En la margen izquierda del río Duero y muy cerca del embalse de San José, entre Castronuño y Toro, encontramos Villafranca de Duero. Un pequeño municipio lleno de vida y grandes aficionados a la cocina. Hoy nos espera una interesante mañana junto a Geña Delgado ... Seco, una simpática y cariñosísima vecina de esta localidad, que quiere enseñarnos a cocinar una receta que ha pasado por varias generaciones de su familia, el pollo en pepitoria. «¡Bienvenidos a mi casa!», así nos recibe nuestra cocinera de hoy. «Lo primero que voy a hacer es ponerme el mandil», dice con desparpajo. «Os voy a cocinar un pollo en pepitoria a la antigua usanza. Lo ideal sería que fuera un pollo de corral, pero no ha podido ser. No obstante… seguro que queda bueno igualmente, porque la salsa es gloria bendita», dice por anticipado.
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Ya tiene todos los ingredientes preparados en la encimera de la cocina que comparte con su marido, Julio Pamparacuatro. «Yo en este pueblo soy muy feliz. Soy villafranquina de pura cepa. Aquí tenemos de todo lo que se puede desear. Hay muchas actividades interesantes, como las Aulas de Cultura, por ejemplo, a las que acudo todas las semanas para aprender y en la que también compartimos recetas como ésta que os voy a cocinar hoy», comenta y se pone manos a la obra. «Además, os voy a enseñar un buen truco de cocina», dice con picardía.
Tiempo de preparación
15 minutos
Tiempo de cocción
20 minutos
Tiempo total
35 minutos
Comensales
4-6
Calorías
-
Categorías
Platos tradicionales de Aves
Pollo partido en trozos
Harina
Cebolla
6-8 Hojas de laurel
Sal
2-3 Ajos
Perejil
Vino blanco
Agua
Aceite para freír
Geña se pone manos a la obra. El primer paso es salar el pollo. Al gusto del cocinero. A continuación se pasa por harina.
Ponemos a calentar un poquito de aceite en una sartén y rehogamos el pollo. «A mi madre esta receta le salía divina. Lo hacía con pollo de corral y lo cocinaba a la lumbre en cazuela de barro. También lo hacían así mis abuelas. Lo recuerdo como si fuera hoy mismo», cuenta esta villafranquina mientras vigila cómo se fríe la carne.
Una vez frita, pasa todos los pedazos a una cazuela, echa las hojas de laurel y reserva.
La sartén con el aceite de freír la mantiene al fuego y echa la cebolla bien picada y la pone a freir. Mientras, en un mortero machaca 2-3 ajos con perejil y un chorro generoso de vino blanco. «El vino es casero. Lo hace mi marido y por eso, en casa no utilizo otro que no sea éste. Le da un gusto buenísimo», comenta.
En la sartén, cuando la cebolla está pochada, añade un poquito de harina, el majado de ajo, perejil y vino y agrega un vasito de agua. Lo lleva a ebullición y lo echa todo sobre la cazuela del pollo, que pone al fuego. «Y ahora viene el truco que os comentaba antes», dice con una sonrisa. «Cuando ya tenemos todos los ingredientes en la cazuela, lo ponemos a cocer y lo tapamos con un plato con agua. De esta manera el pollo se cuece, pero la comida nunca se pega. Nos podríamos ir a tomar el vermú a Toro y cuando volviéramos, todavía seguiría cociendo y sin pegarse, porque el agua sujeta el vapor. Además no sería necesario añadir más agua a la cazuela, con irla añadiendo al plato, sería suficiente», asegura. «Esto es algo que se hacía antiguamente con platos de barro. Yo lo hago con uno de porcelana», continúa.
Tras unos 20-25 minutos cociendo, el pollo estaría listo para servir y comer.
El resultado del pollo en pepitoria que nos ha cocinado Geña, no puede ser mejor. Tierno, suave y buenísimo. Además, la receta es facilísima, así que no pierdes nada por intentar replicarla. «La cocina no es mi pasión, pero me encanta hacer ciertos platos, como la paella, la carne guisada con verdura, el flan de huevo, el pisto o la ensaladilla. Lo mío son las recetas clásicas», dice. «Y cuando cocino el pollo, siempre lo hago de esta manera, porque así tiene mucho más gusto y sabor y porque además, cuando lo hago, siempre me acuerdo de mi madre y a los míos les encanta. Sobre todo, a mi nieta», continúa.
Antes de irnos, Geña nos pide que regresemos a su pueblo siempre que queramos. «Villafranca es un pueblo muy acogedor, donde los forasteros siempre son bien recibidos. 22 de julio son las fiestas de Santa María Magdalena, que están muy bien, con encierros, verbenas, charangas y mucha animación. A mi de joven me iba mucho la juerga. Ahora soy más de cosas tranquilas, como por ejemplo la Semana Cultural», comenta-
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Ha sido un placer conocer y cocinar con Geña este plato tradicional y tener la oportunidad de recorrer Villafranca de Duero. En esta sección hemos visitado otros muchos pueblos. Hemos tenido oportunidad de cocinar con Gaspara frita en Gallegos, con Angelines arroz con pollo en San Román de Hornija y con Carmen guisantes con jamón en Laguna de Duero. Esperamos tus aportaciones en los comentarios de esta noticia y si quieres cocinar con nosotros, ¡Escríbenos!.
Y ya sabes que en la sección Comer y Beber en Valladolid, encontrarás interesantes rutas, tradiciones y curiosidades gastronómicas de la cocina de nuestros pueblos. ¡Sigue leyéndonos!
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