Alegría en el pueblo que pisó la futura reina

Con la tranquilidad que le caracteriza, Aldea de San Miguel, de 239 vecinos empadronados, vivía la jornada de abdicación del rey. Son conscientes de que la joven que aquí veraneaba, la que creció en sus calles y se peló las rodillas está casada con el sucesor al trono y que, por tanto, está abocada a ser la futura reina de España. Una alegría porque no todos los pueblos pueden decir que una reina ha pisado sus calles, comentaba el alcalde, Pablo Fernández.

Desde que la Casa Real anunciara su compromiso, este pequeño pueblo ubicado entre Mojados y Portillo entró en escena como el lugar donde veraneó la princesa Letizia Ortiz. Ese mismo verano fue el último que estuvo por allí. Se la vio con jóvenes de La Aldea en las fiestas de Íscar. Fue ya casi como su despedida de la zona, añade el alcalde.

La casa de su bisabuela, Plácida del Valle, nacida y enterrada en Aldea de San Miguel, donde pasaban varios meses su abuela, Menchu, y su abuelo José Luis, se cerró entonces a cal y canto. Aquí, en este pequeño pueblo, conserva familia, primos de su padre, algunos incluso pudieron disfrutar del enlace real. Pero nadie habla al respecto.

El municipio que la vio crecer aguarda desde entonces una visita o una mera mención. Un gesto que demuestre que se acuerda de ellos. Porque La Aldea sí que tuvo un homenaje para Letizia Ortiz y Felipe de Borbón. En el barrio nuevo luce una placa de una calle que reza 'Príncipes de Asturias'. Ahora habrá que cambiarla, bromea Jorge Palmero.

Un futuro centro de día, que tiene que esperar por falta de fondos, podría ser bautizado con el nombre de la futura reina. Pero de momento existen otras prioridades en la localidad.

Acostumbrados ya a las noticias vinculadas con esta joven, en la localidad centraban ayer sus pensamientos en las fiestas patronales de la Virgen de los Remedios, que se celebrarán este fin de semana. Porque sí que es verdad que cuando se casó lo hizo en vísperas de las fiestas y ahora el anuncio del rey también nos pilla casi en las fiestas. Será una señal, añade entre risas el alcalde.