Sidra, un zumo de manzana fermentado

La diferencia es que en la zona norte de España se consume mayoritariamente la sidra natural, y en el resto de lugares se consume la sidra espumosa. Estrabón, unos sesenta años antes de Cristo, escribe que «los astures también usan sidra, pues tienen poco vino».

La sidra en más de un 95% es agua, con un aporte de energía de 183 calorías por 100 ml, y un aporte de 8 gramos de hidratos de carbono, nulo de proteínas, grasas y colesterol. Por tanto, es una bebida con poco aporte calórico y a expensas de azucares. Con respecto al aporte de minerales, el mayoritario es el potasio, y aporta trazas de calcio y sodio.

En relación a las vitaminas aporta sobre todo ácido fólico. Esta vitamina es necesaria para la correcta síntesis de glóbulos rojos, y previene también la aparición de espina bífida en los neonatos.

En resumen, esta bebida de baja graduación alcohólica presenta unas propiedades nutricionales interesantes con un aporte interesante de ácido fólico y potasio y muy bajo de sodio.