![Coronavirus en Burgos: «Nuestra situación está abocada al desastre y esperamos que ningún compañero se descuelgue y tenga que dejar la venta ambulante»](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202005/25/media/cortadas/mercadillo-kOW-U110302226178QMG-1248x770@Burgosconecta.jpg)
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Una de las primeras actividades que paró en la ciudad de Burgos cuando se empezó a temer por el coronavirus, antes de que fuese declarada como pandemia, fueron los mercados. La venta ambulante quedó cancelada en Burgos el 11 de marzo por orden del Ayuntamiento de la ciudad. En la fase 1 de las medidas de alivio del confinamiento instaurado para frenar la pandemia se pueden instalar mercados al 25 por ciento de los puestos y con el 35 por ciento de aforo pero parecer ser que la ciudad de Burgos aún tendrá que esperar para ver algunos mercados.
Enrique Jiménez, presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Burgos, explica que una asamblea de la asociación ha decidido que «con el 25% de los puestos no vamos a montar, o todos o ninguno. No nos parece justo». Los vendedores ambulantes entienden las medidas de distancia social pero lo que piden es que se amplíen las zonas de mercadillo. En este caso se tendría que cuadriplicar el espacio de la ciudad que se cede a los mercadillos. «Entendemos que esto no es viable pero en la siguiente fase se permiten mercado al 50 por ciento de los puestos. En este caso habría que utilizar el doble de suelo y entendemos que ahí sí es viable la ampliación. De esta forma podríamos instalar todos nuestros puestos», explica Jiménez.
Para la Asociación de Vendedores Ambulantes de Burgos la solución pasa por ampliar suelo. El presidente explica que están pendientes de mantener una reunión con el Ayuntamiento. «Los técnicos de mercados nos dicen que no tienen potestad para dar una respuesta», apunta Jiménez, por lo que están a la espera pero, de momento, hasta que Burgos no alcance la fase 2 no contará con mercadillos. «Todos los vendedores ambulantes de la ciudad están en esta asociación, es mejor ir todos de la mano y remar en el mismo sentido», apunta el presidente.
En una situación de incertidumbre y «totalmente precaria» se encuentran ahora unas 120 familias de Burgos cuyos ingresos dependen de la venta ambulante. «No somos grandes empresas ni tenemos un patrimonio, colchón o fondo para hacer frente a estos más de dos meses que hemos estado confinados. Las hemos pasado canutas. Hemos tirado de ahorros sin ningún tipo de ingresos con un cese total de la actividad», señala Jiménez.
Todos los vendedores ambulantes son autónomos y Jiménez apunta que «el cese de actividad se tardó en tramitar porque las mutuas en Burgos fueron muy lentas a la hora de reaccionar porque se vieron con una demanda para la que no estaban preparadas. Nos pagaron el cese de actividad y gracias a eso y a los servicios sociales hemos tirado». El presidente de los vendedores ambulantes de Burgos señala que nunca antes habían tenido que recurrir a los servicios sociales porque con su trabajo podían subsistir pero «nos hemos visto abocados a recurrir a ello y su respuesta ha sido ejemplar». Transmite su agradecimiento a la Fundación Secretariado Gitano y a Promoción Gitana.
Especiales coronavirus
Pero el regreso de los mercadillos no se prevé cercano y hay otro problema para este gremio, las ferias y mercadillos tradicionales del verano se han suspendido algunas, las más cercanas en el tiempo, y las que están más lejanas siguen en el aire. «Ahora podemos viajar por la provincia pero esto también dependerá de la capacidad que haya en esos mercados», recalca Jiménez.
«Nosotros esperamos a la Feria de San Pedro y San Pablo y al Curpillos como momentos para reactivar la economía y arrancar el verano con las ferias y mercadillos tradicionales pero ahora, con el parón nuestra situación está abocada al desastre y esperamos que ningún compañero se descuelgue y tenga que dejar la venta ambulante», detalla con temor Jiménez.
Dada la situación de su sector, los vendedores ambulantes de Burgos pedirán al Ayuntamiento que se les exima de pagar las tasas de suelo público y también han solicitado una ayuda de emergencia para «poder oxigenar la economía porque ahora no tenemos ingresos para poder empezar a funcionar de nuevo», apunta el presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Burgos.
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