Santa Cruz de la Salceda: un cerro con rastros de la Edad de Bronce

En un llano en plena Ribera del Duero se encuentra Santa Cruz de la Salceda. La villa fue fundada durante la repoblación medieval, pero hubo asentamientos previos como se constata en el yacimiento «Pico Romero», ubicado en un cerro a unos tres kilómetros del casco urbano. Allí se han constatado restos arqueológicos de la primera etapa de la Edad de Bronce.

Santa Cruz, como muchos otros lugares de la zona, fue entregada en señorío por el rey Fernando IV al caballero Fernán Ruiz de Amaya en mayo de 1302. Luego, junto con toda la comunidad de Montejo, a la que pertenecía institucionalmente, pasó al señorío de la Casa de Avellaneda, más tarde recaída en la de Zúñiga, condes de Miranda del Castañar.

Así se mantuvo hasta el año 1811, momento en el que se abolió el régimen señorial, aunque la decisión no se hizo efectiva hasta 1837, coincidiendo con el reinado de Isabel II y durante la regencia de su madre, María Cristina.

En la actualidad, la senda histórica se contempla en sus monumentos. La iglesia La Asunción del siglo XVII, preside con belleza la Plaza Mayor, con una llamativa espadaña en tres niveles. De la segunda mitad del siglo XVI data la ermita de Nuestra Señora de Tamarón, en su interior se encuentra una única nave y detrás del altar, un pequeño retablo de un solo cuerpo donde queda situada la imagen románica de la Virgen con niño que llaman de Tamarón.

Otra ermita, la de la Virgen de Gracia también retrotrae a otros tiempo con un retablo renacentista de madera policromada construido en 1607. De la época señorial queda en pie La Casa de Las Baronas, edificio de finales del siglo XVII, en cuya fachada se puede contemplar el escudo señorial de la familia Varona, en el que aparece una mujer empuñando con la mano, una espada quebrada.

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