
De pinchos por Valladolid
Tapas gratis con un toque de magia y una historia de amor en un nuevo bar de DeliciasEl Rincón D la Magia, que abrió sus puertas hace apenas tres meses, combina el sabor de una buena tapa con el arte del ilusionismo
En el corazón del barrio de Delicias, en la calle Zapadores, ha nacido un lugar que combina el sabor de la buena tapa con el arte del ilusionismo. Se trata de El Rincón D la Magia, un bar que abrió sus puertas hace apenas tres meses y que ya conquista a los vecinos y visitantes con su propuesta original y cercana.
Desde por la mañana muchos son los clientes que se acercan no solo para tomar algo y disfrutar del vermú, sino también para entablar una agradable conversación con sus dueños.
Detrás de este proyecto se encuentra un mago de vocación y pasión, conocido artísticamente como 'El marqués de Merlín', que no solo sirve bebidas y tapas, sino también momentos inolvidables a través de sus espectáculos de magia.
«Yo soy de Peñafiel pero llevo ya muchos años en Delicias. He tenido más bares que he combinado con mi profesión de mago y este es el nuevo proyecto en el que he invertido» apostilla. Con años de experiencia en el mundo del ilusionismo, el dueño decidió dar un paso más y crear un espacio donde se mezclan la gastronomía y el entretenimiento.
Una historia de amor antes de abrir el bar
Pero ojo porque el origen del bar esconde una bella historia de amor. El propietario conoció a su actual pareja Aandrea Catalina -hostelera veterana- en Benidorm, mientras él estaba de gira con su show.
Tras compartir una inolvidable experiencia en la Costa Blanca de Valencia, juntos decidieron comenzar una nueva vida en Valladolid para poner en marcha este sueño común. Ella no dudó en trasladarse a la ciudad castellana para embarcarse en esta aventura, donde aporta principalmente su energía positiva y creatividad a diario en el negocio tras los fogones.
Uno de los grandes atractivos de El Rincón D la Magia son sus tapas. Estas se elaboran al momento y las sirven de manera gratuita con cada consumición. «Las tapas las hace Aandrea en el momento, y yo las sirvo con un último toque. Si son de pulpo o huevo les pongo por encima aceite de oliva y si son con fruta, ponemos un sirope de chocolate» explica.
Una fórmula que, unida al ambiente acogedor y al espectáculo que a menudo se cuela entre mesas, hace que muchos vecinos del barrio ya consideren este rincón como uno de sus favoritos.
Básicamente, El Rincón D la Magia no es solo un bar, es una experiencia. Es ese tipo de lugar donde cada visita se convierte en una pequeña celebración, donde el trato cercano, la ilusión y la buena cocina se dan la mano. En tiempos donde lo auténtico se valora más que nunca, este pequeño local de un barrio histórico de Valladolid demuestra que con pasión, talento y un toque de magia, los proyectos siempre salen adelante.
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