

Sigue paso a paso la receta de la Sopa de Postores de Tiedra
Belén Calvo Marbán cuenta los secretos de una receta ancestral, típica del Corpus, y que ella aprendió de sus abuelas Gregoria y Joaquina
Continuamos nuestra ruta gastronómica por la provincia. Hoy, todos los indicadores nos llevan hasta Tiedra, el municipio de la lavanda por excelencia. Se trata de ... un pueblo lleno de encantos, muestra de ello son su castillo, su ruta de las fuentes, sus calles, su artesanía, su folclore, sus costumbres y también su gastronomía. Nos recibe en su casa, Belén Calvo Marbán, una tiedrana orgullosa de sus raíces y del pueblo que le vió nacer. Nos quiere mostrar la receta más emblemática, la Sopa de Postores. Se trata de una sopa castellana, muy fácil de hacer y que nunca falta en la fiesta del Corpus. «Está deliciosa y en nuestra casa, cuando tenenemos algún acontecimiento especial, también solemos elaborarla. A todo el mundo le encanta. Lo mejor de todo es lo sencilla que es», explica Belén.
Este plato tan típico del Corpus, tiene todo un ritual tras de si. La semana anterior al Corpus se celebra una subasta en la que, se puja con el brazo en alto y con fanegas de trigo. «No vale pujar con euros ni con otra unidad de medida. Sólo se admiten las fanegas de trigo. Son 16 las posturas que tiene la virgen », comenta Belén. «De lo que se trata es de dirimir quién tendrá el honor de introducir la imagen de la Virgen en la ermita», cuenta esta tiedrana. «El sábado siguiente en la Plaza Mayor, se produce una auténtica batalla campal mediante bombas, cohetes, carretillas y petardos en el intento de comer las típicas sopas de ajo en la cazuela colocada al efecto en el centro de la plaza. El Patronato de la Virgen se encarga de preparar las sopas. Antaño se hacían con los rescoldos y las brasas, en el suelo. Ahora las hacemos en horno. Durante muchos años, yo he sido la alguacila del pueblo y por tanto, yo me encargaba de elaborararla. Me enseñaron a hacerlo mis dos abuelas, Gregoria y Joaquina. Es una tradición que me encanta y que me trae muy bonitos recuerdos. De lo que se trata es de que los postores no se dejen comer las sopas por el resto de asistentes, que también van provistos de cucharas. Se tiran muchas bombas y carretillas. Es lo más parecido a una mascletá en Castilla. Al final acaban comiendo todos», opina.
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Tiempo de preparación
15 minutos
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Tiempo de cocción
180 minutos
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Comensales
6 comensales
Categorías
Sopas tradicionales
Ingredientes
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Pan duro troceado
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2 ajos
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Taquitos de jamón
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Taquitos de chorizo
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3 huevos cocidos
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1 cucharada de manteca de cerdo
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Pimentón
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Agua
Preparación
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Belén se ha esmerado para tener todos los ingredientes muy bien preparados. Ha troceado el pan duro, el jamón, el chorizo y el huevo cocido.
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En una cazuela pone agua a calentar. Cuando va cogiendo temperatura, añade la manteca, la sal, el pimentón y los ajos machacados en el mortero. «Removemos hasta que comience a hervir. Los ingredientes son muy similares a las sopas de ajo, pero las de postores son muy especiales. Ya veréis cuando las probéis», adelanta Belén.
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Mientras tanto, en una cazuela grande de barro, ponemos una capa con las lochas de pan duro. Encima pone una capa con los tacos de chorizo. Se cubre con una capa de pan. A continuación, otra capa con el huevo cocido troceado, que tapamos con otra de pan duro. Terminamos con una capa con los tacos de jamón y encima una nueva capa de pan.
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El caldo de que acabamos de hervir lo echamos por encima de todos estos ingredientes. «Hay que hacerlo muy poco a poco y el caldo debe de estar caliente para que moje bien», advierte nuestra cocinera tiedrana. «Todas las capas deben quedar bien empapadas, pero sin que quede caldoso. Por eso es conveniente echarlo con un cazo y despacio», prosigue.
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Cuando los ingredientes están bien empapados con el caldo, se mete la cazuela en el horno a 150ºC durante aproximadamente tres horas. «Hay que ser muy paciente. Lo ideal es hacerlo a baja temperatura aunque tarde un poquito más. Una vez transcurrido ese tiempo, se comprueba que se haya formado una costra fuerte y espesa, y es entonces cuando las sopas estarían listas

El resultado no puede ser más fabuloso. El aspecto es increíble. Salen hirviendo del horno y despidiendo un aroma totalmente evocador. ¿El sabor? Supremo. Las diferentes capas de pan, embutido y huevo quedan fundidas en una costra, que resulta realmente sorprendente. Es una sopa sólida y consistente. Una auténtica delicia para el paladar. «El secreto para que quede una costra tan gruesa está en la manteca de cerdo. Si se hace con aceite, no queda ni parecido. Siempre que las cocino, me acuerdo de mis abuelas y de cuando las cocinaba con ellas. Mi madre, Manuela, también las hace a menudo», advierte. «Es una receta curiosa, pero lo mejor de todo es el ambiente de la fiesta de la puja. Los restaurantes del pueblo también la hacen y tienen mucho éxito. Hay quien las hace en sartén pero como mejor quedan, es en cazuela de barro», prosigue.
Este plato hay que probarlo, si o si, porque es una auténtico manjar y muy fácil de hacer. ¿A qué esperas? Cada semana nos acercamos a un pueblo de Valladolid y cocinamos un plato tradicional. No te los pierdas. Ya hemos cocinado, entre otros, lentejas con verduras en Villafranca de Duero, guisantes con jamón en Laguna de Duero y carrilleras guisadas en Portillo. Esperamos tus aportaciones en los comentarios de esta noticia. Y ya sabes que en la sección Comer y Beber en Valladolid, encontrarás interesantes rutas, tradiciones y curiosidades gastronómicas de la cocina de nuestros pueblos. ¡Leénos!
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