Tímida reapertura del comercio en Burgos

«Atendemos solo con cita previa», es el mensaje que se puede leer en algunos escaparates de los comercios de Burgos, que este lunes han comenzado su adaptación a la nueva rutina establecida para la desescalada. Durante la crisis del coronavirus y el decreto del confinamiento, son muchos los establecimientos que han continuado su actividad a través de internet, pero la gran mayoría se ha visto obligada a frenar por completo durante los últimos dos meses. Una pequeña parte de estos negocios ha reabierto sus puertas esta mañana eso sí, con cita previa, clientes de uno en uno, portando guantes y mascarilla y desinfectando incluso con aparatos de ozono. Es la primera prueba hacia la «nueva normalidad», que para este sector comenzará el próximo 11 de mayo.

«Estoy atendiendo con cita previa y para esta tarde he quedado con tres clientes», explica la gerente de Nice and Love, una tienda de ropa y complementos en la que se ha incorporado una máquina de ozono. «No puedo tenerla ecendida mietras hay gente dentro así que la he puesto en el almacén y bajo allí la ropa», confiesa. En otro céntrico negocio del sector textil de la capital, Fravhe´ Jeans, explican que han recibido a dos clientes durante la mañana del lunes. «Solo vienen con cita previa, la actividad la iniciamos el próximo día 11», reconoce la propietaria. En su caso, han podido aprovechar la cuarentena para realizar cambios en el interior del establecimiento, «yo he seguido viniendo y poniendo todo a punto en la tienda», afirma.

En otros sectores como el de los electrodomésticos, la situación es similar pero, durante el confinamiento, han atendido a casos urgentes o de primera necesidad. Así lo explica Cristina Vivar, propietaria de Josmy, donde han continuado vendiendo lavadoras, frigoríficos y otro electrodomésticos de cocina y resolviendo averías relacionadas con la electricidad, tanto en Burgos como en los alrededores. Ahora se preparan para abrir al público el próximo lunes, «hoy estamos abiertos a medias», declara Vivar que añade «se entra de uno en uno y tenemos guantes, mascarillas y gel desinfectante también para el cliente». En estos momentos se encuentran esperando una mampara para atender con mayor seguridad en el mostrador. «Nos estamos adaptando, estamos en periodo de transición», asegura.

Por su parte, muchos vecinos que han salido a las calles de la capital esta jornada, afirman «tener ganas de poder comprar» aunque no son muchos los que se detienen en los escaparates. «Estoy mirando ropa pero de pasada porque no sé si se puede uno quedar quieto así en la calle», confiesa una vecina frente a un establecimiento del centro. Muchos comerciantes tienen dudas de que la gente «se vaya a atrever a ir de compras como antes», aunque confían en que todo sea una cuestión de acostumbrarse a las nuevas normas.