Cocinando en mi pueblo
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Cocinando en mi pueblo
Sigue paso a paso la receta de los guisantes con huevo y jamón de Laguna de DueroContinuamos nuestro recorrido por los pueblos de la provincia de Valladolid y hacemos parada en Laguna de Duero. Allí nos recibe Mª del Carmen Vallelado, una mujer emprendedora y gran apasionada de su pueblo y de su pasado hortícola. Tanto, que desde hace años, se ... dedica a alquilar las huertas familiares para inculcar entre los vecinos esa antigua tradición de siembra y recolección. Esta lagunera quiere cocinar para los lectores de El Norte, el que es el producto más apreciado de la huerta de Laguna, el guisante. Aprovechando los últimos coletazos de la temporada que ya termina de esta riquísima legumbre verde, nos cocinará, en un precioso entorno natural, una receta rápida, sencilla y con la que seguro que acertarás ante unos exigentes comensales
Hija de Lázaro y Alejandra, hortelanos ya jubilados de este pueblo, hace unos años Mari Carmen decidió reconvertir la huerta familiar en las huertas de alquiler El Maniego, un espacio que ella trabaja y en el que enseña la pasión por la azada y las hortalizas. «La huerta conlleva un enorme y precioso trabajo, que resulta apasionante. Pero nosotros damos todas las facilidades a las familias, para que ellas sólo tengan que venir y sembrar. Hacemos rotación de cultivos para no saturar el suelo y les enseño cosas básicas para que empiecen a producir. Son huertos ecológicos», comenta esta simpática lagunera. «Hoy todos los ingredientes que vamos a utilizar son de kilómetro cero. Los guisantes son nuestros y los huevos los ponen nuestras gallinas. Lo único que nos ha faltado es criar al cerdo que nos da el jamón», bromea. «¡Importantísimo!, los guisantes no se lavan porque ya vienen en su propia funda, ya que si los pasas por agua, la absorben», aclara.
Tiempo de preparación
5 minutos
Tiempo de cocción
15 minutos
Tiempo total
20 minutos
Comensales
4
Categorías
Receta con productos de la huerta
½ cebolla
Guisantes
1 ajo
Jamón
aceite
4 huevos
Lo primero es picar la cebolla, «cuanto más menuda mejor». A continuación se pica también el ajo. «A mí me gusta quitarle la parte central para que no repita», aclara nuestra cocinera.
Como cocinamos al aire libre, utilizamos una sartén eléctrica, en la que echamos un buen chorro de aceite. «Me gusta ser espléndida con el aceite, para que la cebolla poche bien. Éste es un plato que hago muy habitualmente en esta época. También suelo cocinar guisantes con congrio o con lechazo. Me encantan y me gustaría que todo el mundo conociera las excelentes propiedades del guisante procedentes de Laguna de Duero», comenta mientras se doran las verduras. El siguiente paso es echar el jamón, picadito muy fino. «No hay que dejar que se haga. Tan sólo con dejarlo caer en la sartén es suficiente, par que no se quede duro», dice y acto seguido, agrega los guisantes. «Particularmente, yo no le echo sal, porque el jamón ya le aporta ese toque saladito perfecto. Pero si alguien le gusta más sazonado, puede hacerlo», añade.
Se rehoga, se tapa un poquito y a los pocos minutos se baja la temperatura para que vayan soltando su jugo. «¡Uhmmm! ¡Cómo huele!... dice mientras casca sobre los guisantes un huevo por cada comensal. «El que quiera, puede añadirle un poquito de sal al huevo. Tapamos y dejamos que se escalfen», informa Mari Carmen.
El resultado es un plato verde, muy atractivo a la vista, sano y muy delicioso. Tiene un intenso sabor dulce matizado por el salado del jamón. «No hemos tardado nada y el resultado es perfecto. Un plato completo con verdura, proteína y muchas vitaminas. Lo importante a la hora de comerlo es romper el huevo y que se esparza la yema sobre los guisantes». Se trata de un plato de sobresaliente.
Las huertas El Maniego son el refugio perfecto de Mari Carmen. Allí se ha criado desde pequeña y en la nave que ha construido, ahora es donde pasa los mejores momentos con su familia. Allí realiza también labores de divulgación entre sus inquilinos hortícolas. «Todos los años, en plena temporada de guisantes, preparo una gran fiesta dedicada a esta legumbre y la cocinamos para que la gente aprenda nuevas recetas y disfruten de todo su sabor», comenta. «Los guisantes en general, son una legumbre extraordinaria y los de Laguna de Duero en concreto, siempre han sido muy apreciados, pero parece que ahora no se conocen tanto. Por eso, yo me esfuerzo en dar a conocer sus bondades. La época de comerles es en abril y mayo. A partir de ahora, cuando empieza a apretar el calor, termina la temporada y ya sólo se pueden comer congelados. Lo bueno es disfrutar de ellos ahora, que es cuando están en su punto», dice muy apasionada. «El guisante de Laguna de Duero es especialmente tierno, muy dulce y hasta que no se prueba, no se sabe lo que es un buen guisante de verdad. Es el mejor que hay», presume.
¿Te animas a cocinar esta receta? No esperes más y si quieres conocer otras que ya hemos cocinado en otros pueblos, no te pierdas reportajes como el Paso a paso de las carrilleras guisadas en Portillo, la tortilla de pimientos en Barruelo del Valle o el gallo turresilano en Tordesillas, entre otras. Esperamos tus aportaciones en los comentarios de esta noticia. Y ya sabes que en la sección Comer y Beber en Valladolid, encontrarás interesantes rutas, tradiciones y curiosidades gastronómicas de la cocina de nuestros pueblos. ¡Leénos!
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