Pablo de Rojas y José Ceacero abandonan el convento de las clarisas Belorado

Nuevo e inesperado capítulo en el terremoto religioso de Belorado. Este martes las monjas excomulgadas han echado del monasterio burgalés al supuesto obispo Pablo de Rojas y a su asistente, José Ceacero. Al parecer, siguiendo la recomendación del bufete de abogados que las representa y con el que mantuvieron ayer mismo una reunión para cambiar la estrategia, según recoge una información de Burgosconecta.

Y esta nueva estrategia pasaría, según informa el diario ABC, por apartar a los dos representantes de la Pía Unión que ejercían de guías espirituales para las monjas cismáticas desde que anunciaron su ruptura con Roma.

Este movimiento llega después de que el arzobispo de Burgos y comisario pontificio y representante legal de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, Mario Iceta, declarase en rueda de prensa el lunes que si las exclarisas, José Ceacero y Pablo de Rojas no salían «voluntariamente en fechas próximas, los servicios jurídicos no tendrán más remedio que iniciar las acciones legales a las que haya lugar».

Un anuncio que afecta al supuesto sacerdote Francisco José Ceacero, y al falso obispo Pablo de Rojas, «con más motivo», según Iceta. Porque la realidad es que sigue existiendo una comunidad en Belorado, la de «las ocho monjas que pertenecen al monasterio, es decir, las cinco hermanas mayores y otras tres que pertenecen canónicamente» y que están en otros monasterios, entre ellas la hermana Amparo, que abandonó La Bretonera cuando se produjo el cisma mostrando su desacuerdo con la deriva que tomaban las hermanas.

Ahora, después de un mes en el que la relación entre las monjas excomulgadas y el Arzobispado de Burgos se ha ido tensando cada día más, incluso con una denuncia hacia Mario Iceta, la salida de los dos integrantes de la Pía Unión parece obedecer a la estrategia legal de las hermanas cismáticas. Cabe recordar que el pasado 2 de junio se requirió a la ex abadesa, Laura García de Viedma la información económica y la contestación fue echar a la Comisión Pontificia con la Guardia Civil y denunciar a Iceta por abuso de autoridad.

No obstante, las propias monjas rebeldes, tras ser admitida a trámite la denuncia de las clarisas de Vitoria contra ellas, el pasado viernes se abrían a buscar una solución pacífica con el Arzobispado de Burgos. Una comisión formada por el bufete de Santander Sarabia y Asociados, GTRS y el abogado Florentino Alaez, lanzaba el guante para negociar con el Arzobispado de Burgos para llegar a una solución pacífica y extrajudicial al conflicto, tras haber ratificado su decisión de salir de la Iglesia.

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