.

El responsable del Instituto Federal de Investigación Forestal de Suiza y coordinador de las jornadas celebradas estos días pasados, Ulf Büntgen, indicó en un perfecto inglés que «el encuentro internacional ha servido para exponer las variaciones del clima» y alabó la importancia de contar con una red de parcelas micológicas donde poder estudiar los efectos del cambio climático.

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El workshop internacional Compilation and evaluation of marine and terrestrial archives for Europe in the last 2000 years (Recopilación y evaluación de los registros marinos y terrestres de Europa en los últimos 2.000 años), que comenzó el pasado domingo y se ha clausurado durante esta semana, sirvió para revisar el estado actual de las investigaciones paleoclimáticas y los distintos modelos de simulación del clima.

Este workshop es fruto de la colaboración entre los proyectos europeos 'Page EuroMed2k' y 'Micosylva+', del que Cesefor es socio y coordinador. Además, es un evento vinculado al Parque Micológico de Pinar Grande, de más de 12.500 hectáreas de bosques que producen alrededor de 200 toneladas anuales de hongos comestibles, y a la iniciativa Mercasetas.

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